“La corporación necesita destruirse y
rearmarse, hay muchos vicios que
difícilmente se van a arrancar”, señaló
a ZETA un agente del Mando Mixto,
figura que, según el subsecretario de
Seguridad Pública, necesita dos años
más para consolidarse. Mientras tanto,
buscan combatir la corrupción de los
agentes, evitar su participación con el
crimen organizado y homologar sus
condiciones laborales
“Cómo creer en los policías si vemos que cada vez son más descarados, se calmaron un poquito con esto de las matazones y de las amenazas, pero siguen siendo los mismos elementos. Pasan los años y son los mismos elementos borrachos que encabezan desmanes en colonias, actos de prepotencia o que tienen prácticamente sometidos a sus vecinos”, denunció un servidor público a ZETA.
De cierto modo esta visión coincide con lo dicho por Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, quien en su reciente visita a Baja California Sur, en sesión del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública Federal, advirtió que el problema se centra en tener elementos de confianza que puedan responder a las necesidades de la entidad. El llamado fue a crear policías confiables.
La impunidad con que operan los grupos de la delincuencia organizada en ocasiones evidencia la complacencia de las corporaciones de seguridad pública.
Para Ismael Sigala Páez, subsecretario de Seguridad Pública en Baja California Sur, es cuestión de tiempo para que se pueda consolidar el Mando Mixto, el cual conforman la Policía Estatal Preventiva (PEP) y agentes de la Policía Municipal de todas las ciudades del Estado.
“El convenio de Mando Mixto es muy reciente, el proceso de transición al Mando Mixto lleva algún tiempo, lleva varios meses, lo podremos consolidar en dos años aproximadamente, bien consolidado”, apuntó Sigala.
El problema es que mientras son detectados los malos elementos, otra parte de la corporación pierde la confianza y la credibilidad en las autoridades.
“Incluso algunos compañeros han acudido a las Fuerzas Armadas, hay más credibilidad”, denunció un agente del Mando Mixto de la Policía Municipal de La Paz, el cual agregó que “la corporación necesita destruirse y rearmarse, hay muchos vicios que difícilmente se van a arrancar”.
Mientras unos están preocupados por acabar con las células del crimen organizado como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG); o bien “Los Javieres”, “Los Acosta” o “Los Dámaso”, los cuales son parte responsable de tener tanto mandos como elementos trabajando bajo sus órdenes, hay quienes buscan erradicar la corrupción dentro de las policías.
“Es un trabajo difícil el de erradicar la corrupción dentro de las instituciones, pero en algún momento se tenía que empezar, esto ya se descarriló”, lamentó una agente de investigación de la Policía Ministerial, quien determinó: “El mal está en todas las unidades, desde la que tiene menos que ver con delincuencia, hasta con un simple robo”.
Por su parte, un capitán de la Marina, quien también solicitó anonimato, planteó:
“Las acciones de SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional) y SEMAR (Secretaría de Marina) en vehículos de la SSPE (Subsecretaría de Seguridad Pública), lograron por fin poner paz. ¿Por qué una acción así logró inhibir los crímenes? Ahí está la clave. ¿No resultó el Mando Mixto? ¿Por qué? En todo el país”.
En referencia a lo que podría ser una “oportunidad que jamás podría repetirse”, por la caída de Dámaso López Núñez “El Licenciado”, explicó que “Baja California Sur podría ser un modelo a nivel nacional, si se da la limpia de corporaciones y a la par se saca a las células criminales, hasta Estados Unidos podría implicarse en apoyar a la entidad; a final de cuentas sus compatriotas son los que invaden los destinos turísticos de Sudcalifornia”.
Entretanto, para el legislador federal panista Herminio Corral Estrada, la corrupción en las policías nunca se va a acabar, sin embargo, es requerimiento hacer una constante depuración hasta llegar a las futuras corporaciones que se desean para un Estado rico en el área turística, pero dejó en claro que a la fecha, el Mando Mixto ha dejado una buena coordinación interinstitucional.
“El tema de la depuración jamás se va a terminar, máxime cuando existe una amenaza tan fuerte como el crimen organizado, y esa amenaza no solo es con armas; también es con centavos, también es con dineros”.
