Más de 7 mil residentes ahora en refugios temporales, tres puentes caídos, cientos de casas y edificios destruidos, es el saldo de la destrucción que dejó “Lidia”, evidenciando a su paso la mala calidad y la corrupción en la obra pública en la entidad. “No puede ser que tenga dos, tres meses una obra y llega una tormenta y nos la tumba”, dijo a ZETA Tito Guillermo Fenech Cardoza, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de la República Mexicana
“En esas afectaciones en Los Cabos vemos dos cosas: en cuanto a la obra privada, vemos al amparo de permisos que se le concedieron en zona de riesgo, vemos un problema grave, no sabemos de corrupción, los beneficios que haya obtenido. Hubo afectaciones en obra pública como puentes y carreteras, habrá que ver cómo se realizaron los cálculos, las avenidas de agua, es difícil determinar, cierto, pero nosotros como ingenieros si recibimos una educación de que hay un retorno de lluvias cada determinado tiempo y todo se debe hacer un cálculo”, denunció Jorge Moore, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), sobre los estragos del huracán “Lidia” en la región, destapando serias omisiones, complicidades y hasta un brote de impunidad y corrupción reflejadas en la ola de irregularidades en obras de construcción pública y privada.
“Hacemos un llamado a las empresas para que usen su código de ética para construir, no jugar con el patrimonio y las vidas de las personas que ahí están”, exhortó Moore.
Se trata de dos casos distintos, entre estos el de Proyectos Inmobiliarios de Culiacán, SA de CV (Homex), con dos construcciones en zona de alto riesgo, un desarrollo inmobiliario en Chulavista, Cabo San Lucas; por otro lado, el del fraccionamiento Puerto Nuevo en San José del Cabo, ambos en Los Cabos.
En el ámbito público, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con la construcción del Puente Santa Anita o San Lázaro en el Kilómetro 45 de La Paz a San José del Cabo; y la construcción de puentes en la autopista de San José del Cabo al Aeropuerto Internacional, a cargo de Caminos y Puentes Federales (Capufe) de la SCT.
Retomando el caso de obra pública, de entrada la institución reconoce y justifica la obra mal hecha: “Se vio cómo el cauce de los arroyos se amplió considerablemente”, justificó Ricardo García, subdirector de Obras de la SCT en Baja California Sur.
Lo que no se justifica, es que la obra que costó 2 mil 500 millones de pesos y 38.7 kilómetros de longitud, en beneficio de 238 mil personas de La Paz y Los Cabos, hoy se encuentra tirada, disfuncional y deben aplicarse sanciones al respecto.
Con bombo y platillo, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, cantó la inauguración de la obra el 4 de noviembre de 2015, y a menos de dos años, quedó destruida por la mala planeación y los malos cálculos.
“Estos puentes del libramiento fueron construidos, bueno, se inauguró el libramiento en 2015, se construyeron entre 2012 y 2015 porque tuvo una duración bastante larguita la construcción, su tiempo de vida es de 50 años, es lo que da. Sin embargo, las estructuras ahí están, lo que se fue es el terraplén, también dentro de los estudios que están haciendo ellos, es construir unos claros adicionales para que esto no vuelva a ocurrir”, refirió el subdirector de Obras de la institución.
“El Santa Anita se está construyendo el terraplén para restituir el tránsito, ese es en la (Carretera) Transpeninsular, en el Kilómetro 45, quedará en tres o cuatro días; los puentes que se dañaron en la autopista están siendo atendidos por Capufe, pero igual no fueron estructuras que se hayan caído, sino que fueron terraplenes que se llevó la magnitud de la corriente que circuló por los arroyos”, dijo Ricardo García.
El problema es el mismo, pues “eso nos lleva a revisar nuestra metodología de diseño, y no irnos al mínimo o al extremo, que ahorita estamos en el mínimo por economizar, y sí plantearnos esos retornos extraordinarios que estamos viendo en los fenómenos naturales y tomarlos en consideración en las obras”, denunció Tito Guillermo Fenech Cardoza, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.
Para el Ejecutivo nacional es muy fácil justificar que las obras cuentan con seguro y se reconstruirán, pero se harán con recurso público, además, la competencia tiene retenido el tráfico vehicular en cierta medida.
