Un total de 16 policías municipales y dos agentes ministeriales han sido agredidos a balazos en lo que va del año en Baja California, de esos, cinco han muerto. Solo hay detenidos en tres casos. Esta semana el subcomandante de la Policía de Tecate, Aarón Reyes Herrera, se convirtió en el segundo integrante de esa corporación en ser acribillado en menos de un mes. El elemento fue señalado en repetidas ocasiones de relaciones delictivas, incluso fue detenido, procesado, liberado y reinstalado como policía. “El Cártel Jalisco anda a todo lo que da”, dicen investigadores
De las 607 ejecuciones que han ocurrido en lo que va del año en Baja California, cuatro de las víctimas asesinadas han sido policías municipales y una más, agente ministerial. Adicionalmente ocho uniformados han esquivado las balas, y cinco fueron lesionados; 12 de estos oficiales fueron atacados entre el 1 de abril y el 3 de mayo.
De los uniformados que sufrieron atentados con arma de fuego, diez (cinco parejas) fueron atacados en el Valle de Ensenada y dos en Tijuana -un municipal y un ministerial-. En cuanto a los asesinados, un municipal fue acribillado en Ensenada, dos en Tijuana -un municipal y un ministerial-, y la cifra se completa con el asesinato de dos elementos de seguridad pública de Tecate, el más reciente ocurrido esta semana.
A la fecha oficialmente poco se sabe de los perpetradores y sus motivos, porque solo hubo detenidos en tres expedientes: uno del 18 de abril, cuando dos sujetos que dispararon contra policías que no fueron lesionados en la colonia Cárdenas de Ensenada, los presuntos responsables fueron detenidos y presentados en posesión de un arma calibre 45; en el homicidio del ministerial Enrique Andrade Lugo, perpetrado en Tijuana el 19 de abril, la corporación municipal detuvo a Brayan Torres y Beatriz Pérez como presuntos responsables; y en el caso del subjefe Mario Hernández en Tijuana, quien con ayuda de su familia, sometió a su atacante el 25 de abril.
Reportes de las áreas de inteligencia y versiones extraoficiales mencionan como motivo de los ataques a policías desde robos de droga, muertes por aliarse con un determinado cártel, hasta ataques porque no les gusta que capturen, o cómo los tratan al ser detenidos.
En ese contexto fue atacado el policía número 17, Aarón Reyes Herrera, convirtiéndose en el quinto oficial asesinado.
El subcomandante de la Policía de Tecate estaba fuera de su turno y se dirigía a la colonia Hindú a llevar a su casa a una joven de 27 años que trabaja en la Oficialía Mayor del Ayuntamiento de Tecate -identificada como su novia en los primeros indicios- , cuando fue atacado a balazos por dos hombres armados con rifles AR-15. Lo balearon sobre el Kilómetro 5 de la carretera Tecate-Ensenada, a unos seis kilómetros del lugar donde el 8 de abril también acribillaron a su compañero policía, Abraham Flores, cuando iba a presentarse al servicio.
La hipótesis ministerial es que ambos ataques se dieron de manera similar: los persiguieron en la carretera para dispararles de carro a carro, con armas del mismo calibre, pero la indagatoria pericial aún no revela si existe relación balística.
A las 9:28 pm del miércoles 3 de mayo, los policías en la zona de Tecate escucharon el reporte de una volcadura en la carreta a Ensenada, 20 minutos después, las llamadas al Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4) cambiaban la versión del incidente, un hombre habló para decir que “… pasando Rines Nacionales, en la segunda curva, escuché disparos en el lugar”. No contó cuántos, solo refiere que escuchó y no miró.
Casi de manera simultánea, otro sujeto denunció haber visto “antes de la estación de la Policía Federal, una mujer con la boca sangrada, haciendo señales para que la auxilien”, pero no se detuvo; también informó de un auto volcado en el barranco.
Un minuto antes de las diez de la noche llegaron las unidades de seguridad pública y reclasifican el incidente “agente muerto por arma de fuego”. Entonces Cruz Roja reporta que en el lugar encontraron “un policía municipal sin signos vitales, con impacto de proyectil de arma de fuego en cráneo occipital y en la región abdominal, y una mujer de 27 años, la cual presenta heridas por proyectil de arma de fuego en húmero derecho, la cual se traslada al Hospital General”.