Luego remató: “Yo veo una mejor coordinación. En la suma de esfuerzos han contenido un tema de seguridad, que han tratado de resolverlo, y que también hay que decirlo, con firmeza y transparencia que no lo hemos logrado terminar, no hemos encontrado la fórmula adecuada”.
Nuevos policías “acreditados”
Desde el mandato de Marcos Covarrubias Villaseñor, en 2011, se creó la llamada Policía Estatal Acreditable de Baja California Sur. El proyecto lo puso en marcha el entonces secretario de Seguridad Pública y ahora secretario general de Gobierno y actual vocero del Grupo de Coordinación de Seguridad en BCS, Álvaro de la Peña Angulo.
Sin embargo, fue ésta la Policía más señalada a principios de la guerra por el control de la plaza desde el 31 de julio de 2014 a la fecha, por los altos índices de corrupción al interior.
Según la convocatoria, la iniciativa del Ejecutivo federal de Mando Único Policial “… fue presentada en el Senado de la República el pasado 6 de octubre del 2010 y cuyo principal recurso humano son los jóvenes que aspiran a construir un México seguro, con instituciones fuertes y acordes con los retos del país”.
En cuanto al objetivo y número de aspirantes que traía en un inicio la propuesta, apuntaba:
“Convocar a un promedio de dos mil jóvenes de ambos sexos en cada entidad federativa para conformar este primer módulo, es decir, 64 mil candidatos”.
Supuestamente sería el modelo a seguir en el resto de las policías, tomando en cuenta a la Policía Municipal y la Estatal Preventiva, pero la realidad fue otra.
Al menos diez elementos señalados con nombre y apellido, permanecían en las calles operando con tranquilidad y portando uniformes, otros más decidieron dejar las líneas de la Ley, y dedicarse de tiempo completo a la delincuencia.
“Vemos agentes que han sido señalados desde un principio, pero no solo señalamientos, con investigaciones abiertas por parte de la SEIDO y que muy campantes, siguen operando”, mencionó el agente ministerial entrevistado por ZETA.
Las investigaciones también se centraron en la Secretaría General de Gobierno que, en voz de Álvaro de la Peña Angulo, “revisaría los estilos de vida de los agentes, cómo viven y determinar si coincide con su sueldo”, situación que ha quedado a deber, pues algunos elementos policiacos siguen viviendo ostentosamente.
“Recuerdo, el caso de ‘Pepe’ Zavala, muy trabajador y honesto. Lamentablemente a los custodios embarrados en la maña quisieron ofrecerles trabajo, pero no quiso entrarle y esto le pasó. ¿Qué nos dice?, qué no nos va a pasar a nosotros, entonces es un miedo a trabajar y que llegue el momento en si te haces a un lado o a otro”, opinó un elemento del Mando Mixto.
José Zavala Fiol “El Pepe” fue custodio del Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz. Alrededor de las siete de la mañana del sábado 3 de diciembre de 2016 fue ejecutado al estilo del crimen organizado, justo después del cambio de turno, los sicarios lo esperaban en su domicilio, en el fraccionamiento Camino Real.
Las investigaciones apuntan primeramente hacia gente de Simón Guillermo Hernández Peña “El Simón” o “El Sepulturero”, presuntamente por delatar las prácticas que llevaba al interior del penal, y sobre todo, “la coparticipación de elementos del penal, eso fue lo que menos gustó”, confió el agente municipal.
Pero más allá de buscar policías honestos para el Estado, se requiere que las condiciones de entrada puedan ser justas y sin distingos. Policías municipales tienen que lidiar con uniformes de mala calidad, que solo “con una lavada se despintan, luego ves los pantalones azul marino, parecen morados”.
Los sueldos son variables, para un agente de la Estatal, es de 7 mil pesos quincenales, 14 mil al mes; mientras tanto, un municipal apenas y ronda los 4 mil 500, 9 mil pesos mensuales, lo cual genera una diferencia superior a 5 mil pesos.
“Es muy chingón andar de arriba a abajo, cumplir con la labor en el Mando Mixto, estar a disposición con una promesa de aumento salarial, de mejorar continuamente, y eso es lo que queremos cada uno de los elementos, lo malo es cuando llega la realidad; tu quincena es una baba y la chinga es la misma, cómo no nos vamos a sentir inferiores, pues que nuestros mandos nos las hagan desde inicio”, lamentó el municipal.
