“Los únicos que han venido son los militares”, dijo a ZETA un ama de casa, cuya vivienda se derrumbó en Jojutla. “Tenemos exceso de voluntarios, lo que necesitamos son médicos, paramédicos y cualquier especialista”, gritaba un joven en San Gregorio. Así, mientras que los gobiernos federal y locales poco apoyaron a los afectados por el sismo del martes 19 de septiembre, vecinos realizaron una labor titánica, desde el rescate hasta el acopio y distribución de víveres y medicinas
Ciudad de México.- En medio de la tragedia de las víctimas del sismo de 7.1 grados en escala de Richter, que dejó 137 muertos (según Miguel Ángel Mancera), afloraron las contradicciones y los equívocos, pero también la monumental solidaridad. Mientras que los rescatistas y grupos de Topos apuntalaban los restos del Colegio Enrique Rébsamen en la colonia Nueva Oriental el miércoles 20 de septiembre, un día después del temblor, también rápidamente se gestaba el espectáculo de televisoras, medios electrónicos y periódicos.
Ante la ausencia de información oficial, surgió la versión de que una niña de 12 años, alumna del colegio, de nombre Frida Sofía, estaba atrapada entre los escombros junto con otros tres menores de secundaria. Pero ni padres ni maestros confirmaban la historia, a pesar de que se citaban supuestas frases que la niña decía a los rescatistas, y fuentes cercanas a los trabajos de remoción.
En la calle Rancho Tamboreo de la colonia Nueva Oriental, el movimiento de personas, como lo presenció ZETA, entre rescatistas, voluntarios, policías y elementos de la milicia se confundía también con lo poco que se sabía. Ya habían pasado más de 24 horas del terremoto que estremeció a la Capital de la República y a otros estados, y se continuaba sin tener certeza de cuántas personas estaban atrapadas en el Rébsamen. La historia de Frida Sofía inundó las portadas hasta el jueves 21, cuando se estableció que entre las alumnas de la escuela no se encontraba ninguna niña con tal nombre.
El miércoles en la madrugada, después de la fuerte lluvia de la noche anterior, las secretarías de Marina y de Educación Pública informaron en un comunicado que a las 4:30 am los rescatistas sacaron el cuerpo de una de las maestras que perdió la vida en el derrumbe, ensombreciendo el horizonte. Además, se solicitó la presencia de padres de familia y directivos del colegio para realizar el verdadero conteo.
Fue hasta la tarde cuando el subsecretario de Marina, Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, confirmó que Frida Sofía simplemente no existía, y que la persona que posiblemente estaba debajo de los escombros era una trabajadora de intendencia.
“Tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente fallecieron, o están en los hospitales, o a salvo en sus casas”, detalló el mando naval.
Mencionó que información fehaciente refería que solo se encontraba desaparecida la empleada de intendencia, y que se trabajaba para rescatarla con vida, pues indicios como fotografías tomadas mostraban que había rastros de sangre en el interior.
En contraste, una madre de familia entrevistada por la periodista Carmen Aristegui afirmó que su esposo entró a las ruinas durante la madrugada, y aseguró que ya no había nadie allí, y pidió la salida del gobierno para que los vecinos se organizaran.
Las noticias de los rescates en otras zonas de la Capital también se generaron a cuentagotas, entre números que se exageraban a falta de un verdadero censo, así como el número de edificios dañados que tuvieron que ser evacuados. En la zona de Tlalpan, varios conjuntos habitacionales e inmuebles resultaron afectados, como se confirmó en un recorrido por la Avenida Canal de Miramontes, División del Norte, entre otras, pero los vecinos no reportaban heridos ni muertos, solo daños en infraestructura que los obligó a salir de sus propiedades.
Lo que sí fue palpable todo el tiempo, la solidaridad de multitudes que acudieron al llamado de auxilio aquí y allá para apoyar en las labores de retiro de escombros y abastecimiento de víveres y medicinas. Las dos entradas al colegio Rébsamen estaban flanqueadas por decenas de ciudadanos con el deseo de ser útiles en medio de la devastadora tragedia. Lo mismo se utilizaron las instalaciones del Estadio Universitario, de donde partían brigadistas con ayuda para las zonas afectadas.
Mientras los medios dramatizaban el rescate de “Frida”, a la colonia Nueva Oriental Coapa no dejaba de llegar gente, todas para ofrecerse de voluntarias, aportando víveres, herramientas y medicamentos.
