¿A qué se atiene el junior Óscar Morales?
La alegría de la celebración del “cumple” tijuanense de inmediato se esfumó al enterarnos de la agresión (una más de las muchas que ha sufrido) nuestro ZETA. Hasta el momento de escribir esta nota, no contábamos con información directa y fidedigna, pero los asiduos del FB ya habían proyectado distintas versiones. Lo que sí está claro es que la agresión fue directa contra la reportera Isabel Mercado y este medio informativo.
Solo quienes saben que ninguna autoridad se atreverá a castigarlos, pueden llegar a tal grado de cinismo y cometer las peores agresiones contra las personas y, en especial, contra el derecho a informar (los periodistas) y al ser informados (el público lector). Esos delincuentes que se disfrazan de trabajadores del volante y que reciben órdenes del junior Óscar Morales, han decidido seguir por el camino de los agravios. ¿Quién los protege?
Las autoridades, cualquiera que sea su responsabilidad, deben analizar muy bien sus actuaciones y su relación con la ciudadanía. El bien actuar no se basa en pagar boletines, en mentirse a sí mismos. Eso no engaña a la ciudadanía. El malestar es evidente, se comenta en todos los grupos sociales, se los dicen en inserciones pagadas. Hay inconformidad y es serio.
No solo se trata de los muertitos que todos los días aparecen en calles y carreteras, son las inacciones. Son todos los agravios en contra de ciudadanos de los distintos grupos sociales, los que trabajan en humildes sitios o como dueños de grandes empresas. Los que conviven sanamente con amigos y de pronto se les arrebata la vida.
Los chicos que al salir de las aulas se incorporan al movimiento social o laboral y ahí mismo se les arrebata la vida.
Nos preguntamos: ¿La solución será por decreto o porque se cumpla con un buen plan de acción? Las autoridades tienen el mando y deben ejercerlo con inteligencia.
Nota 1.- Desde hace meses teníamos la percepción de que la policía, ocupada como está en perseguir (sin éxito) a los delincuentes, no cuidaba de la ciudadanía común. Por ejemplo, al Palacio Municipal de Tijuana, en cuanto se le avisa que se acercan ciudadanos que pretenden protestar por lo que sea, acuden decenas de policías y lo rodean infinidad de patrullas para “protegerlo”.
Nota 2.- En mayo pasado, como es costumbre, se llevó a cabo la tradicional Feria del Libro y no hubo ningún policía en el crucero del CECUT, los que acudimos, atravesábamos las calles bajo nuestro propio riesgo. Nunca antes se había desprotegido tal evento. Seguramente los policías cuidaban el Palacio Municipal.
Nota 3.- El pasado lunes 10, los cientos de tijuanenses que llegamos al Parque Guerrero para las tradicionales “Mañanitas” a nuestra ciudad que desde hace 28 años se realizan cada año, quedamos sorprendidos. También, por primera vez, los policías brillaron por su ausencia. Quizá no se acercaron porque el señor presidente municipal no tenía contemplado asistir a esta fiesta eminentemente popular.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
