Siendo diputada del PAN estuvo con “El Chapo”, en escape de Mazatlán
Una acusación formulada por la Fiscalía de Estados Unidos identifica a Lucero Guadalupe Sánchez López como operadora financiera y novia de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Tras ser detenida cuando intentó cruzar la frontera de Tijuana, enfrenta cargos por complot para tráfico de cocaína
Durante nueve minutos, Lucero Guadalupe Sánchez López no pudo controlar los movimientos de su cara. Sentada en un tribunal frente a una magistrada que le explicaba los cargos en su contra, sus derechos y le preguntaba sobre su situación financiera, la ex diputada del Partido Acción Nacional (PAN) cerraba constantemente el ojo izquierdo, la fuerza y la rapidez del parpadeo involuntario, la hacía arrugar las mejillas y torcer la boca.
El jueves 22 de junio, por la tarde, la sinaloense se presentó en la Corte Federal de San Diego, vestía un amplio uniforme penitenciario amarillo con sandalias negras, el cabello rojo, lacio, echado para un lado y largo hasta la cintura, con las uñas pintadas de rojo oscuro.
Un día antes, el miércoles 21 de junio, por la mañana, había tomado un vuelo de Culiacán Sinaloa, con destino a Tijuana, Baja California. Al arribar, utilizó el puente Cross Border Express que permite cruzar desde el aeropuerto de esta ciudad a Estados Unidos.
De acuerdo con su abogado, Francisco Verdugo, la ex diputada panista mostró su visa vigente a agentes estadounidenses y pidió asilo político, bajo la explicación de que en México era blanco de amenazas, tanto del gobierno como del crimen organizado.
La realidad es que la visa de la mujer, quien no había ingresado a Estados Unidos desde hace dos años, estaba cancelada porque enfrentaba una acusación federal.
Precisamente, Sánchez López no había vuelto a Estados Unidos desde que fue bautizada como la “Chapodiputada”, en 2015.
Tras la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal “El Altiplano”, en julio de ese año, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que la entonces legisladora panista, visitó al capo durante su tiempo en reclusión y desde entonces, se le vinculó con el narcotraficante.
Fotografías del interior de la prisión la mostraban identificándose con un acta de nacimiento y una credencial de elector falsas, delito por el cual sigue bajo proceso en México.
Cuando el líder del Cártel de Sinaloa fue recapturado en Los Mochis, Sinaloa, en enero de 2016, la entonces titular de la PGR, Aracely Gómez, informó que, en los días previos a su aprehensión, “El Chapo” pasó la Navidad con su esposa Emma Coronel y Año Nuevo “con la otra dama”.
La funcionara federal se refería a Lucero Guadalupe Sánchez López, originaria de Cosalá, Sinaloa y quien en 2013 llegó a un curul en el Congreso Estatal, dentro del grupo parlamentario del PAN.
De comunicaciones intervenidas y amores
La acusación formulada por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de California en contra de Sánchez López, no solo confirma la relación amorosa entre la joven sinaloense y el capo, recluido en Nueva York, sino que la ubica como una pieza más en el organigrama del Cártel de Sinaloa.
Aunque se le acusa formalmente de conspiración para distribuir una sustancia controlada, más de cinco kilogramos de cocaína, una amplia investigación realizada desde enero de 2012, el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, identificó a la ex diputada dentro de las redes de comunicaciones del Cártel de Sinaloa.
Por medio de intervenciones en las comunicaciones de distintos miembros del Cártel de Sinaloa, agentes estadounidenses descifraron un complejo sistema de mensajes de texto que estos intercambiaban por medio de seudónimos.
“En lugar de comunicarse directamente con los miembros del Cártel, los líderes utilizan intermediarios o secretarios, quienes componen el primer escalón”, explica la acusación presentada ante la Corte, el 22 de junio.
Los intermediarios tomaban además los mensajes de los integrantes de las esferas más bajas y filtraban la información más importante para comunicarla a sus superiores.
Los intermediarios más cercanos de “El Chapo”, quienes se encontraban físicamente con él, tomaban entonces las órdenes dictadas por el narcotraficante y las distribuían en el segundo escalón para informar a los diferentes jefes de plaza, ubicados a través del mundo.
“Para evitar confusión, los miembros del Cártel usaban un sistema único de direcciones en el que un paréntesis con el nombre del emisor, precedía cada uno de los mensajes”, señala el documento en poder de ZETA.
Fue así como los agentes identificaron a un miembro apodado “PIEDRA”, identificada después como Lucero Guadalupe Sánchez López y su hermana, identificada como “CARO”, quienes estaban involucradas en actividades de lavado de dinero y distribución de ganancias del narco. Así es como se configura el delito de conspiración en narcotráfico.
En enero de 2014, Carolina Sánchez López, hermana de la entonces diputada, fue asesinada, acuchillada por su esposo. Ese mismo mes, el ex esposo de Lucero Guadalupe fue acribillado con un rifle AK47. Ambos casos ocurrieron en Sinaloa.
Un mensaje enviado por la entonces diputada, en septiembre de 2013, pedía “necesito que me envíes un número de teléfono mexicano para que PANCHO pueda entregar 100 mil dólares a una persona”, seguido de otro en el que indica que “PANCHO” había recogido 500 mil dólares, indica la acusación.
De acuerdo con los agentes a cargo de la investigación, la diputada seguía instrucciones de “El Chapo” Guzmán, que eran enviadas a través de su secretario personal “CONDOR”, para facilitar el movimiento de ganancias del narcotráfico y así, “PANCHO” recogía 100 mil dólares que serían cobrados por el Cártel de Sinaloa.