De los 19 niños que no lograron salir con vida, poco se sabe; de los 11 que sí fueron rescatados existen algunos videos de los primeros momentos en que fueron sacados con llantos y con heridas. Las familias de alumnos fallecidos optaron por la privacidad, lo mismo que las de los seis adultos, incluida la mujer de 58 años cuyo cuerpo fue recuperado a las 5:30 am del jueves.
La noche del miércoles, los cielos de la ciudad se nublaron y se desgajaron en un aguacero que no detuvo las labores de rescate en todos los puntos afectados. Se corrió el temor de que la lluvia reblandeciera los materiales derruidos y terminara por aplastar a los posibles sobrevivientes. El rescate se convirtió en una lucha contra el tiempo. Finalmente la lluvia cedió.
Invaden solidarios calles de Xochimilco
El miércoles a mediodía, los voluntarios sobraban en las afueras del colegio Rébsamen, así que se corrió la voz de que en el barrio de San Gregorio, delegación Xochimilco, era necesaria la ayuda de manos para descombrar y ofrecer víveres y medicamentos. De inmediato se armaron las brigadas que partieron a la zona lacustre de la ciudad, golpeada también por el sismo.
Decenas de caravanas de motociclistas, ciclistas, camionetas, camiones de volteo y automóviles congestionaron las entradas al centro de la delegación, portando cartulinas que anunciaban la marcha a San Gregorio. Por la mañana, el jefe delegacional, Avelino Méndez, aseguró a los medios que ocho personas habían fallecido en el sismo y por lo menos 350 viviendas resultaron dañadas en toda la delegación. También hay bardas colapsadas, transformadores descompuestos -lo que prolongó un apagón en varios sectores- y preocupación en la ciudadanía.
La ayuda de voluntarios llegó por todos lados. Muchos avanzaron a pie por Santa María Nativitas, con palas, picos y víveres en las manos. Otros llegaron a recoger escombros en camiones de volteo. A la entrada de San Gregorio se armaron cadenas humanas por donde el agua, los alimentos y medicinas no dejaban de fluir.
A la entrada del barrio, una mujer señaló con un dedo dónde se precisaba la ayuda para descombrar. Aparentemente no había personas atrapadas, el sector de calles desiguales y pequeñas lomas, lo que en realidad requería era la mano de cientos para limpieza. “Lo que sí vamos a necesitar es apoyo para levantar lo que se destruyó”, comentó Susana, vecina del lugar a la que se le cayó una barda.
A las tres de la tarde se perifoneó para que los voluntarios cesaran de pasar a San Gregorio: “Tenemos exceso de voluntarios, lo que necesitamos son médicos, paramédicos y cualquier especialista”, iba gritando un joven con un altavoz.
Pero nadie quería quedarse atrás, así que el del altavoz, ante un mundo de gente, pidió que también pasaran hacia la zona devastada los que trajeran víveres. De todos modos, entre casas derrumbadas, las manos sobraron en San Gregorio, y todos los apoyos siguieron fluyendo hasta la noche, ayudando a paliar la desgracia de los habitantes de esta zona de Xochimilco.
“Ya estamos aquí, queremos ayudar”, dijeron unas jóvenes ataviadas con chalecos y cascos, cargando cuerdas, agua embotellada y picos. Las labores continuaron hasta la noche.
Rescate en la colonia Roma
En la Roma Norte, de entre las ruinas del Edificio 286 de la Avenida Álvaro Obregón, que se vino abajo en medio de una polvareda, rescatistas civiles y marinos lograron sacar con vida a tres personas después de la lluvia pasadas las nueve de la noche del miércoles.
Por horas estuvieron intentando ingresar por una abertura en una de las plantas colapsadas, y a través de un agujero de alrededor de un metro cuadrado, utilizando cuerdas, sacaron a Paulina Gómez, Lucía Zamora e Isaac Ayala.
Uno de los rescatistas presentes publicó en su cuenta de Facebook: “Hoy después de 36 horas metido en escombros hubo muchas malas noticias, pero no nos íbamos a retirar hasta llegar a la burbuja. Lo logramos”, y enseguida difundió un video en el momento en que Paulina era elevada con una cuerda, ayudada por otro rescatista. Aplausos y bromas. De este edificio se estableció, hasta el cierre de edición, que se había rescatado a 28 personas y las labores continuaban.
