Nuestro Estado siempre fue punta de lanza del desarrollo y el progreso en nuestro país. Fuimos un Estado de empleo pleno, pues el desempleo era muy bajo; pero, todo cambió a partir de la famosa reforma estructural hacendaria que aprobaron el PRI y el PAN, cuando subieron el IVA, al 16% y desaparecieron la zona libre.
Hace cuatro años, el 11 de septiembre de 2013, escribí: “La reforma hacendaria, un ataque a los fronterizos”.
No podía creer lo que estaba leyendo, el idiota que redactó la exposición de motivos de la reforma recaudatoria, que no hacendaria, porque no incentiva ni la inversión, ni el empleo, nos degrada e insulta a los fronterizos. Sus comentarios para justificar las modificaciones legislativas muestran una enorme ignorancia, desprecio y falta de respeto a las sociedades fronterizas del norte…
La iniciativa presidencial castiga a la frontera y a los fronterizos por ser más trabajadora que el resto del país. Sí, aunque no lo crean. Cómo hemos conquistado el desierto con el trabajo de muchas generaciones y le damos cabida a miles de compatriotas que llegan diariamente del centro del país a buscar trabajo que no encuentran en sus comunidades. En lugar de premiarnos porque le ayudamos al resto del país a resolver sus problemas de desempleo y pobreza, nos castigan. Nos acusan de que echan en cara que tenemos un mejor nivel de vida que el resto del país, sin ponerse a analizar que si miles de familias tiene refrigerador, tv, carro u otros enseres, estos son de segunda mano y se sirven de los deshechos de la sociedad norteamericana.
La reforma propone aumentar cinco puntos al IVA y nos acusan de que no queremos pagar más. ¡Qué equivocados están! Lo que no queremos es que nuestras empresas pierdan competitividad ante las gringas, para que no se desplace el consumo al otro lado de la frontera, lo que seguramente sucederá, al subir más de 40 % el impuesto del IVA.
Apunta la exposición de motivos que, como tenemos varios aeropuertos por estado, a diferencia de los del sur, que sólo tienen uno o dos, somos privilegiados; por ellos debemos pagar más. Como aquí tenemos más celulares y computadoras, nos deben de quitar los supuestos privilegios de una tasa menor del IVA. ¡Qué idiotas!
La verdad es que nunca nos entendieron, ni siquiera lo han intentado. Nos ven como gente ajena al desarrollo nacional, casi como extranjeros. Hacienda ha sido siempre nuestra enemiga. A muchas reformas que me opuse como senador y logré impedirlas, la información me la proporcionaba la ahora Secretaria de Economía. Las reformas hacendarías nos pegaron mucho. Dejamos de ser competitivos. Cuando desapareció la zona libre, como consecuencia, quebraron negocios tan importantes de la economía local, como el grupo Dorian’s.
En 1994, cuando fui candidato a Senador, planteé hacer de la frontera norte, aprovechando la industria maquiladora y la zona libre, la creación de un polo de desarrollo nacional. Que la frontera norte fuera la base del crecimiento industrial del país; por supuesto que mi planteamiento fue ignorado y nadie me apoyo. Recientemente, Mario Escobedo elaboró un documento para la creación de una nueva zona franca. Se lo dio a Peña, Videgaray, a los diputados del PRI, pero nada pasó, como ocurrió conmigo en 1994. Él también fue ignorado por estos personajes, pero finalmente alguien creyó en la propuesta, quien menos lo imagine: Andrés Manuel López Obrador.
Sí, amigo, recientemente el “Peje” fue invitado a Washington, al Wilson Center. Ahí, de manera sencilla, Andrés Manuel planteó la creación de una nueva frontera norte mexicana, basada en el empleo, desarrollo y fortalecimiento de los valores. En esta visión pejista de ser Presidente, bajaría el IVA del 16 actual, al 8%, con lo que nuestras empresas podrían competir en precio y calidad con California. López Obrador planteó reducir también el impuesto de la renta que está entre el 33 al 35% de lo que ganamos, a una 20% parejo, medida de gran importancia para la clase media de la frontera norte.
Además, Andrés Manuel propuso hacer de la frontera norte de México, la última línea de defensa de la dignidad de los mexicanos, buscando que, con mejores salarios y mejores opciones de vida, los mexicanos no vayan a subsidiar la economía americana con su mano de obra barata y se queden mejor en el país a trabajar, en donde sus derechos humanos serán respetados.
La propuesta la veo sensacional. Espero que de verdad se logre.
Amador Rodríguez Lozano, es tijuanense. Ha sido dos veces diputado federal y senador de la República por Baja California; fue también ministro de Justicia en Chiapas. Actualmente es consultor político electoral independiente y vive en Tijuana. Correo: amador_rodriguezlozano@yahoo.com