La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aseveró en su informe anual 2016 -de 616 páginas-, que México es el país “más peligroso” para ejercer el periodismo de 31 países del continente, dada su “grave” crisis de violencia y seguridad que afecta desde hace tiempo a muchos sectores de la población.
Además, las agresiones e intimidación contra periodistas han llegado a “niveles alarmantes”, por lo que señaló que la libertad de expresión en México “sufre uno de sus momentos más críticos”, con graves y complejos obstáculos, aunado a una “enorme” impunidad, ya que el Estado ha incumplido su obligación de garantizar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión, afirmó la CIDH.
En su informe, la Relatoría dedicó un capítulo especial, titulado ‘Zonas silenciadas’, a las regiones de alta peligrosidad para ejercer la libertad de expresión en América, y en el cual describe la realidad presente en Tamaulipas, México; Mazatenango, Guatemala; y varias localidades paraguayas en la frontera con Brasil.
En las denominadas “zonas silenciadas”, aunque no son las únicas de la región, se observan ciertas características comunes: la existencia de estructuras criminales que operan fuera de la ley y buscan el control de toda una región; cooperación, colusión u omisión de amplios sectores de la administración pública en diversos niveles; y falta de respuesta efectiva de otras instituciones estatales llamadas a cumplir con las obligaciones primarias de prevenir, proteger, investigar y sancionar las amenazas a la vida e integridad, y garantizar el ejercicio de la libertad de expresión, como son los Poderes Legislativo y Judicial, además de las procuradurías o fiscalías.
La CIDH dijo que pretende llamar la atención sobre el fenómeno de “zonas silenciadas”, cuyas comunidades “están siendo desinformadas y calladas por efecto de la violencia desatada por el crimen organizado para asegurar fines ilícitos”, en algunos casos actuando en complicidad con autoridades regionales infiltradas por las ramificaciones de estos grupos.
“Hay zonas de México en las cuales hoy día los periodistas se encuentran sometidos a una fuerte intimidación originada fundamentalmente por grupos delincuenciales interesados en suprimir cierta información de los medios y difundir aquella que sirve a sus intereses criminales. En esta situación de riesgo especial resulta extremadamente difícil que los periodistas realicen investigaciones y publicaciones sobre temas como crimen organizado, corrupción, seguridad pública y asuntos similares”, se lee en el informe.
La CIDH informó, además, que las entidades federativas que padecen fuerte presencia del crimen organizado, como Veracruz, Guerrero, Chihuahua, Tamaulipas y Oaxaca, fueron visitados por la CIDH y la relatoría especial durante los cinco años recientes.
– Con información de La Jornada San Luis.