A pesar de que Cándido Ríos Vázquez
había recibido amenazas recientes del
ex alcalde de Hueyapan de Ocampo, su
muerte es investigada por autoridades
como si se tratara de una víctima
colateral. El noveno periodista
asesinado en el país este año, se
encontraba bajo el Mecanismo Federal
de Protección a Defensores de Derechos
Humanos y Periodistas
Norma Trujillo Báez ,Especial para ZETA “Nuestras armas no disparan balas, disparan verdades”, es la frase que se escucha en un vídeo que grabó y publicó en su cuenta de Facebook, Cándido Ríos Vázquez, oriundo del sur de Veracruz y asesinado el 22 de agosto de 2017, convirtiéndose en el noveno periodista asesinado este año.
Ríos Vázquez fue acribillado junto con el ex inspector de la Policía de Acayucan, Víctor Acrelio Alegría y uno de sus escoltas, frente a una tienda Oxxo de la comunidad Juan Díaz Covarrubias, municipio de Hueyapan de Ocampo.
Según la versión de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), el homicidio no está relacionado con su labor periodística.
“Todos los indicios apuntan a que se trató de un ataque contra otra persona y contra los escoltas de esa persona, es importante esperar a que concluyan las investigaciones”, apuntó el titular Roberto Campa Cifrián.
La grabación da a conocer un conflicto postelectoral en el municipio de Hueyapan de Ocampo, y en ella, Ríos Vázquez pronuncia nombres de las personas con las que tenía problemas, entre estas el ex alcalde Gaspar Gómez Jiménez. Este último le respondió con otro video, en el que amenaza al periodista.
Cándido Ríos Vázquez reportaba en el Diario de Acayucan el acontecer diario en su localidad Juan Díaz Covarrubias, donde habitan 6 mil 091 pobladores, y de algunas otras de Hueyapan de Ocampo, municipio ubicado al sur del Estado.
Desde 2013, el periodista recurrió al Mecanismo Federal de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, ante amenazas y golpes que había recibido del entonces alcalde Gaspar Gómez Jiménez, hechos que se registraron el 14 de septiembre de 2012, por lo que se abrió la investigación ACA/ 793/2012.
En ese entonces el reportero conocido como “Pavuche” dio a conocer, a través de una nota publicada en el Diario del Sur, que la agresión se dio durante una cobertura que hizo de la manifestación de pobladores de la comunidad Las Palmas.
Los manifestantes exigían pavimentación de caminos y fue ahí donde llegó el alcalde, quien agredió al reportero y ordenó al inspector de la Policía Municipal quitarle su cámara y que lo detuviera.
Recientemente, el 13 de agosto, Cándido Ríos subió un video en redes sociales, señalando a políticos priistas de haber cometido delitos electorales en la pasada elección municipal. Ahí nuevamente apareció el ex alcalde, quien compitió nuevamente para la presidencia municipal por la coalición PVEM-PRI.
Sin embargo, ha salido a la luz un video en YouTube, donde el ex munícipe arremete contra la labor del periodista: “Eres una porquería de hombre, ‘Pavuche’. Te lo juro como hombre que donde te encuentre ahora sí nos vamos a romper la madre, tú y yo, como te la rompí una vez estando en el municipio.
“Que te quede claro, ya estuvo. En donde nos veamos, si nos vemos, yo no te voy a matar, no tengo sangre de matar, pero sí llega el momento en que te aburre…”, señala Gaspar Gómez en el video.
Entrevistada, Hilda Nieves Martínez, la viuda de Cándido, sostuvo que la amenaza fue hace apenas ocho días, por ello se cuestiona: “¿De qué sirven cámaras y celulares satelitales si no te van a cuidar la vida afuera?”.
Continuó: “A Cándido no le brindaron del todo la protección porque nunca vi una autoridad en la puerta, pasaban de vez en cuando los policías, ¿quién le iba a cuidar las espaldas? Siempre se lo dije”.
La mujer recuerda que su esposo fue conductor de tráilers, precisamente trabajó con Juan Gómez, el papá del ex alcalde, pero le empezó a gustar el periodismo y así fue haciendo sus notas.
Ganaba 100 pesos al día y como apoyo extra, el medio para el que trabajaba le regalaba ejemplares para que él los vendiera y se ganara un dinero adicional.
Hilda comenta que, como periodista, también se convirtió en gestor, “todo el tiempo era alegre, ayudaba a varias personas, cuando había personas enfermas de cáncer, él iba para que los atendieran. Aquí todo el mundo lo quería”.
Incluso el día de su asesinato, “salió muy temprano con unos serranos del municipio porque tenían un problema y ya no llegué a saber nada de él hasta que me dieron la mala noticia. Él defendía y sacaba de la cárcel a presos que eran encarcelados injustamente, lo buscaban para un problema y él se iba, por eso no me preocupaba”.
Una de las últimas coberturas de “Pavuche” en el Diario de Acayucan fue sobre el saqueo al material pétreo del lecho del río de su pueblo, pero “a Cándido le cortaron las alas”, refiere su hermana Ninfa Ríos Vázquez, y lamenta que “como reportero, creyó que podía volar muy alto”.
Ante este hecho, reporteros del Colectivo Voz Alterna exigen justicia al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para frenar la violencia contra los periodistas y la libertad de expresión: “No más impunidad, queremos resultados en las investigaciones, pedimos investigaciones serias que lleven a la verdad de los homicidios, que no victimicen dos veces a los periodistas asesinados y luego sean difamados por las mismas autoridades”.