Es común, hasta cierto punto, que en temporada de pre campaña o campaña, quien aspira a un puesto de elección popular, busque por todos los medios sumar liderazgos o personas de diferentes proyectos, de esta manera se manda un mensaje positivo de inclusión.
Hasta aquí todo parece bien, el problema es cuando un candidato empieza de manera desesperada a intentar sumar todo tipo de apoyos sin pasar por el más mínimo filtro que sirva de “control de calidad”. Es el caso de Andrés Manuel López Obrador (“El Peje”) quien en los últimos meses ha sumado a su causa empresarios y políticos de dudosa reputación. En pocas palabras, se ha dedicado a levantar cascajo.
Según marcan las últimas encuestas, “El Peje” detuvo su crecimiento y no se percibe en corto plazo por dónde pueda crecer. Es probable que éste sea el motivo principal de buscar apoyo por todos lados, sea cual sea su origen.
Para ilustrar mejor mencionaré algunos casos:
El empresario Alfonso Romo, quien encabeza el proyecto de “El Peje”, es un regiomontano quien traicionó a su propia familia política haciendo perder millones de pesos a su propio suegro Garza Lagüera. Fue por años muy cercano a Carlos Salinas de Gortari y en su momento, socio del exsecretario de Hacienda Pedro Aspe. Se convirtió en un hombre tan nefasto que fue expulsado del denominado “Grupo de los 10” que lo integran los 10 empresarios más prominentes del estado de Nuevo León. Por cierto, la gran mayoría de empresas que encabezó Alfonso Romo, quebraron.
El recién incluido Lino Korrodi es un personaje obscuro, fue quien financió la estructura paralela al PAN del entonces candidato presidencial Vicente Fox, denominado “Amigos de Fox”. Siempre pesó sobre él la forma en que inyectó recursos poco transparentes. Tan radioactivo terminó siendo para Fox y compañía que nunca le dieron espacio en el Gobierno Federal. Ha intentado acercarse a diferentes partidos políticos y nadie hasta ahora lo había aceptado.
Para Alfonso Durazo, el término coloquial de “chaquetero político” le queda corto. Ha transitado en el PRI, en el mismo gobierno de Fox y ahora con López Obrador. La verdad, aún sigo sin entender cuál es su virtud, salvo intentar acomodarse para obtener alguna ganancia política o económica.
El exdiputado Jaime Bonilla tiene dos virtudes: le gusta el béisbol y se le considera amigo íntimo del ex gobernador de Baja California, de tristes recuerdos Xicoténcatl Leyva Mortera. Como empresario incursionó en el tema de la radio y fue dueño del club Potros de Tijuana que desapareció por causas poco claras.
El ahora, el delegado Cuauhtémoc Ricardo Monreal es toda una fichita. Este polémico personaje ha sido relacionado con el manejo de recursos irregulares, funcionarios, bajo su responsabilidad, fueron detenidos con cantidades importantes de dinero en efectivo sin una aclaración que suene razonable.
En las últimas fechas, se le ha visto distanciado de “El Peje”, pero suspira por ser candidato a la Jefatura de la Ciudad de México por Morena. También tuvo un paso por el PRI y fue gobernador de Zacatecas por el PRD.
En esta breve descripción de personas cercanas a Andrés Manuel López Obrador, podemos darnos cuenta de la “calidad” de sus nuevos amigos. Seguramente en las siguientes semanas y meses seguirá sumando a individuos de este tipo ante el crecimiento mínimo en las preferencias de los mexicanos. Aun así, “El Peje” sigue en primer lugar, en la gran mayoría de las encuestas, con ventaja reducida ante Margarita Zavala del PAN.
Lo más preocupante de todo este análisis es que, ante la posibilidad de que López Obrador llegara a gobernar el país, estas personas podrían ocupar cargos importantes en su gabinete. De ser así, el apocalipsis estaría más cerca de lo que nos imaginamos.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro
