Las inclemencias del tiempo son a veces muy hirientes, pero vences la fatiga con el deseo de vivir.
No hay fuerza que te venza si te encuentras protegido por quien te dio un día la vida.
El poder del infinito es superior a este mundo. Si has sido creado, nada podrá un día destruirte, porque lo que Dios ha creado, eso también es eterno.
Encomendémonos juntos al Creador del universo y viviremos por siempre, aunque vivamos un ciclo, el siguiente nos
dará vida.
Atentamente,
Vicente Martínez Méndez
Tijuana, B.C.