Cifra en aumento
Las noticias de rescate de personas con vida se multiplican, y parece que de los muertos pocos quieren hablar. Más de 30 horas después del temblor, el gobierno capitalino informó que la cifra de fallecidos era de 100, hasta que el jueves 21, el jefe de Gobierno confirmó que la cifra era de 127. De heridos aún no había datos oficiales.
Del edificio de la calle Coquimbo de la colonia Lindavista, alrededor de las 3:30 pm del miércoles, fue rescatado José Luis Ponce, de 77 años, quien estaba en la segunda planta.
En cambio, en la Avenida Torreón, pegado a Viaducto, en la Roma, los reportes señalan que al parecer en el transcurso del miércoles fueron retirados tres cuerpos. Información que tampoco fue precisada. Del edificio que se derrumbó en Medellín y San Luis Potosí, del mismo sector, tampoco los datos fehacientes fluyeron.
Durante el jueves los trabajos de rescate se enfocaron en la bodega de textiles de la colonia Obrera, por la calle Simón Bolívar y Chimalpopoca, donde se encontraban decenas de personas, algunas pudieron salir debido a que el edificio se vino abajo segundos después del temblor. Allí fueron rescatadas alrededor de 20 personas y se reportó el deceso de cinco costureras.
Al cierre de esta edición, rescatistas y voluntarios se encontraban solicitando herramientas de trabajo para continuar con las labores de rescate, pues se hablaba de que aún se encontraban varias personas atrapadas bajo los escombros de Chimalpopoca.
Los rescatistas comentaron que por la mañana rescataron a una de las trabajadoras, y se estima que alrededor de ocho permanecían sepultadas bajo los escombros, de ahí que se pedían las herramientas para continuar los trabajos.
A través de las redes sociales, más confiables para muchos, se movilizaron a cientos de personas que deseaban ayudar para otros puntos de la Capital, así como el exterior: “Estamos full de víveres en CDMX, pueblos de Morelos y Estado de México requieren ayuda”, comentó la usuaria Nayeli Rivas en su cuenta de Facebook.
El Gobierno de la Ciudad de México emitió la declaratoria de emergencia al ser publicada la medida en la Gaceta Oficial de la ciudad. Para el recuento de los daños, desde la organización civil y de las áreas gubernamentales se empezaron a solicitar a especialistas como ingenieros y arquitectos para iniciar la etapa de evaluación en edificios que sufrieron daños y permanecen de pie.
Al cierre de esta edición de ZETA, tampoco había cifras exactas. El Presidente Enrique Peña Nieto afirmó en cadena nacional que todavía se buscaban a sobrevivientes en diez edificios colapsados de la CDMX. El dato preliminar dado por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, era de 44 edificios derrumbados en sectores como la Roma, Condesa, Del Valle, Lindavista, Obrera y varias colonias de Tlalpan.
Morelos, resurgir entre los escombros
Era la una de la tarde con 14 minutos del martes 19 de septiembre. Un fuerte sismo sacudió a Morelos, llevando la peor parte la ciudad de Jojutla, una pequeña comunidad de poco más de 51 mil habitantes localizada en la región sur del Estado. Por todas direcciones se escuchaban gritos, las paredes crujían, al interior de las casas volaban botellas, floreros, platos, televisores y cuadros de fotografías. En las calles la gente caminaba dando tumbos y se tropezaba. Algunos lugareños pensaban que la tierra se abriría y se los tragaría. Luego de un minuto, tal vez el más largo de sus vidas, vino la calma, pero con ella una inmensa nube de tierra cubrió la ciudad.
En total, 14 personas murieron en esa comunidad y poco más de mil 800 viviendas, negocios y edificios públicos se colapsaron o sufrieron severos daños. El edificio del Ayuntamiento se derrumbó casi en su totalidad, provocando la muerte de dos personas que realizaban trámites y una empleada del Registro Civil. La Unidad Habitacional Higuerón se dañó en un 50 por ciento. El Hospital General “Doctor Ernesto Meana San Román” fue desalojado. Todas las escuelas presentaron afectaciones y miles de personas quedaron en pánico.
