Apenas hace unos días se dio a conocer que el trastorno respiratorio conocido como apnea del sueño fue la causa de muerte de Carrie Fisher a sus 60 años, sin embargo, este lunes 19 de junio el último informe del forense sumó más detalles de la condición de la actriz al momento de su deceso, revelando que previamente –sin saber cuánto tiempo exacto- había consumido alcohol, éxtasis y cocaína.
El resultado de los últimos exámenes realizados en Los Ángeles, California, no dan por hecho que dichos factores ocasionaran la muerte de la actriz luego de cuatro días de que sufrió un infarto. Ícono del cine por su papel de Princess Leía en la saga de Star Wars, Fisher nunca negó sus problemas con drogas, bipolaridad y depresiones, por lo que si familia ya había anticipado la posible relación entre ambas cosas.