Para conseguir el perfil idóneo para la nueva Policía Estatal, los encargados de la Subsecretaría de Seguridad Pública buscan candidatos asertivos y con un perfil.
De entrada ya exigen las siguientes condiciones:
Primero. Formación en su función, mínima de preparatoria; en la Estatal de nuevo ingreso no hay elementos sin preparatoria terminada con certificado.
Segundo. Pasan por un proceso de selección en un filtro previo de Control y Confianza, antes de que lleguen a Control.
Tercero. Cubrir todos los bloques de Control y Confianza, que son cinco.
Cuarto. Mínimo dos cursos de formación; el de formación inicial de policía, que es un plan o programa de formación que emite el Sistema Nacional de Seguridad Pública; las competencias básicas policiales, que permiten a los policías desarrollar las aptitudes y conocimientos de cómo hacer su función en la calle.
Lamentablemente sigue habiendo agentes señalados por su actuar. Uno de ellos fue Carlos Alberto León Aguiar, el cual presuntamente se encontraría tras las rejas por participar en la ejecución de un civil el 13 de mayo de 2016. Al momento hay dos agentes estatales internos en el CERESO de La Paz por el hecho, uno de ellos al parecer León Aguiar.
Ese13 de mayo, sicarios presuntamente de las denominadas “Fuerzas Especiales Dámaso” abrieron fuego en contra del comandante general de la Policía Estatal, Luis Alejandro Osorio Álvarez, sin embargo, éste repelió la agresión y logró salir con vida.
En su reporte, policías ministeriales indicaron que fueron “Los Dámaso”, debido a que al acercarse al sitio se les emparejó una camioneta y cerró el paso, siendo encañonados por sicarios, los cuales al huir gritaron “¡Puro Dámaso!” y se retiraron a exceso de velocidad.
“Lamentablemente la colusión con el crimen ha estado enmarcada en la violencia que se vive en la entidad. Lo peor de todo es que no se pueden eliminar las malas conductas de raíz, pues ya son parte del sistema”, afirmó a ZETA un abogado y miembro de asociaciones de atención a víctimas del delito.
Pero antes de este suceso, ya habría participado en otro evento desafortunado -en marzo de 2015-, cuando se dirigió contra un reportero de este Semanario, lesionándole el rostro, desde ese entonces “el secretario Rangel nos aseguró que el elemento tendría que ser puesto en labores de oficina, lejos de la gente para evitar el contacto, no sabe tratar a la población. Ya nos dimos cuenta que seguía en activo y en operativos, cuando nos enteramos que había participado en la muerte del joven de Mazatlán”, dijo uno de los reporteros asistentes a la reunión de ese día.
Urge reacomodo policial y depuración
“Supuestamente a cada rato cambiaban de comandantes, los rotaban y lo que te imagines, pero la mala hierba sigue dentro. A veces da coraje ver que uno se esfuerza muchísimo para sacar la chamba y llegan otros quitados de la pena, con la mano en la cintura y entran al sector a puro corromper, y eso nos pega en la madre. Al rato ni los maleantes nos la creen, pues ya se arreglaron con los otros”, acusa un agente de la Policía Municipal de La Paz, adscrito al Mando Mixto.
Mientras autoridades ven con buenos ojos la caída de “El Licenciado” y anticipan reacomodo en las células del crimen, sobre todo una purga entre grupos antagónicos y con mayor debilidad “Los Dámaso” por carecer de momento de un cabecilla, policías de diferentes corporaciones se despachan con cuchara grande.
“Los que se están dando las tres, son los que pactaron con los de la plaza de Cabo San Lucas, esos batos digamos que quedaron bien parados, pero es la misma, pasen o no las pruebas (Exámenes de Control y Confianza) siguen dentro de las corporaciones, y lo malo, si de plano no los pueden tener ahí, los premian con puestos de oficina, en cambio a nosotros nos corren por cualquier vínculo”, lamentó el entrevistado.