En 14 de los 33 municipios también hubo severos daños. El último reporte oficial es que 69 personas murieron y 196 quedaron heridas, 15 de ellas de gravedad ante lesiones causadas por derrumbes o colapsos de negocios y viviendas. Además, 20 personas más se encontraban en calidad de desaparecidas.
En Puebla, el panorama no era menos alentador. Hasta la noche del miércoles, el gobierno estatal contabilizaba 41 personas fallecidas, 127 lesionadas, 7 desaparecidas, así como afectaciones en 9 mil 772 viviendas, 17 hospitales y 12 derrumbes. Sin contar las decenas de iglesias que se vieron afectadas. Además, 112 municipios, de 217, se encontraban en situación de emergencia.
“No ha venido ninguna autoridad”
La señora María de Carmen Barrios Arredondo se encontraba almorzando con David, su esposo, cuando su casa literalmente se les vino encima. La vivienda se encuentra en un segundo piso de la calle Pensador Mexicano, colonia Centro, en Jojutla.
“Terminaba de almorzar cuando ocurrió el sismo. Nunca había tenido una experiencia de este tipo. En la parte de arriba se siente espantoso y yo mi esposo, que es una persona de la tercera edad, no podíamos correr”.
La casa de María del Carmen quedó con serios daños en la estructura. Una barda se cayó, las paredes se cuartearon, mientras que en el interior todo es un caos. Pareciera que un huracán categoría 5 pasó por dentro y no tuvo piedad con sus pertenencias.
La vivienda o lo que queda de ella, se localiza en una de las zonas más afectadas por el sismo. A menos de 15 metros de allí, la señora Patrocinio no corrió con la misma suerte que su vecina María del Carmen. A ella la pared de su humilde vivienda, construida de adobe, se le vino encima y quedó enterrada entre los escombros. Un grupo de jóvenes del barrio tuvieron que escarbar y remover objetos para rescatarla, pero sin vida.
Otra señora de 92 años, que vive frente a la casa de María del Carmen, salvó la vida de milagro. Aun cuando el 70% de su vivienda se vino abajo, incluido el techo, solo salió con un rasguño en el brazo.
A más de 24 horas del sismo, dice María del Carmen, ninguna autoridad civil los ha visitado para observar los daños, cuantificarlos y ofrecerle alternativas en lo que reconstruyen su patrimonio, a pesar de vivir a poco menos de 100 metros del colapsado edificio del Ayuntamiento.
“Los únicos que han venido son los militares. Me preguntaron en qué me podían ayudar y yo les dije que retiraran los escombros de la barda para poder entrar a la casa y recuperar algunas pertenencias”, compartió.
Elida Figueroa, vecina del municipio de Zacatepec, a poco más de 3 kilómetros de Jojutla y que reporta la muerte de seis personas, sufrió la pérdida total de su casa y varias de sus pertenencias. La vivienda estaba sostenida con un caballete, que al caerse provocó la caída de los muros. Si bien quedan algunas paredes de pie, caerán en cualquier momento.
Justo cuando ocurrió el sismo, Elida no estaba en la vivienda. Se encontraba trabajando en el campo, como jornalera, cuando sintió que la tierra se movía abruptamente y tronaba. “Mi temor era que se abriera la tierra y me tragara”.
Tras el sismo, Elida habló con un sobrino que vive muy cerca de ella, para que fuera a revisar el inmueble. “Me dijo que se había caído y en algún momento pensé que se trataba de una broma, pero era cierto”.
— ¿Qué le dice la autoridad, que alternativas le ofrece?, se le preguntó.
“No han dicho nada. No hemos tenido ningún tipo de acercamiento con ellos, los únicos que vinieron fueron los militares y eso porque rescataron los cuerpos sin vida de tres personas que quedaron atrapadas en su casa, pero así como llegaron, se fueron”.
Los héroes de la tragedia
Ante la falta de apoyo oficial por parte del Ejército, equipos de rescatistas de Protección Civil y autoridades estatales y municipales, los ciudadanos se han organizado para brindar apoyo y hacer labores de rescate.
Cuando ocurrió el sismo, Jesús platicaba con sus amigos afuera de una ferretería que se ubica a una cuadra del Ayuntamiento de Jojutla, cuando se dio cuenta que la tierra tronaba y la gente gritaba desesperadamente.