El subcomandante Reyes tenía en su expediente averiguaciones previas por abuso de autoridad, incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar y robo simple.
Su hermano, Alonso Reyes Herrera, estuvo interno en un Centro de Readaptación Social por robo de vehículo y robo en diferente modalidades. Las autoridades confirmaron que estuvo emparentado políticamente -fue concuño- de Ezequiel Jacquez Arrieta “El Pelón”, distribuidor de cristal en Tecate, asesinado con arma de fuego el 15 de octubre de 2016 en un camino de tierra en la colonia La Sierrita.
Los organigramas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado registraban a Reyes como parte del grupo delictivo de Jorge Humberto Acosta Gallegos “El Güero Leches”, detenido en diciembre de 2015 e identificado como lugarteniente del Cártel Arellano Félix.
En junio de 2009 fue aprehendido junto a otros nueve policías de Tecate y presentado a la Procuraduría General de la República por presuntas ligas al crimen organizado; estuvo recluido en un penal de Veracruz y fue liberado en 2014 sin cargos, de regreso inició proceso y fue reinstalado en el servicio.
Los investigadores consultados dijeron que en este ataque no descartan alguna venganza o una situación vinculada a la actividad de los criminales, “porque el Cártel Jalisco anda a todo lo que da”.
Respecto al expediente, el subprocurador de Tecate, Gerardo Sosa Olachea, comentó que el director de la Policía de Tecate les está dando manga ancha a los policías y, en el caso de los agentes detenidos o investigados, aunque sean liberados lo correcto no es reinstalarlos, “lo que se debe hacer es indemnizarlos”, sugiere.
Por el contrario, la alcaldesa Nereida Fuentes manifestó: “Es lamentable. Es un muchacho, un joven policía, 33 años (de edad), más de 10 años en la corporación, un expediente intachable, con detenciones en el pasado a bandas delictivas, siempre está latente el riesgo al ser policías y nos solidarizamos con su familia”, posteriormente aseguró que la incidencia delictiva en Tecate estaba controlada, pero igual pidió cobertura al Grupo Coordinación.
De la operación de miembros del crimen organizado en Tecate solo dijo: “La Procuraduría tendrá que dar respuesta. Queremos que se investigue a fondo”.
Policías de Tecate acusados de abuso de autoridad agravada y lesiones
Primero el expediente tenía 12 agentes acusados, después fueron 10 señalados, y el 3 de mayo solo quedaron siete policías en proceso por intervenir en el operativo que el 10 de febrero de 2017, en Tecate, dejó al señor Roberto Ramírez Mendoza con los intestinos reventados y hospitalizado, a su hijo de 17 años -con cirugía de corazón previa- golpeado y hospitalizado, y al hijo de15 años preso en las instalaciones de la Dirección de Policía por más de nueve horas, al igual que su madre, sin ser remitidos al Ministerio Público.
En efecto, casi tres meses después de los hechos, en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) solo encontraron elementos suficientes para formular cargos contra siete agentes: Pedro Pérez, Miguel Cuevas, Enrique Álvarez, Martín de Dios, Manuel Aragón, Lizeth Mariñez y Joel Quintero, quienes fueron informados por el agente del Ministerio Público del Fuero Común, Francisco Carrillo Urbalejo.
El representante de la fiscalía les dijo que la PGJE les sigue investigación por su probable participación en los delitos de abuso de autoridad y lesiones de manera dolosa, además, como coautores.
Carrillo relató que las agresiones denunciadas por la familia Ramírez ocurrieron a partir de las once de la noche del 10 de febrero, cuando Roberto Ramírez y su esposa Sonia encontraron a su hijo de 15 años afuera de la casa sin camisa y golpeado, y su hijo de 17 años y otro muchacho menor de edad en el patio también agredidos. Estos les dijeron que los agresores habían sido policías, y se dirigió a las instalaciones de seguridad a hacer la denuncia.
Explicó que los hechos ocurrieron en el entronque de las calles Portes Gil y Avenida Hidalgo, frente a una dulcería a un lado de la tienda de autoservicio Calimax, donde la familia se topó con un policía -Pedro Pérez- a quien los muchachos identificaron como participante en la agresión. Se bajaron a pedirle el nombre y advertirle que lo denunciarían.
