Política Breve y de Emergencia
La nueva estrategia de seguridad pública, implementada por el Gobierno del Estado de Baja California, denominada “Cruzada por la Seguridad, tarea de todos”, es la apuesta de los gobiernos de la entidad por recuperar la paz y la tranquilidad en las comunidades, donde afortunadamente no se ha perdido el asombro y tampoco se ha hecho costumbre ser testigos de hechos criminales que dejan en promedio cinco personas muertas por día.
Lograr que la sociedad organizada de todo el estado acepte participar, en conjunto con los gobiernos municipales, el Estado y la Federación, es en sí mismo un logro social que evidencia la intención abierta y franca de los ciudadanos por involucrarse en la solución del principal problema de todos. Estar dispuestos a comprometerse, inclusive por escrito, en el cumplimiento cabal de la tarea individual, a pesar de los riesgos que implica, es de reconocerse.
Lo que de la Cruzada por la Seguridad debe puntualmente seguirse, es la obtención de resultados, cómo se disminuirán los índices de evaluación al aplicarse la nueva estrategia, si se disminuye o no el robo de carros, el robo a casas habitación, los asaltos, la violencia de género y domésticas, el narco menudeo y los asesinatos.
Los objetivos de la nueva estrategia son muy sencillos, recuperar la paz y la seguridad de la sociedad. Por lo menos, en la manifestación, lo que se presentó tiene mucha lógica y coherencia; a partir de la autocrítica poner énfasis en las operaciones para mejores experiencias en la materia, independientemente de cuándo o dónde se implementaron. Y es que, cuando las cosas se inician por la activación del sentido común, se tiene mejor futuro.
Fundamental, que se reactiven los programas sociales de prevención del delito; los recortes presupuestales cancelaron hace ya mucho la inversión social destinada a inhibir conductas delictivas desde el propio seno social; si se fortalecen los valores familiares y comunitarios, se logrará más.
La verdadera coordinación entre corporaciones responsables de la procuración de justicia y prevención de los delitos de todos los órdenes de gobierno, es tarea urgente. La hoy polémica sobre “el mando único o el mando mixto”, no debe ser problema en BC porque no lo era y ya se trabajaba con ello. Mientras se logra la definición legal específica, lo que debe imperar es la voluntad de todas las partes para trabajar juntos y no para exigir respeto en ámbitos de competencia que solo producen parálisis y justifican contubernios.
Las corporaciones policiacas no deben estar permeadas por el crimen organizado; la simple duda es suficiente para investigar y resolverse, sin embargo, la fortaleza de los ciudadanos dedicados al cuidado de los demás, radica en la solidez institucional, delante de las fuerzas del crimen; los agentes de la ley deben saber y deben sentir que cuentan con todo el respaldo del gobierno y de la sociedad. Para premiar adecuadamente su buen desempeño y para sancionar con severidad la traición a la sociedad. Hacer un alto y evaluar con qué y con quién se cuenta, para apoyar y mejorar, es excelente.
Lo verdaderamente fundamental es la voluntad de lograr resultados, que todos los que tienen una responsabilidad, la asuman con seriedad y que estén dispuestos a reconocer incapacidades aún propias, tanto para estar listos a entregar sus cargos si no llegan los resultados.
La apuesta es muy grande, probablemente en este tema, el Gobierno del Estado esté teniendo la última oportunidad genuina de parte de la sociedad, porque ha aceptado participar en conjunto con las mismas autoridades a las que se les han cruzado los cables y no han logrado trabajar responsablemente en la coordinación adecuada, para traer seguridad al ciudadano. Pero más grave sería que todo el atinado esfuerzo y el logro de la voluntad manifiesta, fuera tan solo la grande justificación de una muy grande inversión económica, sin el objetivo real del bien común.
Que la historia lo registre.- En el 2009 los problemas de inseguridad complicaron drásticamente la vida diaria de los bajacalifornianos y en especial de los tijuanenses; se diseño el Grupo de Coordinación como espacio de encuentro, coordinación y mando. Al inicio se reunía cada semana y a veces hasta diario. Había estrecho seguimiento.
Botón rojo.- La renta de camiones recolectores de basura para la ciudad de Tijuana, de ser una buena estrategia, está pasando a una dura pesadilla.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com