Abril es una adolescente que forma parte de la escolta y porras en su secundaria, le gusta participar en actividades de su escuela, así que entre los ensayos y diligencias para que su labor sea perfecta ejercita sus rutinas una y otra vez. Es entonces que, ésta es vista de manera no apropiada por Jorge, el conserje de la casa de estudios que, sin temor y con dolo abusa sexualmente de la estudiante, hecho que no puede quedar impune.
El capítulo de “El caso de Abril”, será trasmitido por Televisión Azteca este jueves 8 de junio a las 19:30 horas tiempo de la Ciudad de México, cuya temática se abordará el abuso sexual infantil, casos que suceden a diario nos solo en el país y que no es exclusivo de una clase social.
“Trabajar en ‘Mujeres Rompiendo el Silencio’ como lo fue también ‘Lo que Callamos las Mujeres’ ha sido un caballo de batallas en mi carrera, porque he hecho aproximadamente 500 programas en muchos años”, expresó en entrevista con ZETA la actriz Carmen Delgado, quien personifica a Esperanza, la abuela de Abril.
“Este cambio fue muy positivo de ‘Lo que Callamos a Mujeres’ a ‘Rompiendo el Silencio’ porque se intentó hacer los programas con una temática más fuerte, más apegada a la realidad, cuidando de no hacer una apología del horror”.
Asegura que el menaje que deja cada capítulo es tratar de corregir lo que está mal en una sociedad cada vez más complicada.
“En este programa es terrible porque el conserje abusa de mi nieta, porque mi nieta trae ropa provocativa en la porra de las niñas. Trae un shorts muy corto, una falda muy corta en algunos de los días (en que ensaya) y entonces eso habla de la falta de educación, de los instintos, eso es lo que queremos realmente señalar, que podemos ver en la calle algunas jóvenes vestidas de alguna manera aparentemente provocativas pero los hombres tiene que aprender a respetar el cuerpo, el espacio y el gusto por vestirse de cada quién, no porque esté vestida de una manera atractiva es un llamado a la violación o un atentado a que te agredan físicamente”, dijo la actriz.
Hace hincapié que como adultos todos tienen la obligación de proteger y cuidar a los adolescentes con quiénes están rodeados: “Tenemos una doble moral nacional, en donde todo lo que sea del cuerpo y del sexo es satánico, nos cuesta trabajo hablar claramente a cerca de lo que está sucediendo, por ejemplo, las agresiones sexuales suceden generalmente de los seres más cercanos, familiares, amigos o en este caso (del capítulo) en la escuela. Nosotros como adultos es parte de nuestra obligación tener cuidado a cerca de nuestros adolescentes de quiénes están rodeados y ser capaces de alertar nuestra intuición hacia un punto rojo que se esté marcando y ponerle un alto al otro adulto, y sin temor alguno denunciar ante las autoridades”.
En el programa que está listo para ser compartido al teleauditorio, la historia toma un rumbo que inquietará y sorprenderá a la gente cuando por culpa del sistema judicial que se rige actualmente, Jorge, abusador de Abril es dejado en libertad por Brenda, la agente del Ministerio Público.
“Eso es otra cosa… llegas a las instancias judiciales que son las encargadas de defenderte y en lugar de defenderte defienden al criminal. Entonces es importante que la ciudadanía en general, sepan defender sus derechos”, apunto.
“Hay que preparar a nuestros jóvenes para que se defiendan, hay que preparar a nuestras mujeres para que sepan cuáles son sus derechos, que no pueden permitir ser tocadas, invadidas ni con la palabra, ni con la mirada, ni mucho menos físicamente”.
Y aunque pareciera que el acto del conserje abusador quedará impune, es gracias al director de apellido Serrano de la escuela secundaria quien apoya a la abuela y por supuesto a Abril, alumna de la institución.
“Afortunadamente estuvo el director de por medio y afortunadamente la abuela es una mujer que supo defender los derechos ante el Ministerio Público y se pone contra el MP porque no está defendiendo correctamente y deja en libertad al violador de su nieta. Hay que defender nuestros derechos por sobre todas las cosas. No hay que permitir que pisen nuestros derechos especialmente como mujeres. Una vez que le perdonas a alguien la agresión, le estás diciendo vuélveme a agredir. Por eso desde la primera agresión hay que poner el alto”.