El que anda regañado y calladito es el enlace legislativo de la Secretaría de Gobierno de Baja California, el panista Rubén Armenta. A él le echaron la papa caliente esa de que en el Congreso del Estado no solo no le aprobaran las modificaciones a contratos de Asociaciones Público Privadas, particularmente para el tratamiento de agua y la construcción del C5. Y es que tan mal cabildeó Armenta, que ni la totalidad de los diputados del PAN apoyaron la intentona del gobernador Francisco Vega de Lamadrid para cambiar los contratos por más de 15 mil millones de pesos que sostiene con al menos cuatro empresas. Por supuesto la propuesta de Vega pasó en la Comisión de Hacienda que encabeza su admiradora, la diputada Iraís Vázquez, aunque solo fue con tres votos: el de ella, el de María Vázquez y el de Sergio Tolento. Pero cuando el tema iba a ser llevado al pleno estalló la bomba ciudadana y eso no fue posible. Para el miércoles 20 de septiembre, en la sesión del Congreso del Estado, en el gobierno esperaban que el tema de los contratos de “Kiko” estuviera en el orden del día, pero nada. Ni siquiera lo sugirieron. Con la no aprobación de los cambios, al Ejecutivo se le complica el negocio de las APPs. Y todo por un mal cabildero, dicen en el Centro de Gobierno, en referencia a Rubén Armenta.
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