Importante se ha convertido la actividad acuática en la Bahía de La Paz, aprovechamientos como la observación de tiburón ballena en la zona, ha generado una derrama económica que beneficia al sector turístico de La Paz, y justo como la actividad se ha convertido en un detonante de la capital como destino a nivel nacional e internacional, es relevante que se puedan establecer mecanismos para regular la actividad y proteger a los especímenes que llegan a la bahía.
Hace unos días, el Congreso del Estado de Baja California Sur aprobó en punto de acuerdo, a la Bahía de La Paz como refugio y santuario del tiburón ballena, que según registros, se desarrolla en la zona, con decenas de juveniles que vienen a alimentarse y completar su desarrollo.
De acuerdo al monitoreo de investigadores del Comité de Inspección y Vigilancia, pudiera existir un registro de al menos 70 ejemplares, cifra importante para la capital.
La gran presencia que ha tenido los últimos años este espécimen en la bahía, es sin duda un llamado a las autoridades, legisladores y prestadores de servicios turísticos para hacer de esta actividad, un movimiento regulado, con el fin de proteger los recursos y que la zona pueda ser aprovechada de la mejor manera.
Recientemente se ha hecho monitoreo en la zona, donde han resultado al menos la mitad de los especímenes de tiburón ballena dañados por propelas, de las mismas embarcaciones que se mueven en la bahía, lo que deja al descubierto una urgencia de regulación.
“El tiburón ballena es uno de los principales atractivos que tenemos, es un patrimonio nacional y estatal, donde vienen miles de turistas a visítanos, pero sobre todo a protegernos, está considerado como peligro de extinción por la SEMARNAT, ya fue declarado, por eso la importancia de crear el refugio para poder protegerlo y el recurso”, aseguró Patricia Ramírez, diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado.
De mantenerse la actividad como hasta hoy, es muy probable que la especie pueda extinguirse, o bien, simplemente deje de acercarse a la Bahía de La Paz, provocando graves pérdidas económicas para prestadores de servicios turísticos, por lo que ven como determinante “cuidar, es una de las cosas en el tema de la ecología de nuestro Estado y nuestro país, es conservar las especies, por eso sabemos que SEMARNAT y PROFEPA están haciendo junto con los gobiernos municipales y estatales, pero se necesita el plus, que su hábitat sea más protegida, al cien por ciento la protección”, agregó la diputada.
Aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) otorgan permisos para que realicen estas actividades, es primordial se verifique cómo se realizan las mismas, pues pareciera que cada vez es más irregular la prestación de servicios, incluso se habla de embarcaciones patito, lo cual genera pérdidas a los prestadores de servicios registrados. Datos recientes arrojan que el número de embarcaciones ha incrementado en un 10 por ciento, siendo ya alrededor de 50 las existentes, de las cuales solo el 50% cuenta con la certificación para esta práctica.
Asimismo, la PROFEPA realizó un operativo de inspección y vigilancia en la Bahía de La Paz y en Bahía Concepción para revisar las condiciones de los prestadores de servicios turísticos que se dedican a este servicio. Se aseguraron a dos embarcaciones, las cuales operaban en La Paz sin permiso.
“La primera fue la embarcación tipo panga denominada ‘Dany’, sorprendida al prestar servicio de observación y nado con tiburón ballena a siete turistas; la segunda, corresponde a un Dingui (lancha inflable con motor) con dos personas a bordo. En ambos casos, los tripulantes fueron sorprendidos en situación flagrante, sin el permiso correspondiente”, afirmó la institución vía comunicado.
Nezahualpilli Tovar, presidente del Comité de Vigilancia denominado Tiburón Choyero, reconoció que la especie marina siempre ha estado en riesgo, debido a su avistamiento irregular, por lo que es urgente que las autoridades se pongan a trabajar y que la actividad se pueda consolidar. Se requiere una verdadera atención para que haya una regulación total de la actividad.
“Hay que recordar que es un animalito marino, que es muy vulnerable, muy dócil, es muy vulnerable a nuestras actividades, el hecho de ir y nadar con él, sí hay un cambio en el comportamiento del animal, de sus hábitos, muchas veces si no se practica bien el avistamiento estamos haciendo que el tiburón deje de comer o de estar en el lugar en donde está, cosas de ese tipo”, lamentó.
Según Tovar, en la Bahía de La Paz aún hay embarcaciones irregulares que deben ponerse al corriente para mantener el avistamiento de tiburón ballena.
“Sí contamos una baja de embarcaciones autorizadas, el año pasado teníamos un registro que por cada dos embarcaciones con permisos autorizados, había por lo menos cuatro embarcaciones sin permiso, estaban doblando y este año afortunadamente no nos doblaron”, lanzó.
Urge la reglamentación antes que el tiempo les gane a las autoridades, y se extinga el recurso que se aprovecha en la zona.
