Una fuerte contaminación de agua de garrafón, en la ciudad de Ensenada, provocó que al menos quince personas tuvieran que ser atendidas de urgencia el pasado mes de mayo, por presentar parálisis facial flácida o Guillain-Barré, situación que se ha declarado como superada por el sector salud.
Para el secretario de Salud en Baja california, Guillermo Trejo Dozal, se trató de un caso de seguridad, ya que lo común es atender a una persona cada año con este padecimiento.
En su última visita a Ensenada, el funcionario explicó que empezaron con nueve casos en una semana y terminaron con quince.
“Obviamente fue una alarma, porque en un inicio creímos que tenía relación con el Zika, porque en Ensenada fue donde se dio el primer caso autóctono en Baja California”, mencionó. El problema lo atendió el Consejo Estatal de Salud en el puerto.
Una vez que trabajaron en resolver la emergencia, las autoridades de salud dictaminaron que las lluvias que cayeron, a principio de año, contaminaron las aguas y que después las vendieron en garrafones con la bacteria Campylobacter.
En un inicio, decidieron limpiar la presa Emilio López Zamora, pero al no presentarse otros casos, concluyeron que la causa había sido la contaminación, pero en otras aguas.
Reiteró que en la temporada de lluvias es básico atender las recomendaciones para evitar el Dengue, Zika, Chikungunya que son comunes, por lo que es necesario cuidar que los moscos no estén alrededor de los hogares.
