“Ya basta de tanta impunidad” y “justicia” fue la consigna de un pequeño grupo de personas que se reunieron la mañana de hoy domingo 4 de junio para exigir a las autoridades poner un alto a la violencia que azota actualmente a la ciudad, misma que ha cobrado más de 600 vidas en lo que va del 2017.
El grupo se reunió en dos puntos: el Monumento al Libro de Texto Gratuito y la réplica de la Torre de Aguascaliente, para exigir acciones inmediatas al gobierno, puesto que Tijuana no solo presenta altos niveles en el homicidio, o en el robo con violencia.
Poco antes de que la familia de Raúl Marín, obrero de construcción asesinado el 16 de mayo de 2016, por un supuesto error de los criminales, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, participó en una carrera denominada Primera Dama, en la que la seguridad de Baja California no fue tema.
Inicialmente se tuvo la intención de marchar del Monumento a la Torre, pero ante la poca convocatoria decidieron trasladarse en vehículo a la Torre, donde hicieron un pequeño mitin para hacer un llamado a la sociedad a sumarse a esa causa, sobretodo por las vidas inocentes y de niños que se han perdido a mano de sicarios de los cárteles del narcotráfico y que operan en Tijuana.
Jaime Marín, sobrino de Raúl, informó que su tío fue asesinado fuera de un bar en la colonia Postal, 14 veces le clavaron una navaja en el cuerpo tras ser confundido con otro sujeto. Aunque quien lo asesinó ya se encuentra detenido aun no es sentenciado a casi 13 meses, además Jaime afirma que hay otros dos implicados en libertad.
“Nos preocupa mucho lo que sucede. Sentimos que a cualquier persona nos pueden arrebatar la vida en cualquier momento”, lamentó Jaime. La cifra de muertes de 2017 equivale a más del 60 por ciento de las muertes de 2016, cuando no se ha cumplido la mitad del año.
“Les está faltando voluntad de querer hacer las cosas, a lo mejor les da miedo, el Estado de Baja California se está haciendo ideal para el crimen organizado”, agregó.
Los familiares de Raúl cargaban una urna con sus cenizas, camisetas con su fotografía para reafirmar que el hombre representa a las víctimas inocentes de los grupos armados que circulan por las calles de Tijuana.
Guadalupe Fernández, también sobrina de la víctima, lamentó la baja afluencia a la actividad, y lamentó que la sociedad local no se una para exigir seguridad fuera de las redes sociales, aunque sí lo hagan para ver “partidos de fútbol”.
Niños sostenían una lona que señalaba “yo quiero vivir sin miedo”.
Guadalupe exigió transparencia y liderazgo de quienes gobiernan, “que tienen que estar para el pueblo”, acusó y dijo que “las autoridades no nos están ayudando”.