El amor es un cristal como diamante, para que no permanezca en bruto, requiere pulirse en cada ocasión.
Lo que pareciera amor, pero carece de consideraciones, solamente está disfrazado de vil egoísmo.
El amor con el que has soñado, debe sostenerse en tres pilares básicos: respeto, firmeza y sacrificio.
La persona que no respete ni se dé a respetar, que es vacilante en sus determinaciones y no sacrifica su egoísmo para quien dice apreciar, no ama, solo utiliza a las personas como objetos.
Si lo que se quiere es solo la posesión del cuerpo, se está actuando de acuerdo a los instintos que son variables y ególatras.
Si se ama realmente, se estiman los sentimientos del alma.
El amor no solo se manifiesta en el corazón como radiante luminaria, también debe tocar la razón con su índice reflexivo y valorador. De otra forma, es sumamente peligroso aventurarlo, pues el corazón usado únicamente ofrece razones que la misma razón no comprende.
La comunicación más elevada de un par de enamorados se fundamenta en la identificación de sus almas, si no es de esa manera, solo se tomará un cuerpo y se desechará, convirtiéndose en una rutina fatal.
Lo ideal es buscar coincidencias con el alma de la otra persona, para que ambos se eleven de su lodo hasta el esplendor de la felicidad.
El alma humana requiere del amor auténtico, como un sediento en el desierto ansía un oasis de cristalinas aguas y de admirable vegetación para que lo cobije con su sombra.
El celo crece solamente cuando la desconfianza abona su terreno. Los celos son sumamente peligrosos si tocan las fronteras de lo enfermizo.
Uno de los mayores tormentos será experimentar amor por alguien que no te corresponde, pero será egoísmo brutal retener a tal persona sin permitirle ser feliz con quien ella ama, porque la libertad es el ejercicio de la voluntad.
Si no se da amor en la medida en que se recibe, no se corresponde con el respeto que nos merece la otra persona. No se trasciende lo terrenal para tocar las estrellas de lo sublime y de lo inmortal. No se logrará encontrar el alma gemela que se sobreponga al deterioro físico de los años y de los padecimientos, porque el cuerpo se desgastará, pero el alma no perecerá jamás.
Si realmente logras hallar el amor cada día que amanezcas, será un fresco ramo de experiencias perfumadas para el gozo sincero de tu corazón. La amistad sincera y profunda puede ser el principio de un auténtico amor. Cultiva la amistad.
Arturo López Delgado
Tijuana, B.C.