“No puede ser que tenga dos, tres meses una obra y llega una tormenta y nos la tumba, tenemos que ponernos a pensar, van a decir algunos, ‘bueno, no importa, tiene un seguro esa obra’; pues sí tiene un seguro esa obra, pero el seguro también es pagado con el recurso público y los tiempos de recuperación de esa obra. Tenemos que optimizar esos recursos y plantearnos esos modelos de diseño para actualizarlos y tener una obra más segura, sin llegar a una obra demasiado robusta y respetar los cauces de arroyos y zonas federales”, afirmó Tito Fenech.
Autoridad puso a la población en riesgo
“A las mamás y los niños los tenían en un edificio, pero ya después que vieron que el edificio cayó, los muchachos buscaron departamentos de allá solos, eran muchachos de aquí de los edificios, como vieron cómo estuvo, ellos empezaron a sacar a la gente, ya cuando se cayó el edificio agarraron a las señoras y se las llevaron para arriba. En cuanto vieron que se cayó empezaron a hablar para que vinieran a ayudar”, recuerda Jessie Mariel, una de las tantas madres que vieron de cerca el peligro, tras caerse los condominios de Chulavista donde vivían.
Unidades habitacionales fueron arrancadas por completo en colonias como Puerto Nuevo en San José del Cabo, y Chulavista en Cabo San Lucas.
Se trató de dos edificios de cuatro plantas que la fuerza de los arroyos derribó, los conjuntos habitacionales se encuentran en zona de riesgo, según revelaron estudios que hicieran autoridades, incluso “se ha recibido una denuncia en contra de una de las empresas que pusieron en riesgo a los habitantes”, expresó Erasmo Palemón Alamilla Villeda, procurador general de Justicia en el Estado.
“Estaba viviendo ahí, pero ya estoy buscando un lugar más por otro lado, yo digo, si sigue lloviendo y vuelve a pasar algo más, se vuelve a comer más, se va a caer aquel; y de hecho aquí intentaron arreglar varias veces, pero mire, nomás no”, reconoció la ciudadana Jessie.
Vecinos del Fraccionamiento Puerto Nuevo en San José del Cabo, manifestaron la pronta intervención del gobernador Carlos Mendoza Davis en contra de la empresa Proyectos Inmobiliarios de Culiacán, SA de CV, derivado a la compraventa donde fueron timadas y expuestas las familias, las cuales colgaron mantas contra la empresa, exigiendo la intervención gubernamental:
“SR. GOBERNADOR LOS VECINOS DE ‘PUERTO NUEVO’ FUIMOS ENGAÑADOS Y DEFRAUDADOS POR HOMEX Y LOS QUE AUTORIZARON ESTE PROYECTO, EXIGIMOS REUBICACIÓN Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES”.
Las familias afectadas reclaman el castigo de los responsables de facilitar la construcción de conjuntos habitacionales en zonas de riesgo, y que de no ser por algunos ciudadanos, hoy se podría estar hablando de decenas de muertos tras la caída de edificios.
“Estaba construido el arroyo, pero con las mismas lluvias se empezó a llevar. Pero con las lluvias anteriores, desde antes porque no hicieron caso, la gente desde ‘Odile’ pidió reubicación”, informó Jessie Mariel.
Situación que podría incurrir en imputaciones directas a la empresa Homex, o bien, autoridades como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), debido a que no se revisó que el bordo de contención estuviese bien construido y apartado de la zona federal y de riesgo.
Por otro lado, la construcción se hizo durante el mandato de Narciso Agúndez Montaño como gobernador de Baja California Sur (2005-2011), quien operaba con el denominado Grupo Los Cabos, conformado por políticos y empresarios de la zona; la autorización del cambio de uso de suelo estuvo a cargo del X Ayuntamiento de Los Cabos, encabezado por René Núñez Cosío, quien votó en contra y solicitó en su momento que dicho punto se sacara de la orden del día, pero el Cabildo negó la petición.
