El que va derechito a su no reelección, es el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, magistrado Jorge Armando Vásquez. De unos meses a la fecha nada le sale. Al desaguisado que se auto armó al querer imponer el haber de retiro (pensión) para los magistrados, le siguieron sus desaciertos en la designación de jueces, que lo enfrentó con magistrados al interior del Poder Judicial, y donde la ex presidenta de ese colegio le dio clases de ética jurídica. A ello se suma el hecho que como nunca, tenga supernumerarios laborando en calidad de titulares, y una convocatoria que tardó dos años en resolverse en el Congreso del Estado, y no para beneficio de Vásquez, sino todo lo contrario. En efecto el magistrado presidente ha perdido el mando y el liderazgo en el Poder Judicial, al haber intervenido y ganado en la selección de un magistrado, el titular del Poder Ejecutivo. Fue el gobernador Francisco Vega, a través de su procuradora Perla Ibarra, su oficial mayor Loreto Quintero, en colaboración con la magistrada Esther Rentería y hasta allegados a “El Patas”, quienes cabildearon y “bajaron” la línea entre los diputados: que la magistrada electa debía ser Columba Amador, quien resultó seleccionada por mayoría de votos. Jorge Armando Vásquez no solo perdió al no lograr colocar a su compadre o amigos en el tribunal, sino que se vio rebasado por los funcionarios de gobierno. Ahora sí que al titular del Poder Judicial le dieron palo en el Poder Legislativo por orden del Poder Ejecutivo. Bonita cosa eso de la autonomía de los poderes en Baja California.