Después una nube de polvo se apoderó de Jojutla. “Todo fue rápido, se escuchó cómo tronaba la tierra. Y luego, pues ya, la desesperación”. Una vez que la nube de polvo se diluyó Jesús caminó entre los escombros con precaución. Por instinto se protegió, pero al escuchar los gritos, se dio cuenta que necesitaba hacer algo y rápido.
Primero sacó a un señor que quedó atrapado en su coche, con el pie partido en dos. Más adelante, sacó a otra persona de los escombros. También ayudó a una señora con sus tres hijos que quedaron atrapados debajo de una losa. “Era tanta mi desesperación… lo que yo quería era sacar a la gente, no tener miedo de que me fuera a pasar algo malo. Y bueno, al último sí lloré, porque no aguanté, sentí muy feo”.
Lo mismo le ocurrió a Edgar, sobrino de Elida, la mujer cuya vivienda colapsó en Zacatepec. Este hombre fue a ver los daños causados a la casa de su tía cuando se dio cuenta que cuatro albañiles, que trabajaban en una construcción de dos pisos contigua, se encontraban atrapados entre los escombros.
“Éramos alrededor de 20 a 30 personas que nos dimos cuenta que los cuatro trabajadores estaban enterrados entre los escombros, así que decidimos actuar”.
Edgar y los vecinos retiraron los escombros. Lograron rescatar a tres trabajadores con lesiones leves, pero un cuarto quedó prensado e inconsciente. A este cuarto trabajador no lo movieron y esperaron a que llegaran los paramédicos para sacarlo. Finalmente, el trabajador fue rescatado, pero sin vida.
“Cualquiera hubiera hecho lo mismo. Aquí se ve la calidad humana. Es una situación que no te esperas, entonces con el corazón en la mano brindé la ayuda y la seguiré brindando. Aquí estamos disponibles para lo que sea”, finalizó.
Calles atiborradas de ayuda
En Jojutla y Zacatepec, Morelos, la ayuda fluye. Cada hora, cientos de personas ingresan a estos municipios en vehículos o camionetas repletos de víveres, agua, ropa, maquinaria pesada y herramientas de trabajo. Además, vecinos de la zona, que no resultaron afectados por el sismo, se han organizado para recibir y clasificar la ayuda.
Por la Avenida Lázaro Cárdenas, la calle principal de Jojutla, vehículos marchan a vuelta de rueda y es un caos transitar por la zona. La gente llega de Cuernavaca, Jiutepec, Toluca, y otros municipios del centro del país que no resultaron afectados por el sismo.
Sinhuel, originario de Cuernavaca, es estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Junto con 40 de sus compañeros se coordinaron para llevar apoyo humanitario a Zacatepec y Jojutla. Luego de convocar a la solidaridad a través de redes sociales, los jóvenes universitarios lograron reunir tres camionetas y vehículos con víveres, agua y ropa.
“Todos como país tenemos que hacer algo por el prójimo, a cualquiera nos pudo pasar y lamentablemente ocurrió en una zona que económicamente no se encuentran bien”.
Sinhuel reconoció que al igual él y sus compañeros, decenas de grupos estudiantes se han organizado para enviar el apoyo recolectado.
Alejandro Meneses, originario de Toluca, es otro de los voluntarios que ha brindado apoyo para las personas de Zacatepec: “Me mueve venir porque nunca veo a mí país unido, y desgraciadamente cuando ocurre una tragedia es cuando nos unimos”.
Desde el día del sismo, él y cuatro amigos se dieron a la tarea de recolectar algunos víveres, tomar un coche y recorrer las zonas afectadas para brindar apoyo y ofrecerse como voluntarios.
Asegura que le ha costado trabajo llegar a un lugar donde realmente se necesita su ayuda: “Me causa mucha impotencia ver cómo hay mucha gente haciéndose protagonista. He recorrido algunos lugares donde hay más de mil personas de las cuales solo 200 están haciendo algo y otras 800 están haciendo bulla. La fuerza debe llegar adonde tenga que llegar y no adonde crean que los van a ver. Si no vas a marcar diferencia, mejor quédate en tu casa”. (Con información de Francisco Sandoval)
Numeralia sísmica
El sismo ocurrido el 19 de septiembre provocó importantes daños en la Ciudad de México, Puebla, Morelos y el Estado de México, cobrando la vida de cientos de personas.
