De “trato inapropiado” fue acusada una empleada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por una derechohabiente de la tercera edad, específicamente del “Área de recepción de documentos”, del laboratorio de la Clínica Número 7, localizada en el bulevar Agua Caliente.
María Martínez Alcalá, de 73 años de edad, acudió al nosocomio a las 07:00 a. m., del jueves 15 de junio, para realizarse exámenes de laboratorio. Se colocó en la fila hasta que empleados le refirieron que solamente las personas de la tercera edad podían mantenerse en ella, para lo cual, María acotó la decisión, pero una “empleada de la institución en área de documentos” le señaló que ella no pertenecía a dicha fila y que ella tenía que formarse en otra, lo que hizo previamente. La empleada llegó incluso a tomarla de los hombros “con fuerza inadecuada para decirle usted no”.
No fue hasta que un hombre de la tercera edad le cedió su lugar en la fila, de modo que María pudo ingresar a depositar sus muestras y realizarse los análisis de sangre que requería.
Por esa causa, tanto María como su esposo, Gildardo Noguera, dirigieron un documento al director de la Clínica 7, César Salcido Reggi, para exigirle realizar “las investigaciones pertinentes y aplicar los correctivos que considere justos, a fin de evitar que esta falta vuelva a repetirse”.
En una reunión sostenida el lunes 19 de junio, Salcido Reggi dijo a María que el comportamiento de la empleada va “totalmente en contra de los preceptos que tiene el IMSS”, precisó que ya tiene identificada a la trabajadora y que recibió una “amonestación” de parte del médico, además de ser conminada a “actuar de manera correcta y respetuosa con la derechohabiencia”.