Jorge Fernández González fue detenido este martes por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, como el presunto responsable del asesinato de su esposa, la ciudadana española llamada María del Pilar Garrido Santamans -de 34 años de edad-, crimen acontecido el domingo 2 de julio.
El hombre -quién tardó dos días en denunciar a los hechos- afirmó que su cónyuge había sido presuntamente privada de su libertad por dos hombres armados, mientras viajaba en automóvil en la carretera que va desde Soto La Marina a Ciudad Victoria, junto con él y a su hijo -un bebé de un año de edad-, cuando la familia volvía de pasar un fin de semana en la playa La Pesca.
La mujer que según la Procuraduría estatal murió asfixiada, era originaria de Massalavés, un pueblo de Valencia, además de periodista de formación, y había llegado a México hacía tres años. Deesde entonces vivía con su marido en la capital de Tamaulipas.
Según el diario español El País, el teléfono móvil de Pilar Garrido dejó de funcionar apenas una hora después de su supuesta privación de la libertad, y que el grupo de hombres armados que había denunciado su marido, no se habían llevado nada de sus pertenencias, ni tampoco dinero, por lo que se descartaba el móvil del robo.
El esposo presuntamente denunció lo ocurrido ante la Procuraduría Genral de Justicia Estatal y la familia, enterada, hizo lo propio ante autoridades españolas. Decidieron hacerlo público casi dos semanas después. Según explicaron, de haberlo hecho antes, “podrían haber entorpecido la investigación”.
Según el diario El Mundo, al conocer el caso, la Policía Nacional española activó el protocolo dando cuenta al Grupo de Extorsiones y Secuestros y a la División de Cooperación Internacional del cuerpo de seguridad.
El semanario Proceso señaló que la denuncia del esposo fue presentada ante la Policía Federal, no obstante, en las labores de búsqueda de Garrido participaban elementos de la Policía Estatal Fuerza Tamaulipas e investigadores de la PGJ de Tamaulipas.
El marido sostuvo su versión todo este tiempo, también cuando los investigadores desvelaron que habían encontrado restos óseos junto a la carretera de la playa, mismos que resultaron ser de Pilar.
“Es decir, que Pilar estaba muerta y que sus restos estaban junto a la carretera, la misma de la que, según Jorge, se la llevaron.”, indicó el diario español El País.
La Procuraduría dice que “se encontraron diversas contradicciones en el dicho del esposo, lo cual llevó a redireccionar la búsqueda. Eso permitió que en la décima búsqueda, el 26 de julio, se localizaran diversos restos óseos”.
Esas contradicciones tienen que ver, según ha podido saber el rotativo europeo, con los tiempos que manejaba el marido, lo que dice que tardó en volver a su casa el día del supuesto secuestro. “No cuadraba”, señaló el medio extranjero.
En una entrevista realizada hace más de un mes, y publicada en el diario El Universal, la hermana de la víctima defendió a su cuñado: “Fue una situación muy rápida. Él intentó defenderla, pero lo amenazaron con matarla. Desde entonces se ha volcado: ha llamado a todas las puertas para impulsar la investigación, y ahora está solo con el niño. Lo están pasando muy mal”, dijo.
