Ayer jueves, casi al filo de la media noche, Ernesto Javier Cordero Arroyo fue electo presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República para el período 2017-2018 -el último de la legislatura-, por 77 votos a favor, dos abstenciones y tres votos de otros candidatos, para dar un total de 82 sufragios.
Cordero fue electo por mayoría, pero sin el aval de 34 de sus propios compañeros, de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), quienes lo tildaron de “traidor” y “corrupto”.
Los únicos senadores panistas que lo apoyaron fueron Javier Lozano Alarcón, Salvador Vega Casillas, Jorge Luis Lavalle Maury, y Roberto Gil Zuarth, tres de ellos secretarios de Estado y particular, respectivamente, de Felipe Calderón Hinojosa, cuando éste fue presidente de la República.
Los que sí apoyaron la designación de Cordero Arroyo fueron los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM); parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
“Los compraron”, dijo desde tribuna el senador por Colima, Jorge Luis Preciado Rodríguez. “¡Por supuesto que lo son [Traidores]!”, afirmó el legislador panista. “Pudo más la cartera que la camiseta”, agregó.
“Que vergüenza que regreses de una licencia para ponerse como tapete del PRI”, le dijo Preciado a Lozano, y luego les advirtió a todos que están fuera de las filas del PAN.
Esto después de que la bancada y la dirigencia nacional del PAN, encabezada por Ricardo Anaya Cortés, habían acordado que el cargo de presidente del Senado lo asumirían las senadoras Adriana Dávila Fernández y Laura Angélica Rojas Hernández, durante seis meses cada una.
Por su parte, el coordinador del PAN en el Senado, Fernando Herrera Ávila, regresó después de la elección de Cordero al salón de plenos y a gritos reclamó desde su escaño que fue “una puñalada” y acusó al Gobierno Federal de “haber metido la mano” en el proceso.
“Esto atenta el sano entendimiento del parlamento mexicano. Esto es un verdadero atropello. Hoy queda clara quiénes son los traidores, quienes negociaron y le dieron la espalda al pueblo”, dijo Herrera.
Panistas dicen que elección de Ernesto Cordero como presidente del Senado abre paso a Cervantes como Fiscal General. https://t.co/5BhyQp5CCv pic.twitter.com/CjtfzXUSGR
— Newsweek en Español (@NewsweekEspanol) 1 de septiembre de 2017
Este viernes por la mañana, entrevistado por el periodista Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, Cordero Arroyó destacó el hecho de que por él votaron senadores de todos los partidos políticos, no solo del PRI.
“No fue el PRI el que impuso al nuevo presidente del Senado de la República, eso es absolutamente falso. […] Es una pena que toda esta coyuntura electoral que está ya encima, esté empañando lo que es el proceso de renovación de la dirigencia de un órgano republicano, como es el Senado. Hay que recordar que el Senado de la República no es una cuota de partidos”, dijo.
El el ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sostuvo que obtuvo el voto para presidir la Mesa Directiva del Senado “gracias a que nuestros militantes se presentó, fue a pedir el voto fue a pedir la confianza de sus compañeros de otros partidos. Hubo una propuesta clara sobre la mesa que se presentó”.
A pregunta expresa de qué tan cerca se siente del PAN, Cordero Arroyo sostuvo que su vida pública “siempre ha sido congruente con los valores que ese partido enarboló”. Asimismo, se dijo tranquilo con “mi militancia en el Partido Acción Nacional”.
Cordero lamentó la postura del grupo cercano a Ricardo Anaya para con otras posturas al interior del partido, como la de los llamados “calderonistas”, donde “si no estás con ese grupo, lamentablemente en el PAN te cierran todos los accesos, las posibilidades de participar”.