En agosto de 2014, Pedro Velasco Manzano conoció en Tijuana a Tarcisio Casas Blanco y José Aurelio Quiroz Casas, dos migrantes mexicanos que buscaban ingresar sin documentos a Estados Unidos. El hombre, quien trabajaba con una banda de traficantes de migrantes, les ofreció el servicio por 11 mil 500 dólares.
De este monto, Velasco Manzano solo recibió una comisión de 200 dólares, pero un juez federal en San Diego determinó que su participación contribuyó a la muerte de los dos migrantes al ser introducidos a la cajuela de un vehículo que cruzó la garita de San Ysidro.
El hombre de 44 años de edad y originario de Oaxaca fue sentenciado a 12 meses de prisión luego de que se declarara culpable de los cargos en su contra por alentar, incitar, ayudar y abusar a migrantes indocumentados.
Después de que Velasco Martínez habló con los migrantes, los trasladó hasta una casa de seguridad en Tijuana, donde permanecieron hasta que sus superiores Nicholas George Zakov y Eduard Ervemac Saavedra -quienes ya cumplen sus condenas en prisión- organizaran el cruce de la frontera.
El 12 de agosto de 2014, Zakov condujo su vehículo Dodge Challender desde Tijuana hasta el cruce fronterizo de San Ysidro con Casas Blanco y Quiroz Casas en la cajuela por órdenes de Saavedra, quien le pagó 3 mil 500 dólares para llevarlos hacia Estados Unidos.
Sin embargo, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) hallaron a los dos hombres, quienes debido a las altas temperaturas registradas ese día y la falta de ventilación, perdieron el conocimiento y más tarde murieron por exceso de calor y asfixia.