Leonardo Ramírez, especialista de Instrumentación Sísmica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estima que 12.4 millones de personas estuvieron expuestas al movimiento telúrico.
El siniestro ocurrió exactamente 32 años después del temblor de 1985, de 8.1 grados de magnitud en la escala de Richter y que dejó miles de muertos. Y doce días después del sismo de magnitud 8.2, registrado el 7 de septiembre de 2017, el más poderoso desde 1932 en el país, que causó 98 muertos: 78 en el Estado de Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
Hasta las cinco de la tarde del jueves 21 de septiembre, las cifras de lo que arroja este sismo son las siguientes:
CDMX
Se reportaron 142 personas fallecidas, 64 mujeres y 36 hombres, y 53 personas rescatadas gracias a las tareas de remoción de escombros que realizan brigadistas y voluntarios.
Entretanto, 224 escuelas resultaron dañadas, 38 inmuebles sufrieron graves afectaciones y alrededor de 700 mil personas están afectadas por el desabasto de agua en la zona sur, particularmente en las delegaciones Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco.
Dos inmuebles han recibido especial atención públicos, el Colegio Enrique Rébsamen, en Villa Coapa, reportó el fallecimiento de 25 personas, 19 son niños y seis adultos, además, se rescataron once menores con vida. Y el Tecnológico de Monterrey informó que al menos cinco personas fallecieron en el campus.
Más de mil 900 personas han recibido atención médica en instalaciones de Salud.
En las labores de servicios de emergencia participan 50 mil trabajadores, también se dispusieron 3 mil 500 brigadistas del programa gubernamental “Médico en tu Casa”, quienes recorren las zonas aledañas a los derrumbes, además de brigadistas de diversos estados de la República que están colaborando, entre ellos Baja California.
Para estas labores, 70 soldados de Israel arribaron a la ciudad para apoyar en los trabajos de rescate: 25 ingenieros, especialistas en rescate, personal médico y técnico, aunado a rescatistas de El Salvador, Francia, Suiza, Alemania, Chile y Panamá.
Debido a la situación, el miércoles 20 de septiembre, en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México se publicó la Declaratoria de Emergencia en las 16 delegaciones de la Capital.
Puebla
Se registraron 43 personas fallecidas y 46 edificios sufrieron estragos materiales, 900 escuelas reportan afectaciones y se clasificaron 12 zonas con derrumbes.
Información oficial indica que 127 personas fueron enlistadas como lesionadas, siete como desaparecidas, además de afectaciones en 17 hospitales, 141 templos, 279 escuelas y 9 mil 772 viviendas. Al cierre de esta edición se habían abierto seis albergues oficiales.
La Mixteca poblana, Atlixco e Izúcar de Matamoros son las zonas con mayores afectaciones por el sismo, y se anunció que 112 municipios fueron incluidos en la Declaratoria de Emergencia.
En Puebla Capital, se presentaron ocho decesos, 19 heridos en diferentes hospitales y al momento no hay información de desaparecidos; también hubo afectaciones en 46 inmuebles, 198 instituciones educativas, 64 templos y cinco hospitales, por lo cual 64 brigadas trabajan con más de 500 personas para hacer los recorridos.
También se desplegaron 922 elementos en los municipios afectados: 652 de Policía Estatal, 234 de Vialidad Estatal y 36 de Bomberos; de igual forma, se integraron 260 elementos del Operativo Fuerza Conago.
Morelos
De acuerdo al censo que realizó el Gobierno del Estado, el número de personas que perdieron la vida por el sismo es de 97, de los cuales 44 fueron identificados y entregados; 292 personas fueron hospitalizadas y cuatro se encuentran desaparecidas. Alrededor de 10 mil viviendas sufrieron algún tipo de daño, 48 de estos inmuebles son escuelas.
Asimismo, 13 de 33 municipios resultaron afectados, principalmente Jojutla, donde se presentaron 2 mil viviendas afectadas, 100 de ellas destruidas en su totalidad y con 19 muertos.
En lugares como Tetelea del Volcán hay 200 viviendas afectadas y Playacapan presenta severas afectaciones.
Cerca de 200 inmuebles históricos están dañados principalmente en los pueblos mágicos y también hay afectaciones en Tlatenchi, Higuerón, Colonia Pedro Amaro y Cuernavaca.
En cuanto a carreteras, se estima que el daño es de 427 millones de pesos, ya cuantificado.
