Consultoría Matrimonial y Familiar
Desde los inicios de la humanidad, ciertas imágenes mostraban cómo el hombre conseguía a su pareja, con un garrote en la mano y con la otra jalándola de los cabellos, aparentemente ambos estaban de acuerdo. El garrote no era para ellas, sino para protegerlas de aquellos que osaran acercarse, tanto animales como hombres. Una vez descansando en casa, en la cueva o donde vivieran, la abrazaba por la espalda para, si en algún momento era necesario desprenderse rápido de ellas, defenderla y/o atacar a quien se acercara. Fue así como empezaron a convivir las parejas. Aparte de ello, dormir así le daba mayor seguridad a la mujer de sentirse protegida y, como al principio vivían entre cuevas o a la intemperie, en épocas invernales era efectivo para proporcionarle el calor necesario y algunas veces, evitar congelarse.
Independientemente de ello, es la mejor posición para dormir, ya que abrazarse de frente hacia complicado cualquier movimiento rápido de desprendimiento, aparte esa posición no se presta para dormir bien. Es por ello que dormir en cucharita hace bien al descanso, al no alterar el sueño del otro, como también tiene múltiples beneficios para la salud, puesto que esta postura ayuda a la pareja a relacionarse mejor, a una comunicación más efectiva, dado que el hombre le habla al oído. De este modo, la plática es más silenciosa, más personal y propicia la oportunidad de tener relaciones íntimas, más en aquellos casos donde viven más personas o de la propia familia.
En la actualidad, dormir bien juntitos es algo que algunos especialistas y yo recomendamos, no es sólo un atenuante para pasar mejor el invierno, sino que trae importantes beneficios para la salud, tanto física como emocional. Asimismo, establecen que dormir de cucharita ayuda a la salud mental y al sistema inmunológico de la pareja. Señalan que este tipo de posturas son muy favorables para el descanso, independientemente de que lleva implícita una importante carga erótico-sexual que la hace ideal.
Finalmente y no por ello menos importante, la posición de cucharita es la posición íntima por excelencia de la pareja, y una de las preferidas para cuando se sienten desganados, pero cariñosos. No sólo tiene el acceso total del hombre a su pareja, sino es el camino para darle rienda suelta a sus emociones, ya que, desde cualquier movimiento, sin mayores palabras, da lugar a iniciar una buena velada de amor.
La posición de la cucharita hace que el sexo sea fabuloso, y en realidad, no es de extrañar que esté en las listas de posiciones sexuales que las mujeres más disfrutan, al sentirse protegidas y amadas. Les encanta la sensación del pecho de su hombre contra su espalda, sentir sus brazos alrededor de ellas y la sensación de ser penetradas por detrás. Por ello, la posición de la cucharita es una de las mejores posiciones para hacer el amor, la disfrutan porque es muy cómoda y todavía les permite dejar que ellos jueguen con sus pechos y el clítoris que, francamente la mayoría de las mujeres nunca podrán tener suficiente con eso.
Julia Heiman y otros investigadores realizaron un estudio donde preguntaron a más de 1.000 parejas de Estados Unidos, Brasil, Alemania, España y Japón, entre los 40 y 70 años que estuvieran casados o viviendo juntos desde el pasado año, acerca de sus relaciones sexuales. Los resultados determinaron que a los hombres no solo les interesa el sexo en sí, no tanto por la parte romántica de la relación, se reveló que los abrazos, las caricias, los besos y hacer la posición de la cucharita son un factor sumamente importante en la relación y demostraron, que lo piensan más que las mujeres.
Las mujeres, por el contrario, basaban la felicidad de su relación en la vida sexual de la pareja. El estudio señaló también que las mujeres se sentían más satisfechas con su vida sexual cuanto más duradera era la relación.
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El Licenciado Roberto Bautista ejerce su profesión en Tijuana, B.C.