La votación por el desarrollo en Puerto Nuevo quedó establecida bajo la certificación 0179, número de acta de sesión 23 ordinaria, con fecha 04/6/2009. El resultado fue:
* Presidente municipal Óscar René Núñez Cosío, en contra.
* Síndico municipal José Manuel Curiel Castro, a favor.
* Primer regidor Enrique Pascual Navarro Barajas, a favor.
* Segundo regidor Gildardo Rodríguez Quiñónez, a favor.
* Tercer regidor Carlos Julio Miranda López, en contra.
* Cuarta regidora Nélida Dolores de Martina Alfaro Rosas, a favor.
* Quinto regidor Jaime Camacho Castillo, a favor.
* Sexto regidor Gustavo Castro Sánchez, a favor.
* Séptimo regidor Guillermo Sández Puppo, abstención.
* Octavo regidor Felipe Ortiz Cruz, a favor.
* Noveno regidor Héctor Aragón Agúndez, a favor.
* Décimo regidor Maximino Alejandro Fernández Ávila, a favor.
* Décimo primer regidor José Antonio Gutiérrez Sarmiento, a favor.
La votación por el desarrollo en Chulavista quedó establecida bajo la certificación 0180; número de acta de sesión 23 ordinaria, con fecha 04/6/2009; el resultado fue el mismo.
Incluso, el Cabildo de René Núñez fue señalado en varias ocasiones, sobre todo hacia el “primer regidor Enrique Pascual Navarro Barajas, como la persona que ha amenazado y presionado por diferentes medios a servidores públicos para autorizar una fusión de lotes en la marina de Cabo San Lucas para favorecer a Homex, y no solo eso, muchos otros proyectos donde asoman la cabeza muchos del corrupto Grupo Los Cabos que habrían de encabezar los Agúndez Montaño”, señaló una fuente a ZETA.
Leticia Camargo, habitante de dichos condominios, denunció que “supuestamente es un condominio, en residencial, condominio, te lo venden a un súper precio, súper caro, doble, tres precios más de lo normal, y no hay nada de eso. Es un edificio en zona de alto riesgo, muchísimo riesgo. No debieron haber autorizado primeramente la construcción, tanto Infonavit, tanto las autoridades local, estatal y nacional”, lanzó.
Los predios son los siguientes: Chulavista consiste en una parcela ejidal número 276 Z8 P1/1, ubicada en el Ejido Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos, Baja California Sur, con una superficie de tierra disponible de 703 mil 668.43 metros cuadrados, en la que se pretende construir viviendas para personas que ganan menos de cuatro salarios mínimos; contempla 120 viviendas por hectárea y condominios de tres, cuatro y cinco niveles.
En Puerto Nuevo, con un millón 446 mil 158.4 metros cuadrados, dichas parcelas se ubican a dos kilómetros del Aeropuerto Internacional de San José del Cabo, colindando con las colonias Ampliación Zacatal, Vista Hermosa y San José Viejo; el mismo número de viviendas y condominios.
Una vez aprobados los cambios de uso de suelo y licencias de construcción, para que las construcciones se llevaran a cabo tenían que cumplir requerimientos en otras instancias, como la Comisión Nacional del Agua (Conagua); Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); Comisión Federal de Electricidad (CFE); Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Ecología (SEPUIE); Organismo Operador Municipal de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Los Cabos; Dirección de Protección Civil Municipal; así como la Dirección General de Planeación, Desarrollo Urbano y Ecología de Los Cabos.
Incluso el propio gobernador en turno, Narciso Agúndez Montaño, pudo vetar el resolutivo al “no publicarlo en la Gaceta Oficial del Estado”, pero fue omiso.
Tantos seguros, tantas instituciones, tantos trámites pudieron impedir dicha atrocidad y se hicieron de oídos sordos, algunos fueron cómplices por recibir un estímulo económico.
Cabe destacar que la empresa Construcciones Lizárraga, SA de CV fue subcontratada por Homex para llevar a cabo los trabajos de urbanización de Puerto Nuevo y Chulavista, entre estos los bordos de contención realizados en 2010.
Tito Fenech, del Colegio de Ingenieros Civiles en Los Cabos, indicó que se hicieron las observaciones al Cabildo del X Ayuntamiento de Los Cabos, las cuales fueron ignoradas por algunos.