Luego detalló cuál fue la participación de cada uno de acuerdo a la víctima y la carpeta investigación del Ministerio Público:
- Pedro Pérez Castillo, el primer policía al que identificaron, pidió refuerzos, y en cuanto llegaron, pateó los testículos de Roberto Ramírez. También le dio patadas en el estómago y lo desmayó. El mismo agente habría puesto su rodilla sobre el menor de 15 años que ya estaba sometido y esposado en el piso para decirle “Valiste verga, vas pa’ Tijuana”; lo levantaron, azotaron contra la patrulla y lo subieron.
- Luis Miguel Cuevas sujetó y asfixió al hijo de 17 años con una mano, y con la otra le pegó en el pecho, aunque le dijo que no podía respirar. También como subcomandante lo implican como responsable de retardar la puesta a disposición al Ministerio Público y retención de la señora Sonia López y al hijo menor de 15 años, internos en la cárcel de la Policía.
- Enrique Álvarez tomó del cuello y asfixió al padre de familia durante el operativo, le dio la vuelta y dos patadas en el pecho, lo azotó contra una patrulla, le dijo “Muy vergas”, propinándole un puñetazo en la cabeza y lo sujetó mientras otros lo golpean. En algún momento con los golpes, ambos caen al piso y el agente se lastima la mano derecha.
- Martín de Dios golpeó al señor Ramírez mientras Álvarez lo sujetaba.
- Jesús Manuel Aragón golpeó al señor Ramírez mientras Álvarez lo sujetaba.
- Lizet Maríñez tiene un cargo de ejercicio en forma dolosa y coautora, porque le pegó en la cara -una cachetada- a la señora Sonia López, la azotó contra la patrulla y la subió al auto oficial.
- Joel Núñez es investigado por omisión, porque presente en el lugar de los hechos como comandante y superior jerárquico, teniendo la obligación jurídica de actuar para evitarlo, no lo hizo. En su calidad de comandante responsable de retardar la puesta a disposición al Ministerio Público a la familia, y al final solo remitió al señor Ramírez nueve horas después.
“Lo golpearon aproximadamente ocho oficiales”, se mencionó en la acusación, pero solo pudo reconocer a cinco.
La juez Cinthya Monique Estrada Burciaga informó a los policías de su derecho a tener un plazo de hasta ocho días para la audiencia en la que ella decidiría si se les vincula o no a proceso, o realizarla en la misma audiencia del 3 de mayo. Los agentes decidieron reservarse su derecho a declarar y tomar el plazo de 144 horas.
Finalmente la juez citó el lunes 8 de mayo a las 10:00 am, les advirtió que estaban notificados y debían presentarse porque los delitos que enfrentaban ameritaban prisión preventiva.
Rigoberto Caballero, abogado de seis de los siete agentes, declaró a ZETA que en este punto del proceso preferían seguir sin hablar con la prensa.
A la fecha solo tres oficiales han sido sancionados -provisionalmente porque sus expedientes serán llevados a la Comisión Disciplinaria- y fue por la Sindicatura que suspendió sin goce de sueldo a Pedro Pérez Castillo, Enrique Álvarez Castillo y Luis Miguel Cuevas; los dos últimos promovieron un amparo, solicitando sustento, prestaciones de Ley en porcentaje y reinstalación. Cuevas obtuvo el 30 por ciento de su sueldo y servicios médicos, y con Álvarez no procedió alguna de sus peticiones. Siguen suspendidos.
Abril cierra con 119 asesinatos; mayo: 20 crímenes y 33 baleados
En Tijuana, durante los primeros cuatro días de mayo 20 personas fueron asesinadas, cifra que asciende a 471 ejecuciones en 2017, y a nivel estatal, la cifra asciende a 607. Además, 33 personas fueron baleadas en los últimos seis días, según cifras proporcionadas a ZETA por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Mayo arrancó violento; en menos de 24 horas, siete personas fueron asesinadas con lujo de violencia. Entre los casos más destacables, la ejecución de José Carlos Madrid Montpellier, de 33 años. Los hechos ocurrieron el primero de mayo en el interior del gimnasio PitBull Gym del fraccionamiento Guillén. Como presuntos responsables figuran dos hombres que en actitud sospechosa ingresaron al inmueble, siendo captados por las cámaras de seguridad.
Después, en el bar La Malquerida, ubicado Calle Constitución y Callejón Coahuila, Zona Norte, Hardy Rogelio Bernal Zarraga, de 24 años de edad, fue asesinado a balazos.
