Desde hace más de veinte días, Santana Octavio Martínez García, es jefe de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, mismo lapso tiene sin proporcionar su número de teléfono o contactar a los jefes de las otras corporaciones con los que debería estar coordinado. Por ende, el funcionario municipal no genera resultados en los delitos de alto impacto. Quienes lo conocen mencionan que el capitán en retiro es muy organizado y está limpio, pero a pesar de su formación militar, no está apto para la calle. De acuerdo a su currículum, publicado en la página del Estado, Martínez se desempeña en el servicio público de Baja California desde 2010, cuando durante un año fue coordinador administrativo de la Dirección de Policía y Tránsito Municipal en Tijuana; de 2011 a 2014 fue coordinador de armamento en la Policía Estatal Preventiva y, a partir de 2014, le dieron cargos como coordinador operativo y del grupo de reacción inmediata de la PEP. Pero debido a sus escasos resultados, regresó a la coordinación de armamento, de donde lo sacó el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Marco Sotomayor, para encabezar el área de inteligencia municipal de la ciudad más compleja del Estado. Entre las valoraciones para darle la posición, refieren que lo que más pesó fue su cercanía “al Ejército, para mejorar la coordinación”. Al preguntarle si ha dado resultados en sus empleos anteriores, el secretario se limitó a decir que no ha ocupado cargos operativos, por lo que no se le pueden adjudicar resultados. ¿Así cómo pues?