Al Noble y Heroico Cuerpo de Bomberos de Tijuana
Este mes de julio, el día 20, se cumplió un aniversario más del asesinato político del General Francisco Villa, en la ciudad de Parral, Chihuahua, por instrucciones de Álvaro Obregón y de Plutarco Elías Calles. Villa, por dos años (1913-1915), tuvo el control y vio prosperar el norte de México, en la segunda década del siglo pasado, con un ejército popular que llegó a los 50 mil efectivos y modelo de avances en organización, estrategia, valor y patriotismo. Controló el estado de Chihuahua, la estratégica Zacatecas, Aguascalientes y la zona de la Laguna en Torreón, la ciudad de Gómez Palacio y Lerdo, en Durango. Fue un huracán de beneficios sociales, como gobernador creo escuelas, hospitales; además entregó tierras y armas para la defensa de los derechos de los soldados-campesinos, así como atendió con partidas de recursos a heridos, huérfanos y viudas de la revolución.
La recia personalidad de Villa, tuvo una influencia muy especial de dos mártires, Francisco I. Madero y Abraham González, que lamentablemente lo llevaron a romper con el movimiento radical magonista. Villa y sus glorias sociales y militares se fincaron en audaces generales surgidos de rancheros, guerreros, campesinos, ex-bandidos y la clase media ilustrada. Villa tuvo la oportunidad histórica, en sus momentos de gloria (1915), de gobernar el país a no ser por su falta de preparación, de la que era muy consciente. El feudalismo explotador, los abusos de los caciques Creel y Terrazas, levantaron al pueblo en rebelión justa y triunfadora. La población de Chihuahua tenía amplia experiencia para defender con armas sus tierras y repeler exitosamente los ataques de las tribus comanches y apaches que frecuentemente llegaban a saquear el sur.
Hay un personaje estelar que equilibró, en muchos sentidos, a Villa, éste es el general artillero Felipe Ángeles, seguidor de Madero que contaba con formación francesa y provenía del ejército federal de Díaz; por las simpatías que gozaba de amplios sectores zapatistas, villistas y de las mismas clases medias, por no mencionar el respeto y reconocimiento que se le tenía en los círculos de poder en los Estados Unidos y las principales potencias, le valía ser un eje de cohesión política, para ser por méritos propios, Presidente de la República, como en su momento lo fue Lázaro Cárdenas. Ángeles merece muchos artículos por su carácter, propuestas, patriotismo, honestidad ejemplar y capacidad como estratega militar.
Para entrar en materia, recomiendo la interesante lectura del libro de Paco Ignacio Taibo, el cual muestra la biografía de este polémico personaje de la Revolución mexicana. Además de la lectura sinceramente obligada del libro biográfico del austriaco-mexicano, Frederick Katz, que es una reveladora y amplia investigación que da perspectiva histórica y contexto de la vida personal, social, política, diplomática y militar de Villa.
El genio de Villa lo acompañó con omisiones y errores estratégicos de no escuchar a Ángeles para: (1) Acorralar a Carranza y Obregón en Veracruz, donde se refugiaron casi derrotados; (2) de no atraer a las tropas de Obregón a la zona norte para cortarles las comunicaciones y abasto desde Veracruz; (3) de tener paciencia para no atacar; (4) no aprender de las terribles derrotas en Celaya, León y Aguascalientes que casi destruyeron la poderosa División del Norte, al lanzar precipitadamente oleadas de caballería; y (5) no convencer y atraer la cooperación de Zapata a esas batallas claves en la historia y del rumbo de México.
Revisar estas dos obras, con las mejores fuentes, se conseguirá confirma la revolución de papel, la cual efectivamente no tuvimos. Vivimos una estructura social muy semejante al porfirismo, no existe un cambio de fondo que supere las prácticas feudales de concentración de la toma de decisiones, distribución de riqueza, oportunidades y retribución del trabajo, educación, salud, cultura e información. Después de las tiranías de Porfirio Díaz, Madero, Huerta, Carranza, Obregón, Calles y el engendro del PRI, el país sigue dominado en la economía, política y las ideas por una delgada élite de familias y personajes poderosos (oligarcas) que, con el neoliberalismo, se profundiza la desigualdad, entregando los recursos naturales y estratégicos al capital foráneo. Ahí lo certifican las reformas estructurales y energéticas y el agua a empresas transnacionales, como en Mexicali que nos dejará secos en la zona costa de Baja California.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com