Ese mismo día se reportaron dos cuerpos sin vida en un camino vecinal de Bulevar de Todos los Santos, en la colonia El Pacífico, Delegación Sánchez Taboada. Ambos tenían lesiones producidas por arma de fuego.
El martes 2 también fue un día sangriento: seis asesinatos en un día, entre éstos el de Roberto Rodarte Castillo, ultimado a tiros sobre la calle Ejército Trigarante en Infonavit Cachanillas. A este hecho se suma el homicidio de Raymundo García “El Ray”, de 39 años de edad, dentro de un domicilio en calle Triunfo de la colonia Guaycura.
También se reportó el crimen de un sujeto de entre 20 y 25 años, cuyo cuerpo fue encontrado sobre la calle Ermita en la colonia La Mesa, a bordo de un vehículo Nissan Altima. Murió por disparos de arma fuego.
En Rincón Dorado se localizó el cadáver de un masculino, de entre 30 y 35 años, con huellas de violencia, y con lesiones de arma de fuego en la cabeza, fueron encontrados los restos de José Luis Ibáñez, al interior de un vehículo Honda color verde sobre la calle Carroceros de la colonia Sánchez Taboada.
En la colonia Florido Cuarta Sección, en el patio de un domicilio, un sujeto de entre 30 y 35 años fue hallado sin vida con lesiones en hombro y cabeza. Trascendió que la víctima tenía un arma de fuego fajada en la cintura.
El jueves 4 de mayo se reportó un cuerpo sin vida en Calle Nueve y Culiacán de la colonia El Pípila. Vecinos refirieron que después de tres detonaciones, la víctima fue lanzada desde un auto en movimiento. Tenía heridas en brazo, tórax y abdomen.
Sobre el Callejón Z esquina con Coahuila, entre Madero y Coahuila en la Zona Norte, se encontró el cadáver de un hombre de entre 30 y 35 años. Estaba envuelto en bolsas de plástico y presentaba un surco en el cuello.
En la rampa descendente de la Central Camionera, también se encontró un cuerpo semidesnudo. Al parecer este hombre fue asesinado a golpes.
Otro de los hechos que trascendieron durante la semana que termina, fue la agresión a un sujeto a quien le propinaron heridas con arma blanca, además, en la espalda le fue clavada una navaja; resultó que el lesionado era “tirador” en el área de la Garita de Otay.
Abusan de indigente
El jueves 4 de mayo, en la cuenta de Facebook de una mujer de apellido León, se subió un video de 37 minutos en el que se observa a personal de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Tecate maltratar a una indigente, aunque no hay denuncia o queja porque la víctima fue liberada.
Personal de Sindicatura que monitorea medios y redes sociales obtuvo el material gráfico e inició un procedimiento en contra de los agentes participantes.
En el video se escucha una mujer que grita, mientras una voz de hombre exclama “¡Está llorando o pujando!”, después se observa a dos mujeres policías que ingresan al área de los separos y una de ellas le avienta el agua de una botella encima a una mujer que está presa, mientras le ordena callarse y le dice que está loca y encuerada; se escuchan risas.
Atrás de ella, tres policías observan sin hacer nada al respecto, la voz de un hombre dice
“Pásale, pásale… hazte pa´cá, hijo”, y luego una voz femenina pregunta “¿No es este 10-40 (borracha)?”, a lo que una voz masculina responde “No… está quinzona (loca)”.
Por estos hechos el mismo 4 de mayo quedaron bajo investigación y fueron suspendidas las agentes Angélica Galavis, quien le echa agua a la mujer y Lizeth Mariñez, quien entra, la ve y no hace nada; esta agente ya enfrenta una investigación por abuso de autoridad y lesiones en contra del señor Roberto Ramírez y su familia, el 10 de febrero en Tecate.
Los otros participantes que también serán suspendidos en cuanto se presenten a trabajar son Víctor Meza, quien graba el video, y Rubén Mora Becerra, el policía moreno que observa sin tomar medidas, quien fue detenido con otros nueve miembros de la Policía de Tecate en junio de 2009 y liberado sin cargos cuatro años después, además de reinstalado.
Desde la Sindicatura el mensaje es que esta instancia reprueba todo acto que vulnere la integridad de los ciudadanos, y pide a los afectados acercarse a denunciar y confiar en que en que las denuncias se están investigando y dándoles solución, incluso en los casos de infracciones injustas.