En otra de las comunicaciones, la diputada bajo el seudónimo PIEDRA, proporcionó un número de teléfono para que el contador entregara 380 mil pesos, cantidad que los agentes identificaron como un monto que sería lavado por instrucciones de Guzmán Loera.
“Soy la novia de ‘El Chapo’”
Como resultado de las investigaciones, indica la acusación, fue cómo la Administración Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) colaboró con el gobierno mexicano en la captura de “El Chapo”, en Culiacán, Sinaloa el 22 de febrero de 2014.
Precisamente, un informante para el gobierno estadounidense indicó haber hablado con “TERE”, después del arresto del capo. De acuerdo con una declaración rendida el 9 de abril de 2014, el testigo indicó que un narcotraficante le solicitó que hablara con una mujer identificada como “TERE”. para ayudarla a contactar a “LOS MENORES”, código usado para los hijos del capo.
Cuando este informante conoció a “TERE”, ésta le dijo que era la novia de Guzmán Loera y que quería contactar a los hijos de “El Chapo” para entregarles unas cosas de él, el informante entendió que se trataban de drogas.
Durante su conversación, la mujer le dijo que se encontraba con Guzmán Loera cuando éste escapó por medio de un túnel, de un operativo realizado por autoridades mexicanas en su casa, el 17 de febrero de 2014.
Entre el 14 y 17 de febrero, las Fuerzas Armadas Mexicanas llevaron a cabo una serie de operativos para dar con el narcotraficante, pero solo encontraron una serie de túneles por los que escapó desde casas y condominios hacia el sistema de drenaje de Culiacán.
De acuerdo con el informante, “TERE” le dijo que ella escapó con “El Chapo” y le dijo que fuera a Cosalá, Sinaloa con ella, “porque trabajaba ahí como diputada”.
“Fue una sorpresa”
ZETA conversó vía telefónica con Francisco Verdugo, abogada de la ex diputada y quien dio a conocer la detención desde Sinaloa. Explicó que, junto con otra representante legal de la sinaloense, planeó un esquema para solicitar asilo político para los dos hijos de la hoy encarcelada ex diputada.
“Me había manifestado que sentía mucha presión del gobierno y del crimen organizado. (Su arresto) fue una sorpresa total. Ella viajó muy confiada para iniciar el trámite porque quería la protección para sus hijos”, indicó.
Allegados de Lucero Guadalupe indicaron que, desde que se supo de su relación con “El Chapo”, ésta cambió su estilo de vida. No solo renunció al grupo parlamentario del PAN, en el Congreso de Sinaloa, en enero de 2016, sino que cambiaba constantemente de domicilio.
Incluso, había dejado de llevar a la escuela a su hijo mayor de 12 años y, junto a su otro hijo de cuatro años, los dejaba al cuidado de familiares.
“Íbamos a iniciar un trámite para que sus hijos estuvieran en Estados Unidos y ella enfrentara el proceso en México. Una vez terminado el proceso, que ella pidiera asilo político”, señaló el abogado.
De acuerdo con el representante legal de la ex diputada, dentro del plan de protección para los menores, no estaba contemplado que ella ingresara a Estados Unidos. Incluso, Sánchez López había designado a un familiar que acompañaría a los niños durante su estancia en la Unión Americana.
“Desconocemos qué la orilló, si hubo otras amenazas para que viajara, tenía temor que le fuera a pasar algo a ella o a sus hijos desde que se hizo la vinculación con la delincuencia organizada. Le llegaban escritos, amenazas telefónicas, cambiaba constantemente de teléfono”, añadió.
Sobre su proceso abierto en México por uso de documento falso, la ex diputada cuenta con un amparo, en un Tribunal Colegiado de Toluca, en el Estado de México, que suspendió el auto de formal prisión que se le dictó.
Sin embargo, en agosto debe presentarse a una audiencia, la última programada dentro de ese proceso penal.
“Ya casi le habíamos garantizado una libertad absoluta. Se le atribuye el delito por haber ingresado a una audiencia informativa de Joaquín Guzmán, pero un juez de distrito que llevaba el caso, había rendido información en que decía que ninguna mujer había estado en ninguna audiencia”, detalló Verdugo.
No obstante, la suspensión provisional del auto de formal prisión le prohibía salir del país, por lo que, cuando al juez sea le informado de su detención en California, solicitó su reaprehensión en México, también.
Dos lunes al mes, el primero y el tercero, Lucero Guadalupe Sánchez López acudía a firmar a los tribunales para mantener su libertad. Precisamente, tenía un boleto para su vuelo de regreso para el lunes 26 de junio, de Tijuana a Culiacán.
Con miles de dólares para contratar un abogado
Antes de su audiencia inicial, Sánchez López firmó su declaración financiera en la que aseguró no contar con los recursos suficientes para contratar un abogado.
Sin embargo, el fiscal a cargo del caso, Joshua Mellor, declaró en la Corte que la acusada “tiene cientos de miles de dólares o incluso más” para pagar una defensa propia y no solicitar un defensor público.
La jueza Barbara L. Major también manifestó su incredulidad ante la declaración financiera de la acusada e instruyó que realizara una nueva declaración, en español, para que especificara su situación económica.
El 29 de junio, Sánchez López regresará a la Corte para entregar su nueva declaración financiera y entonces, la jueza determinará si ésta contará con una defensoría gratuita o privada.
Ese día también se decidirá si se le fija fianza o no. El proceso continuará con dos audiencias más en julio.
Al término de la diligencia, el fiscal a cargo del caso precisó que el gobierno de Estados Unidos no había girado una orden de extradición, por lo que prácticamente la “Chapodiputada” se entregó sola a la justicia estadounidense.