Raúl Flores Hernández, alias “El Tío”, detenido el pasado 20 de julio por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), en Zapopan, Jalisco, fue trasladado la mañana de este jueves al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1, El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Así lo confirmó Patricia Mercado Castro, secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, quién también abundó en entrevista con Radio Fórmula, que no sabían de la peligrosidad de “El Tío” hasta que vieron la información en los medios.
Ayer había sido trasladado a la Ciudad de México e internado en el Reclusorio Sur, en espera de su proceso de extradición, según lo informó la Procuraduría General de la República (PGR).
“El Tío” había sido trasladado ayer a la Ciudad de México para ser puesto a disposición del Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Federal, con sede en el Reclusorio Sur, quien le dictó prisión preventiva, indicó la PGR a través de una tarjeta informativa.
El presunto narcotraficante de 65 años de edad, originario de Jalisco, es requerido por la Corte Federal de Distrito de Columbia, en Estados Unidos, para ser procesado por el delito de asociación delictuosa, por distribuir cinco kilogramos o más de cocaína.
“El Tío” fue señalado por la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de los EU, como líder de un grupo delincuencial, “Los Flores”, en el que vinculó como testaferros al futbolista Rafael Márquez Álvarez y al cantante Julio César Álvarez Montelongo -mejor conocido como “Julión”- y a 19 personas más, así como a 42 empresas.
En 2013 ingresó al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 4 del Noroeste, “El Rincón”, en el municipio de Tepic, en Nayarit, por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Sin embargo, obtuvo su libertad en el 2015.
Según las investigaciones de las autoridades estadounidenses, aunque el presunto narcotraficante operó de forma independiente, conservó alianzas estratégicas con el liderazgo del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La dependencia federal aseguró que sus vínculos con estos cabecillas de los cárteles permitieron que la organización criminal de Flores funcionara con éxito desde los años 80 del Siglo pasado, en Guadalajara y en la Ciudad de México.