De Erika Michelle Segura Covarrubias, se dice que es una abogada preparada. Ha laborado en el Poder Judicial y su último cargo fue como secretaria de Acuerdos. Por eso ahora que el Consejo de la Judicatura lanzó una convocatoria para seleccionar jueces, la abogada decidió participar por una plaza en Ensenada. Su caso como el de otros fue analizado y votado el martes 15 de agosto en el pleno del Tribunal Superior de Justicia de Baja California. Aunque la dama no fue electa juez en Ensenada, pues le faltó un voto para sobrepasar los ocho que logró el seleccionado Efraín Islas Reyna, el caso de Segura Covarrubias provocó una polémica (detallada en una crónica de Eduardo Villa en la página 36 de esta edición de ZETA) que dejó ver a dos notorios bajacalifornianos en la lona. Por lo menos derrotados, dado que en el cabildeo previo para elegir juez a Segura, se vieron inmiscuidos. Para empezar, el senador Ernesto Ruffo Appel, a nombre de quien un personero en el tribunal pedía el voto a los magistrados por la abogada y la eligieran juzgadora, hecho que compró el presidente del Tribunal, Jorge Armando Vásquez, quien votó por ella a la par que sus compadres en el Poder Judicial, hasta que un colegiado se equivocó, dio su voto a alguien más y cuando quiso votar -por segunda ocasión- por la dama, ya no se lo permitieron. El respaldo del presidente del Tribunal a la aspirante fue incluso motivo de discusión en aquel pleno. Ahora sí que recomendada por un senador y por el presidente del Poder Judicial, y no pudo llegar.