La tarde del domingo 18 de junio, el Día del Padre, José Julián Salazar recibió un mensaje de felicitación de su hijo Juan Carlos, el mismo al que un mes antes había identificado en un cuerpo del Servicio Médico Forense -SEMEFO- de Tijuana y que el 22 de mayo sepultó en el Panteón Municipal Número 12.
La familia tomó con incredulidad el mensaje, aun cuando otra familia reclamaba el cadáver que las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado -PGJE- les habían entregado sin mayor prueba que el reconocimiento que ellos mismos hicieron del cuerpo, creyendo que era su hijo de 22 años.
Pero al llamar al número del que provenía el mensaje recibido, corroboraron que efectivamente era su hijo Juan Carlos, desaparecido desde marzo de este año.
El joven les explicó que fue agredido y hospitalizado en la Hospital General Regional Número 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social -IMSS-, al que ingresó con otro nombre.
“Mi hijo anda en malos pasos, no me engaño”, reconoció la señora Eufemia Alvarado, madre del joven, quien a la fecha se mantiene oculto, “no nos dice dónde está, pero desde ese día -en que apareció- se mantiene en contacto con nosotros”.
La aparición de Juan Carlos confirmó la confusión ocurrida en la identificación del cuerpo, corroborada por análisis de ADN. Tras una serie de trámites burocráticos, el miércoles 28 de junio, don Germán Arce logró exhumar el cuerpo de su hijo Germán, de 20 años de edad, sepultado en una tumba con otro nombre desde el 22 de mayo.
Del hecho, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California abrió la queja 2415/2017 por la posible vulneración al derecho a la Seguridad Jurídica y al Trato Digno.
Por el error en la entrega del cuerpo, don Germán tuvo que pagar 8 mil pesos en el proceso de exhumación.
Aunque fue la señora Eufemia la que originó esta confusión al identificar como su hijo a otro joven, no aceptó ceder la tumba a la familia de Germán Arce, solo se limitó a llegar a “un arreglo económico”, lo cual don Germán no aceptó.
En tanto, la PGJE se deslinda y anota que “ese es un arreglo que deben tomar los particulares”.