La plaza que presumen miembros del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública, es que “Cártel Jalisco es el que tiene mayor control”, por lo tanto, aquellos elementos que permanecen operando con el crimen organizado son los que se estarían beneficiando, sin embargo, eso es lo que el Grupo busca erradicar, mayormente “con la presencia de las fuerzas federales, obligan a los policías a hacer su chamba en la medida de lo posible”, menciona un miembro del Grupo de Coordinación.
Las autoridades ya vieron como posible factor de corrupción, son las bajas oportunidades de crecimiento, la derrama salarial que es pésima, y los grandes polos de diferencia entre una corporación y otra.
“Es muy disparejo el asunto, el sueldo es mínimo por la carga de trabajo que es el Mando Mixto. Yo vengo ganando 4 mil 500. Los uniformes que nos acaban de dar, ¡uff!, ni cómo decirte, en la primera lavada se le va el color, de plano son una porquería, y al presidente le vale madres”, lanzó el agente de la capital.
De acuerdo a la inversión que hiciera el Ayuntamiento de La Paz en atención al área de Seguridad Pública, según la última entrega de uniformes, la cual data del 3 de abril de 2017, 822 agentes municipales recibieron uniforme, “consistente en camisola, pantalón, gorra y calzado, así como entrega de equipo de primer respondiente que incluye cámara fotográfica, maletín con material para la preservación del lugar de los hechos y papelería impresa para ese fin”. La inversión fue aproximada a 8 millones de pesos, fondos adquiridos a través del programa de Fortalecimiento para la Seguridad Pública Municipal (FORTASEG).
Ante la necesidad que existe de renovar los cuerpos policiacos de la entidad, el gobernador del Estado, Carlos Mendoza Davis, confirmó que se buscará profesionalizar a los cuerpos policiacos, y sobre todo atender el compromiso de crear policías nuevas, profesionales y capacitadas, instrucción brindada desde la Secretaría de Gobernación.
“Es un proceso permanente y estamos evaluando las distintas disciplinas que abarcan los Exámenes de Control y Confianza a todas las policías, estatales y municipales, y lo que tenemos que hacer antes, es depurar los cuerpos policiacos para que una vez que hayamos concluido con esa depuración, podamos mejorar y especializar a nuestras policías”, aseguró el mandatario.
Para ello lo principal, dijo, es depurar las corporaciones y que nuevos elementos ocupen los puestos, por lo que a través de la Academia de Policía se buscará contar con elementos nuevos, una academia que no estaba en funciones, lo que denota que la anterior administración estatal solo se preocupó por renombrar una corporación sin antes acreditarla debidamente y capacitarla.
“Estamos construyendo nuestra Academia de Policía, que esperamos que a finales de este año podamos contar con la infraestructura física para ello, y es indispensable, por no decir imprescindible, que podamos contar con una academia para poder capacitar de una manera adecuada a todos los cuerpos policiacos del Estado”, comentó Mendoza.
Uno de los compromisos para este año es que quede concluida la edificación y que los nuevos elementos estén preparados y evaluados a través del Centro de Control y Confianza (C3). La inversión estimada es de 60 millones de pesos para una instalación de primera, con pistas de adiestramiento, comedor, auditorios, gimnasios, aulas para instrucción de cadetes y contratación de docentes profesionales, certificados en materia policial.
Las instalaciones de la Academia de la Policía quedarían concluidas a finales de 2017, pero mientras este sueño se construye, hace falta trabajo comprometido y eficaz, de ahí la llegada de más de mil 400 elementos de la Policía Federal División Gendarmería, de la SEDENA y SEMAR, quienes se han encargado de limpiar el desastre generado, o como dicen los propios militares, “limpiar el puerquero que hicieron”.
Desde que el puerto de Los Cabos estuvo en riesgo la violencia desencadenada, con más de 120 personas privadas de la vida solo en el destino turístico, despertando gran expectación a nivel nacional, los cual llegó a oídos del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Esto generó una intensa movilización y militarización de la zona, incluyendo la capital del Estado.
