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martes, octubre 1, 2024
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Policía asesinado estaba amenazado

El policía José Luis Núñez López era conocido en la tropa como un agente trabajador y valiente, a veces demasiado valiente, “atrabancado”, lo definieron. Una semana antes de ser acribillado, fue removido del distrito que patrullaba y asignado a vigilar la Dirección de Policía. Sin arma de cargo al momento de su ataque, intentó defenderse con una pistola que llevaba consigo, pero ésta se trabó. Uno de sus homicidas es un adolescente que, de ser encontrado culpable, recibiría una condena máxima de cinco años de prisión. El otro es buscado por la PGJE

En sus cinco años como policía, José Luis Núñez López se dio a conocer entre sus compañeros como un oficial apasionado, aventado y valiente. Recién salido de la Academia de Policía, ingresó al Área de Inteligencia y de ahí pasó al Grupo de Operaciones Estratégicas (GOE).

Su valentía y disposición a veces superaba los límites de lo razonable. Uno de sus supervisores lo definió como “atrabancado”, lo adjudicó a la inmadurez del joven policía, actitud que lo llevó a tener problemas adentro y fuera de la corporación, incluso, refiere el agente, el año pasado José Luis se dio un disparo en la pierna cuando jugaba con su arma.

Aun cuando de manera oficial son inciertos los motivos de su cambio, es sabido que a los policías que tienen alguna problemática, los ubican en lo que llaman puntos fijos, es decir, los sacan de la calle y de los operativos para controlarlos en un área laboral determinada, sin acción y de rutina, era el caso de Núñez López.

El martes 1 de agosto por la tarde, salió de su casa y se despidió de su esposa en el fraccionamiento Jardines del Rubí en Tijuana para iniciar su turno. Uniformado, cruzó la calle para subirse a su vehículo, una camioneta Jeep Cherokee roja.

Dos hombres lo esperaban a la vuelta de su hogar y caminaron hasta él para quitarle la vida. Un disparo en la cabeza, otro en el costado y uno más en la pierna, dejaron al agente tirado en la calle mientras sus atacantes huyeron.

Una de las balas impactó un vehículo cercano.

Los dos hombres corrieron y tomaron rumbos contrarios al final de la calle Ricardo Moreno. Joaquín, el más joven, un adolescente de 16 años, fue capturado por agentes que patrullaban a menos de una cuadra de distancia, quienes se trasladaron al lugar cuando escucharon las detonaciones.

Según los investigadores a cargo del caso, no pasaron más de 30 segundos entre el homicidio y el arribo de los oficiales. A menos de 200 metros de la casa del oficial José Luis Núñez López, se encuentran las instalaciones de la Policía Municipal en la delegación San Antonio de los Buenos.

Se trata del primer elemento activo de la Policía Municipal que es asesinado en la administración de Juan Manuel Gastélum Buenrostro.

Aunque se logró la detención de uno de los homicidas, el otro continúa prófugo. Hasta el cierre de esta edición, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) trabajaba en obtener una orden de aprehensión para el segundo implicado.

El Ministerio Público todavía no define una línea de investigación acerca del crimen, pero allegados al oficial señalan que el joven firmaba todos los partes, a diferencia de otros agentes que prefieren no aparecer en los documentos que acompañan la puesta a disposición de detenidos. En ese contexto, uno de los compañeros del oficial caído mencionó que José Luis  comentó que había sido amenazado por un hombre que detuvo, pero aseguró no estar preocupado por ello, así que no reportó el incidente a los mandos.

 

Sin pistola de cargo, pero armado

Otras circunstancias se suman al contexto del crimen. Una semana antes, al oficial le fue retirada su arma de cargo y se le asignó al cuerpo de seguridad que vigila las instalaciones de la Dirección de Policía y Tránsito en Otay.

A pesar de no contar con su arma asignada, Núñez López se encontraba armado al momento del ataque. Una pistola 9 milímetros quedó a unos centímetros de distancia de su mano derecha cuando el oficial cayó al piso.

Personal de Servicios Periciales, asignado a la PGJE, localizó tres balas sin percutir en el lugar. El policía intentó defenderse de la agresión y accionó el arma, pero ésta se trabó, por lo que tuvo que cortar cartucho por lo menos en tres ocasiones. Sus intentos fueron en vano, no logró disparar.

