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viernes, octubre 4, 2024
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PRIAN: no pueden, no saben ni quieren

En memoria del ingeniero y maestro José Bernal Gaviño

 

Como clase trabajadora en la frontera de Tijuana estamos en una situación grave, amenazante, agredida en su deteriorada condición humana y social y la maltrecha calidad de vida. Los trabajadores enfrentamos grandes retos y presiones que despiertan la conciencia de la clase explotada históricamente por élites que buscan la menor rendija para amasar fortunas con la especulación en precios, los abusos, la doble moral, las mentiras sistemáticas y el golpear con incrementos de precios que no se justifican con un salario infame y ridículo, de 80 pesos diarios cuando el costo de la canasta básica ronda los 300 pesos.

Por un lado, los sindicatos oficiales desde sus dirigencias charras, manipuladas por el Estado y sus amos empresarios han sido y son indiferentes y tercos en sostener esta situación que explica sus privilegios. No quieren entender lo duro del golpeteo de la crisis inflacionaria, devaluatoria y el alza de precios de la canasta básica familiar.

Si como trabajadores no tenemos la representatividad combativa y auténtica para demandar a los patrones y al Estado una mejor distribución de los costos y cargas de la crisis, con medidas de austeridad en el gasto que sean contrapeso y disminuyan el castigo al salario.

Resentimos el incremento en el costo de vivir en una frontera cara y dolarizada. Se ha incrementado: 1. El impuesto predial. 2. Se agregó otro costo en el alumbrado público a causa de fraudes en la compra millonaria de lámparas. 3. A esos escandalosos robos “legalizados” se suma la devaluación del peso, que rondaba los 14 pesos a inicios de 2016, elevado a casi 22 pesos. 4. Estos indicadores pegan brutalmente en los precios de todos los artículos básicos de consumo familiar 5. Millones de familias somos víctimas de los movimientos especuladores con cualquier pretexto para saciar ambiciones del tipo de cambio flotante peso-dólar. 6. El aumento de la gasolina que generó un impacto abusivo en el transporte. 7. El incremento del costo del agua y la amenaza de privatizarla. 8. La instalación de una planta cervecera que absorbería volúmenes de agua en proporciones tales que genera desabasto a Ensenada, Rosarito y Tijuana.

Los fraudes del alumbrado público permanecen impunes en las administraciones de Carlos Bustamante y de Jorge Astiazarán, funcionarios responsables que deberían pagar con cárcel y resarcir con sus bienes el despojo de cientos de millones de pesos a la ciudad.

El impuesto a gasolinas, logró que cada galón de combustibles sea 18 pesos más caro en Tijuana que cruzando a California. Esta alza contraproducente para consumidores y distribuidores de Pemex es injustificada. A lo largo del resto de fronteras los precios de combustibles son simétricos, en Yuma, Arizona y San Luis o en Juárez y en El Paso. ¿Por qué en Tijuana-San Diego imponen diferencial de un dólar?

Esta alza ha puesto las tarifas del transporte urbano, con mal servicio y caro, de un precio de 10, incrementado a 13 pesos, sin la autorización del Cabildo. Se pone en evidencia a autoridades cómplices, o incapaces e ignoradas por el pulpo camionero. El DESGOBIERNO del “Patas”, no puede, no quiere ni sabe ordenar y poner reglas a los precios de servicios básicos como el transporte masivo.

La vocación del desgobierno ya no es redistribuir con equidad las cargas económicas de la población, sino que ahora ajenos a este increíble escenario de incrementos múltiples y en corto tiempo, pretenden tercamente privatizar servicios fundamentales como el agua, la recolección de basura, el alumbrado público, la seguridad pública, la educación, la salud, actividades deportivas y culturales. Estas políticas irracionales han desnaturalizado la vocación del Estado de bienestar social, degenerando en un negocio depredador de empresarios torpes que lucran con un salario de hambre, porque la gran mayoría de los mexicanos alcanzan no más de tres salarios de pobreza de 240 pesos diarios.

¿Qué hacer? Controlar los precios de la canasta básica obrera; un salario de 390 pesos para la frontera; semana laboral de 40 horas; democracia sindical y fuera charros; desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos; respeto a la igualdad de género; derogación de la Reforma Laboral; alto a la corrupción e impunidad en los sindicatos y el gobierno; derecho pleno a la salud y educación de los trabajadores; erradicar policías de ineptitud y corrupción; legislar contra los especuladores.

 

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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