Tengo la mente turbada,
mi pensamiento se agota.
Mi salud está acabada,
mi alma está sangrada y rota.
Pero en mi fin me arrepiento,
tengo algo que todos quieren.
Tengo fe en el pensamiento,
que los pecadores tienen.
¿Quién me tenderá la mano,
tratándome como hermano,
en esta humilde mansión?
¿Quién mi salud ha devuelto,
quitándole el sufrimiento
a mi pobre corazón?
¿Quién?, si no otro que me espera,
al irme yo de esta tierra.
Con el que es mi salvación.
¿Quién me tenderá su mano,
tratándome como hermano,
en esta humilde mansión.
¿Quién mi salud ha devuelto,
quitándole el sufrimiento
a mi pobre corazón.
¿Quién?, si no otro que nos quiere,
y que a todos nos protege,
con su humilde corazón.
José Miguel Hernández Villanueva
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.