“Como Colegio de la sección de Los Cabos, tengo los reportes de los ingenieros que participaron, incluso en algunas reuniones técnicas, donde el Ayuntamiento se negaba a recibir esos edificios y consultaba técnicamente al Colegio, y donde se le instruyó a la empresa construir la obra de protección y no fue satisfactorio lo que hicieron, el Colegio de Ingenieros Civiles de Los Cabos lo revisó y solicitó una tercera opinión a un especialista en hidrología, las llamadas de atención se hicieron y el Ayuntamiento no quiso hacer caso y hoy vemos lo que sucedió”, externó.
Para la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana, el problema reside en que “no respetamos por invasiones que nosotros mismos generamos, pues tenemos estas desgracias que hoy tenemos. La recomendación en Baja California Sur y todo el país, es que tenemos una Ley muy marcada, tenemos una Ley de Protección Civil muy clara, tenemos una Ley de Aguas Nacionales que no deja en ambigüedad lo que es una zona federal, una zona de cauce, esas zonas de amortiguamiento en caso de que las obras de protección fallen, esa área de amortiguamiento es en caso de que falle la obra de protección y no lo estamos haciendo”, refirió Tito Guillermo.
Lo malo de todo el desarrollo de Los Cabos es que se permite la construcción en zonas de alto riesgo por inundación, ya que “dan ‘mordidas’ para construir y las consecuencias hoy se ven”, refirió un experto consultado y actualmente en labores municipales.
Casos antiguos como el Hotel Riu Palace, Riu Santa Fe y Villas del Palmar en Cabo San Lucas, Country Club, Plaza San Lucas, supermercado Walmart, así como el corredor de hoteles y negocios Villa Peñasco, Hotel Club Cabo Inn, banco HSBC y el centro de servicios Bridgestone.
Además de los negocios conocidos como City Express y la agencia Chevrolet, estos fueron autorizados para colocarse en zonas de riesgo en la pasada administración de Antonio Agúndez Montaño.
“Y lo estamos permitiendo todos, desde la autoridad que da el visto bueno, que da una autorización condicionada. Tenemos bastantes obras con afectaciones materiales y algunas pérdidas humanas por desgracia, no tengo los datos completos, pero sí debemos tener consecuencias, hay responsables de estas obras públicas y privadas”, finalizó.
La Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), informó a ZETA que “se cuentan con diez denuncias interpuestas en contra de una empresa que expuso a la ciudadanía con obras en zonas de riesgo y que están en investigación”.
Peña ignoró el problema potencial de Los Cabos
“Ya algunos están obstruidos, algunos con los rellenos de las mismas empresas o algunos vecinos que hecho estos cauces estén más estrechos, y eso puede repercutir que el cauce sea más estrecho, en que el tirante de agua pueda subir y afectar a poblaciones que en otras épocas no les pudieran haber afectado. Estos rellenos o materiales que han colocado, son importantes, incluso hemos detectado materiales que se han instalado con altura de hasta dos metros, son rellenos que han querido ganarle al cauce con volúmenes importantes, esto no se debe hacer porque obstruye el escurrimiento”, comentó a ZETA Luis Alfonso Martínez Plata, director local de la Conagua.
Antes del impacto de “Lidia”, la Comisión Nacional del Agua ya conocía dos factores importantes para salvar vidas y evitar una tragedia:
* Se venía un fenómeno fuera de lo normal, con capacidad destructiva de arrasar con todo a su paso; la lluvia superaría los registros en la historia.
* Los arroyos estaban taponados y nada se hizo para liberarlos.
Incluso en la visita que hiciera Enrique Peña Nieto en 2014 por el paso del huracán “Odile”, catalogado como el peor desastre energético en la historia, dijo que atendería el grave problema de invasiones y de zonas irregulares.
“He instruido no solo a ellos, sino también que entremos a la atención de un problema que se vivía particularmente en esta región de Los Cabos de tener viviendas en zonas irregulares, en zonas de alta vulnerabilidad”, situación que según el mandatario, “debería quedar resuelta para evitar futuras tragedias”.