Antes de ser asignado a la vigilancia de la Dirección de Policía y Tránsito, Núñez López se encontraba en el grupo de apoyo para la delegación Playas de Tijuana. Estos grupos los conforman varios elementos que se encargan de responder a delitos de alto impacto en determinadas delegaciones para auxiliar a los agentes ya asignados a esas áreas.

Meses antes, en diciembre, el oficial salió del GOE, el equipo táctico de la Policía Municipal. Aun cuando en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), este movimiento no se debió a alguna sanción disciplinaria ni hay registro de alguna investigación en contra del agente, superiores refieren que fue debido a su explosivo carácter, pues ello le había llevado a tener problemas en su entorno personal y en el profesional.

Pero con un expediente limpio, Núñez López continuó en el grupo de apoyo hasta que la semana pasada, éste se deshizo. Según versiones recabadas por ZETA, se trató de una medida de precaución para evitar un ataque, ya que se registró una amenaza contra el distrito de Playas de Tijuana, pese a que tal grupo no participó en decomiso de droga o armas significativo, ni una detención relevante.

A pesar que en la SSPM niegan que la asignación del oficial asesinado se haya tratado de una medida disciplinaria, agentes explicaron que la reubicación generalmente obedece “cuando te metes en un problema o te señalan, te sacan de patrullar para que el asunto se enfríe”.

Ninguno de los agentes consultados refirió conocer algún antecedente negativo de Núñez, pero coincidieron en que se trataba de un agente que no temía a los delincuentes.

Dado que su esposa Nayeli, a quien conoció en la Academia de Policía y quien también es agente municipal, no ha declarado ante el Ministerio Público de otras posibles amenazas o conflictos personales, la PGJE concentra la investigación en la labor policiaca del occiso.

Para algunos investigadores, los asesinos parecen ser poco profesionales. No solamente porque uno fue detenido y se recuperó el arma homicida, sino porque huyeron a pie y no en vehículo. Sin embargo, otros elementos apuntan que realizaron tareas de vigilancia previa, puesto que sabían su domicilio y su hora de salida.

 

No más de cinco años de prisión para el detenido

A simple vista, Joaquín, el detenido con el arma homicida a metros de la escena del crimen, aparenta la mayoría de edad. De cuerpo fornido y rostro ancho, alto y con mirada dura, aseguró a los policías ser menor de edad y vivía en la colonia Obrera, en las inmediaciones de donde ocurrió el homicidio.

Lo turnaron al Ministerio Público, donde un médico acreditó que se trataba de un menor de edad; en el transcurso de la tarde del homicidio, la familia de Joaquín llegó a la procuraduría para certificar la edad del adolescente: 16 años.

Por ese motivo, el caso fue trasladado del Área de Homicidios Dolosos al Ministerio Público Especializado en Adolescentes. Joaquín tampoco figura en los registros de detenidos de la Policía Municipal, ni de la Ministerial.

Por tener menos de 18 años, la condena máxima que podría recibir, de ser encontrado culpable, es de cinco años de prisión.

Esto debido a la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes que entró en vigor en junio de 2016 y que establece como pena máxima, cinco años de encarcelamiento en centros especializados.

Lo anterior solo si se trata de delitos graves como homicidio calificado, violación tumultuaria, secuestro, trata de personas y delincuencia organizada. De acuerdo con el Segundo Informe de Gestión del Poder Judicial, referente al periodo 2015-2016, en todo Baja California se radicaron 549 asuntos en materia de adolescentes en los Juzgados, de los cuales 264 concluyeron.

El Juzgado de Tijuana, que integra los casos de Tecate y Playas de Rosarito, presenta el mayor número de juicios penales de adolescentes, con 322 asuntos radicados y 78 concluidos.

Sin embargo, solamente cinco de estos cinco casos se dieron luego de la implementación de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, con una audiencia inicial en Ensenada y cuatro en Mexicali.

Al ser detenido por policías municipales, Joaquín admitió haber participado en el ataque homicida, pero no precisó si él o su acompañante accionó el arma.

La escena del crimen.

Sin embargo, aportó importantes elementos para identificar al segundo implicado, tales como sus puntos de reunión, su nombre y apodo. El hombre identificado cuenta con antecedentes delictivos como robo con violencia.

Con esta información, la PGJE prepara una carpeta de investigación para solicitar orden de aprehensión ante un juez.

Marco Antonio Sotomayor, secretario de Seguridad Pública, aseguró que se exigirá la aprehensión de los autores intelectuales del homicidio de uno de sus agentes.

También consideró que este crimen no amedrenta a su corporación, sino que la motiva a trabajar con mayor fuerza.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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