Este miércoles por la mañana, alrededor de las 09:00 horas, un grupo de periodistas pintó en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, frente a Palacio Nacional, la frase #SOSPRENSA, como protesta por los asesinatos de 37 comunicadores acontecidos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, entre ellos el del michoacano Salvador Adame Pardo, octavo homicidio del gremio en lo que va del año.
Sin embargo, minutos después, el servicio de limpieza del Gobierno de encabezado por Miguel Ángel Mancera Espinosa se apresuró -con agua a presión y una barredora- a borrar la frase que quedó pintada exactamente frente al balcón presidencial del Palacion Nacional, sede del Poder Ejecutivo Federal.
.@ManceraMiguelMX manda borrar, con chorros de agua, la frase #SOSPrensa que pintaron periodistas en el Zócalo, ante Palacio Nacional. pic.twitter.com/xZWyTbrHcS
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) 28 de junio de 2017
A dos días de que las autoridades estatales de Michoacán anunciaron el hallazgo de los restos de Salvador Adame, diversos grupos de periodistas se manifestaron en la Ciudad de México, Michoacán, Guerrero y Sinaloa para exigir justicia y un alto a las agresiones contra comunicadores.
En el Zócalo de la Ciudad de México, los manifestantes leyeron un posicionamiento en el que exigieron medidas de protección para la familia de Salvador Adame, “que se encuentra exiliada del municipio de [Francisco J.] Múgica por no existir condiciones que garanticen su seguridad”.
“Condenamos la acción de las autoridades al filtrar información sobre el hallazgo de restos calcinados en el lugar conocido como Barranca del Diablo sin haber notificado previamente a la familia de Salvador Adame Pardo. Rechazamos cualquier intención de las autoridades de dar carpetazo de Salvador y manifestamos que existen más dudas que certezas en la información dada a conocer”, señalaron los periodistas.
“Mientras no levantemos la voz y no forcemos al jefe del Estado mexicano a que tome una posición contundente en contra de la violencia, lo único seguro es que va a haber más periodistas asesinados”, señaló, durante su intervención, el reportero del semanario Proceso, Álvaro Delgado.
Por otra parte, en Sinaloa, un grupo de periodistas clausuraron de forma simbólica las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del estado, en solidaridad con las protestas. Además, los periodistas exigieron justicia para los casos de Salvador Adame y Javier Valdez Cárdenas, fundador del semanario Ríodoce, quien fue asesinado el pasado 15 de mayo, tres días antes del plagio del michoacano en el municipio de Nueva Italia.
Casi de manera simultánea, en Michoacán, periodistas, reporteros y fotoperiodistas se reunieron en la plaza Melchor Ocampo, donde protestaron por los trabajos de investigación del homicidio de Salvador Adame. La frase #SOSPrensa fue escrita en el piso de la plaza, mientras que los comunicadores portaban pancartas con la leyenda: “No se mata la verdad matando periodistas”.
En la red social Twitter, el tema se convirtió en una de las 10 primeras tendencias de México y tuvo en las primeras horas de la mañana cerca de 2 millones 235 mil impresiones en Twitter, mientras que registró un millón 136 mil cuentas alcanzadas, según cifras de TweetReach.
Adame Pardo, de 44 años de edad, fue reportado como desaparecido el 18 de mayo y fue hasta el pasado 26 de junio, cuando, según la Procuraduría de Justicia de Michoacán, sus restos fueron hallados carbonizados en la Barranca del Diablo, en el municipio de Gabriel Zamora.
El procurador michoacano José Martín Godoy Castro afirmó que Adame Pardo que habría sido asesinado por “problemas de tipo personal” con un jefe del crimen organizado, Daniel Rubio Ruiz, alias “El Cabezas”, quien afirmó sostener una amistad o parentesco con el periodista desde su niñez.
El criminal señala que a través de su cómplice Ignacio Rentería Andrade, “El Cenizo”, fue de su conocimiento que otro delincuente apodado “El Chano”, ordenó el “levantamiento” del comunicador y su posterior asesinato.
Sin embargo, familiares del comunicador exigieron que se realice una nueva prueba de ADN para verificar que los restos hallados pertenecen al periodista y que se investigue el trabajo del comunicador como posible móvil del crimen, porque dijeron desconocer a “El Cabezas”.