Desde entonces se conocía la gravedad de la situación por la que atravesaba Los Cabos en cuanto a invasiones.
Días previos, se sabía de la situación que prevalecía, decenas de colonias instaladas en zonas de riesgo y no solo eso: empresas, construcciones y negocios, incluso conjuntos habitacionales, todo fue ignorado.
“El lunes (28 de agosto, 2017) recorrimos arroyos como Salto Seco de la parte baja y la alta, también hemos estado en el Vado de Santa Rosa, El Zacatal, inclusive en las lluvias pasadas (sábado 26 de agosto, 44 milímetros por tromba) en el Arroyo de El Zacatal, se estaban llevando vehículos”, informó el director local de la Conagua.
Antes que “Lidia” desatara su furia sobre Los Cabos, el problema ya se conocía, incluso desde “Odile”, tanto así que de nuevo Enrique Peña Nieto volvió a comprometerse a reubicar a las familias en zona de riesgo.
Los puntos detectados y que siempre han sabido que se encuentran en zona federal y de riesgo, son el Arroyo San José parte alta y baja, Arroyo Salto Seco, Arroyo El Saltito, Vado Santa Rosa y el cauce de El Zacatal, este último, uno de los más riesgosos, debido a que no respeta el flujo natural.
Mientras que las colonias susceptibles a inundaciones y desbordamiento de cauces de arroyo en San José del Cabo, son la parte sur de Santa Anita, San Bernabé, Arroyo Zacatal, Vado Santa Rosa, Cañada de los Perros, El Tildillo y La Choya.
En Cabo San Lucas se contabiliza un mayor número: Lagunitas I y II, Lagunitas Premier, La Esperanza, Los Cangrejos parte sur, Caribe Bajó y la invasión; toda la zona de Arroyo Salto Seco, colonia Tierra y Libertad, Ampliación Progreso,4 de Marzo, Lomas del Sol, Los Venados y la parte oriente de Miramar.
Además, con el taponeo de los cauces de arroyo, también fueron afectadas colonias que no se contemplaban, como los fraccionamientos Chulavista y Puerto Nuevo.
El problema es que los propios ciudadanos conocían los riesgos, incluso “con los líderes de colonia solo pagamos unas cuotas para vivir aquí, supuestamente empresas nos vendían o era como renta, pero pasó el grandísimo arroyo que se desbordó todo. En mi casa definitivamente vivimos en el meritito arroyo, y la pasó a llevar toda, nunca imaginamos nunca hemos vivido esta situación, ‘Odile’ nos dejó algo, esta vez nada”, explicó Griselda Gonzaga, habitante de la colonia Real Unidad de Cabo San Lucas.
Muchos fueron llevados a refugios temporales y así salvaron su vida, pero todo lo demás se perdió, simplemente se quedaron con la ropa que traían puesta, pero ya sabían que un fenómeno de esta naturaleza iba a arrasar algún día, incluso algunos se quedaron en casa a cuidar lo poco. Y así como ellos, otros lo hicieron, pero fueron arrastrados por la corriente.
“Queremos reparar todo, no tenemos casa nos quedamos en la calle, mis hijos y yo somos cuatro de familia, necesitan sus uniformes, van en la preparatoria y no tenemos. Nos quedamos sin ropa toda la familia, zapatos comida, no tenemos para comer, necesitamos una despensa que nos regalen”, reiteró Griselda.
“Estaba dentro de la casa, afuera se escuchaban gritos de auxilio, pero yo me estaba aferrando a mi familia, por todo el miedo que pasamos, me arrepiento de no haberme ido a un albergue, pero gracias a dios vivo para contarlo”, refirió por su parte Carlos Rogelio.
Decenas se sientan a esperar la ayuda que llega poco a poco, según la autoridad, el número oficial de refugiados fue de 7 mil. Griselda y sus tres hijos pasaron la noche debajo de una lona que habilitaron entre las ramas torcidas de un árbol que sobrevivió el paso de la tormenta y ahora buscarán ayuda para conseguir una reubicación.
Más de 7 mil personas en refugios temporales
Desde el inicio las autoridades veían venir lo peor, ante un pronóstico nada alentador, lluvias por encima de lo normal, un fenómeno con mucha agua y vientos superiores a los 120 kilómetros por hora, casi un huracán.