Cuentan con cerca de 43 albergues, todos tienen alimentos y atención médica.
Estado de México
Se informó de 13 fallecidos, se reportaron 34 heridos y 600 escuelas dañadas, además de afectaciones en bardas y dos cúpulas de iglesias que cayeron, sin que haya casas o edificios colapsados.
Guerrero
Reporta seis fallecidos y 93 escuelas dañadas. Los municipios más afectados fueron Atenango del Río, Huitzuco, Tepecoacuilco, Copalillo y Taxco.
Centros de acopio
Ante los estragos propiciados por los sismos del 7 y 19 de septiembre, algunas oficinas de gobierno, instituciones educativas y organismos de la sociedad civil en el Estado instalaron centros de acopio en apoyo a las víctimas.
Los donativos que se requieren son: arroz, lentejas, frijoles, sopa de pasta y galletas. Enlatados abre fácil como atún, sardina, frutas y verduras, leche en polvo, alimento para bebé en bolsa, azúcar, café y chocolate.
También se recibirán artículos de higiene personal como jabón de tocador líquido, champú, toallas húmedas, rastrillos, pañales, toallas femeninas, pasta y cepillos de dientes, papel de baño y cobijas.
Centro de Gobierno del Estado
Tijuana: Avenida Paseo Centenario, Zona Río.
Mexicali: Calzada Independencia y Héroes número 994, en el Centro.
Ensenada: Carretera Transpeninsular Ensenada-La Paz número 6500, ex Ejido Chapultepec
DIF Estatal
Tijuana: Paseo del Río número 6620, Tercera Etapa del Río.
Mexicali: Avenida Obregón número 1290, Sección Calle D y E, Centro.
Ensenada: Calle 4 número 144, Colonia Centro.
Sedesol
Tijuana: Calle José Clemente Orozco número 2343, Zona Urbana Rio; Bulevar Salinas número 11360.
Ensenada: Avenida López Mateos número 1306.
Mexicali: Avenida de los Pioneros, Palacio Federal, Centro Cívico.
Ayuntamiento de Tijuana y DIF Tijuana
Paseo Centenario, Zona Río; Bulevar Insurgentes número 1760, Fraccionamiento Los Álamos, frente a Parque Morelos.
UABC
Tijuana: Calzada Universidad, Parque Industrial.
Mexicali: Avenida Álvaro Obregón y Julián Carrillo s/b, Colonia Nueva.
Ensenada: Carretera Tijuana-Ensenada número 3917, Playitas.
Otros de los lugares de acopio en Tijuana son:
Museo El Trompo
Libramiento los Insurgentes s/n, Tercera Etapa del Río.
Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”
Prolongación Paseo de los Héroes número 11161, Zona Urbana Rio.
Instituto Tecnológico de Tijuana
Calzada Tecnológico s/n, Colonia Tomás Aquino.
Cruz Roja
Alfonso Gamboa s/n, Segunda Etapa del Río.
Movimiento de Resistencia Estatal de Baja California
Escuela Primaria “Carmen Serdán”, Paseos de Guaycura s/n, Fraccionamiento Guaycura.
Franz Praga Café
Calle Sexta número 8292, entre Revolución y Madero.
Blue Luna Café
Todas sus sucursales de la ciudad.
CUT Universidad de Tijuana Campus Altamira
Avenida J número 1010, Colonia Altamira.
CETYS Universidad
Calzada CETYS número 813, Colonia Lago Sur.
Universidad Xochicalco
Vía Rápida Alamar Poniente, Colonia Los Álamos.
Macroplaza
Avenida Insurgentes, Colonia Lago Sur.
Otros puntos en el resto de los municipios:
Palacio Municipal Mexicali
Calzada Independencia número 998, Colonia Centro.
DIF Municipal Mexicali
Calzada CETYS, Colonia Rivera, a un costado de Plaza San Pedro.
*Todas las oficinas de las delegaciones municipales.
IMSS Mexicali
Calzada Cuauhtémoc número 300, Colonia Aviación.
DIF Municipal de Ensenada
Bulevar Reforma y Ramírez Méndez; DIF Floresta, en la calle del mismo nombre, Zona Centro.
*Todas las oficinas de delegaciones municipales.
Administración Portuaria Integral
Bulevar Teniente Azueta número 110, en el recinto portuario de Ensenada.