Los trabajos para alertar a la ciudadanía iniciaron desde el miércoles 30 de agosto, pues era obvio que la principal descarga llegaría directamente sobre la parte sur de Baja California Sur, la joya de la corona, Los Cabos como el principal punto de descarga y también la zona con más de 30 mil personas en situación de riesgo por las inundaciones, por escurrimientos o que habitan cerca o en un cauce.
“Lidia” dejó más de 7 mil personas en refugios temporales, adicionalmente, 10 mil dejaron sus viviendas para irse con vecinos a resguardarse, en muchos de los casos, al menos en mil 100, según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), algunos hogares desaparecieron al 100 por ciento y otros ni siquiera se pueden contar, debido a que en el sitio no hay una sola muestra de que existió la cerca de la vivienda.
Aunque se trabajó por evacuar a las personas que habitan en zonas de riesgo, hubo quienes pese a las indicaciones de Protección Civil y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), hicieron caso omiso.
La tragedia por la que atraviesa la familia García Noyola, es una historia que será recordada por mucho tiempo y quedará grabada en la historia de Los Cabos y de Baja California Sur; la noche del 31 de agosto, justo cuando se empezaron a sentir los estragos de “Lidia”.
Thania García Noyola, de 20 años de edad y embarazada, recuerda que esa noche, ella y su padre, René Manuel García Gómez, de 40, fueron a recoger a su esposo José Manuel Salas Ramírez, de 23; el joven “trabaja en la Ley de Mesa Colorada, salió a las ocho de la noche, nosotros fuimos por él, porque nos estábamos quedando con mi abuelita en Lomas Altas, ya de venida para acá, el agua estaba más recio y fue ahí como llegamos hasta el bordo, ahí el agua arrastró el carro, iba mi papá, mi esposo y yo. Mi papá dijo que nos bajáramos para tratar de llegar a la orilla porque el agua se estaba llevando el carro”.
El Arroyo de Lagunitas en Cabo San Lucas atravesaba la zona, la joven reconoció que ya habían pasado de ida por el arroyo y traía agua, de regreso la fuerza de la corriente arrastró al carro con ella en su interior, lo que la obligó a descender de inmediato.
“En cuanto yo pisé, me fui, me arrastró el agua hacia el arroyo, lo único que vi a mi esposo agarrado del carro y mi papá fue atrás de mí para lograrme salvar, pero no me alcanzó, fue ahí cuando supe que a mí y mi papá nos había arrastrado el arroyo, ya de mi esposo no supe nada más. Yo sigo pensando que a lo mejor alguien lo ayudó, porque el carro lo encontramos enterrado en el arroyo donde pasó, en el arroyo del bordo, por Lagunitas”, relató.
Su padre fue encontrado tres kilómetros abajo de donde fue arrastrado por la corriente, en la Playa El Médano de Cabo San Lucas. La joven se aferró a una rama que la mantuvo con vida, sin embargo, fue arrastrada y golpeada con los objetos, árboles, fierros, autos y demás que arrastró el cauce. Como pudo salió y fue hasta la mañana del viernes 1 de septiembre que pudo regresar a su casa.
Allí se enteró que su padre fue encontrado sin vida, pero su esposo no apareció, incluso a la fecha sigue pensando que quedó enterrado. El único interés es encontrarlo para darle cristiana sepultura.
“Mi mamá ya ha ido a Semefo, a la procuraduría, porque dijeron que ahí había muchos cuerpos, les dejamos las fotografías de los dos, lo único que me dicen es que me espere. Como sea, pero lo importante es que lo encontremos, hay muchas personas que aún no encuentran. También han ido de sus amigos de trabajo para buscarlo, se han ido al lugar del accidente, en el arroyo, hasta la playa, porque ahí fue donde encontraron a mi papá; han ido a hospitales, a albergues, a la Cruz Roja”, lamentó Thania, quien solicita ayuda a la ciudadanía y a las propias autoridades para encontrarlo, la última vez que lo vio fue en medio del arroyo.
Incluso familiares y amigos se han dado a la dura tarea de buscarlo entre las toneladas de arena.
“A mi yerno todavía no lo encuentro, lo he estado buscando, la gente me ha ayudado, hemos ido a buscarlo, las autoridades no hacen nada, como mi yerno no tenía familia, él no es de aquí…. Lo hemos buscado en el vado, ha ido gente a ayudarme, mi compadre, amigos, pero desgraciadamente no lo hemos encontrado, y no creo ya, han pasado días”, declaró Lorena Donaciano Noyola, de 38 años, originaria del Estado de Guerrero y madre de Thania.
Ante la pérdida, lo único que los reconforta, es que en sus últimos momentos René Manuel intentó rescatar a su hija y a su nieto, que aún se encuentra en el vientre de la joven.
“Espero que las autoridades hagan algo, porque fueron muchas familias, mucha gente que murió, desgraciadamente; mi esposo se pudo haber salvado, pero salvó a mi hija (llanto)… por salvar a su hija él dio su vida, fue un papá excelente, un héroe. Ojalá nos ayuden”, finalizó la joven.
La búsqueda de cuerpos
“Lo único que te puedo comentar es que no hemos encontrado cuerpos, que podrían existir algunos enterrados, no lo descarto, pero hasta que los encontremos te puedo confirmar, hay muchas personas que están extraviadas, según los reportes de familiares de fuera, que han tratado de comunicarse con ellos y no han podido, pero poco a poco se han ido descartando porque hay comunicación”, expresó un miembro de los cuerpos de rescate de Cabo San Lucas.
Por diversos medios personas han sido reportadas como desaparecidas, incluso grupos en Facebook, sin embargo, algunos ya han sido reportados como localizados, y precisamente atendiendo el llamado de la población de fuertes olores fétidos en los diferentes arroyos, cuadrillas de verdaderos “topos” del Heroico Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas se dan a la difícil tarea de escarbar en la búsqueda de personas enterradas.
A más de una semana del paso de “Lidia”, la cifra al cierre de esta edición, según la Procuraduría General de Justicia del Estado, es de “seis carpetas de investigación por muerte ligada al siniestro, uno en Loreto y cinco en Los Cabos, además de dos personas reportadas como desaparecidas.
“Estamos atendiendo los llamados de la ciudadanía a través de redes sociales y vía telefónica al cuerpo de bomberos, lo que consiste es que nos reportan olores fétidos en ciertos puntos donde hay vehículos o partes de casas semi derrumbadas, acudimos, tratamos de identificar de qué es el olor, si es de un cuerpo humano o es un animal, porque nos hemos encontrado animales también”, refirió José Ledezma, Capitán del Cuerpo de Bomberos de Cabo San Lucas.
Los reportes llegan sin cesar y hasta el momento todos han sido falsa alarma, en algunos casos han encontrado vehículos enterrados junto a animales muertos o derrames de combustible que confunde a la población. Con la ayuda de palas y picos, y sobre todo el material humano, han dedicado horas y días enteros en la búsqueda de personas. Aunque no hay estimado, siguen existiendo personas que no se han comunicado con sus familiares.
“Estamos destapando prácticamente todo lo que se nos reporta, para que no haya duda de que haya algo adentro, una vez que no encontramos nada, dejamos la zona y nos dirigimos a la próxima”, finalizó Ledezma.
Algunos vehículos fueron arrastrados estando estacionados, la mayoría se encuentran aún enterrados y los dueños han acudido al lugar, de momento solo una persona ha sido localizada dentro de los vehículos.
“Las autoridades recibieron reportes de que habían olores fétidos en el arroyo, y vinieron a escarbar buscando vehículos y esperando lo peor, que hubiera pérdidas humanos y que hubiera personas, este vehículo fue desenterrado y mi hermana recibió notificación en redes sociales de que habían encontrado el carro, por el número de placas y el color del vehículo supimos que era él”, expuso Carlos Aragón, dueño de uno de los automóviles.
Sin embargo, reconoce que el agua “llegó de pronto y sacudió la zona, arrastrando todo a su paso, incluyendo la casa de la familia que tiene más de 40 años viviendo ahí, y nunca ha había ocurrido algo similar”, expuso.