El acuerdo fue que “se apoyara a la entidad como se hizo ya en Cancún, se tiene que hacer un trabajo con mayor rapidez, el tema de la depuración, también el hecho de que tengamos pocos elementos es un tema importante, hay que decirlo muy claro: es preferible tener pocos policías aptos y acreditados, a tener lleno de policías no aptos, esa es una realidad y la vamos a tener que llevar a cabo”, reconoció el vocero del Grupo de Coordinación en el Estado, Álvaro de la Peña Angulo.
Para cumplir las metas propuestas para mediados de este año, una verdadera depuración policial y llevar sanidad en corporaciones, por lo menos 15 agentes estatales reprobados y con nexos con la delincuencia, fueron puestos en trabajos de oficina, desarmados y sin equipo de radiocomunicación.
“El compromiso es que la academia que ya estaba funcionando y que ya está en construcción, una academia digna y real, como merece Bajas California Sur, va a ser el primer instrumento para generar esos policías que tanto requiere el Gobierno del Estado, pero también los municipios”, explicó De la Peña, labor que tomará tiempo.
Poco más de 50 elementos de Los Cabos ya fueron dados de baja, La Paz sigue manteniendo el pretexto que la pasada administración los sigue reteniendo para actuar, lo cual podría catalogarse como un desacato a la solicitud de la ciudadanía, a la cual no ha sabido atender Armando Martínez Vega en la capital; pero en Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante sigue permitiendo que agentes corruptos laboren para” la otra plaza, la que no ha estado en juego, y es la de Cabo San Lucas”.
“Exámenes de Control y Confianza han sido aplicados en este momento a mayor número de elementos, han sido dados de baja principalmente en Los Cabos, en la Policía Municipal, que era el principal reclamo de la ciudadanía allá; aquí en La Paz se hizo igual un parte de la depuración, esperemos en breve, considero que para el primer semestre de este año, antes de que culmine el primer semestre, esperemos hablar de otros números mayores en el tema de depuración. Vamos a llevar las acciones pertinentes de depuración, de contratación, pero sobre todo de capacitación de los elementos de las policías Estatal y Municipal. Se está haciendo una convocatoria especial para que acudan personas interesadas en integrarse a las filas de la Policía, no ha sido tan fácil que en este momento a los jóvenes les resulte atractivo ser policías. Hay jóvenes que en este momento no tienen trabajo, pero no quieres ser policías; vamos a buscar la manera de que sea atractiva la función de un policía, pero sobre todo, darles las condiciones de permanencia y de operatividad”, declaró De la Peña Angulo.
En la búsqueda de contar con policías confiables, de mejor calidad y que enfrenten a la delincuencia sin necesidad de coludirse con el crimen, autoridades de Baja California Sur buscan mejorar las condiciones de los policías, con la intención de consolidar un entorno laboral estable.
“Estamos viendo cómo mejoramos sus sueldos, sus prestaciones, cómo ofrecemos mejores condiciones de equipamiento, horarios de trabajo; es un tema que vamos a resolver este año, porque hay un desequilibrio todavía entre los municipios, el Estado y los criterios de trabajo”, expuso Ismael Sigala Páez, subsecretario de Seguridad Pública en la entidad.
En ese sentido los objetivos son “homologar los sueldos, los grados, las cargas de trabajo, equipar a nuestra gente y ver cómo andan en temas de prestaciones, porque mientras en Los Cabos el policía tiene todas las prestaciones, el mejor equipo, un buen sueldo, incluso por encima de la Policía Estatal, en Comondú hemos tenido casos en que el policía trae problemas para el abasto de uniformes”, reconoció el funcionario.
Según datos recabados, un agente municipal de Los Cabos puede ganar poco más de 15 mil pesos, siendo éstos los elementos que más ganan en el Estado; le siguen los estatales, de la Municipal de La Paz y el resto de las corporaciones municipales.
Un policía de Los Cabos obtiene un 20% más que la Policía de La Paz, un 10% más que la PEP, y 30% más que la Policía de Mulegé, Comondú y Loreto. Así de dispareja es la situación de los elementos; a ello se suma el riesgo que enfrentan en la actualidad.
En Los Cabos ya hay registro de al menos tres agentes levantados, dos policías y un comandante, quienes fueron alineados.
“Están bajo investigación, están trabajando para un bando, y no es el de la Ley. Salió un nombre que nos interesa, Julio César, pero me reservo el resto de la información para llevarla de cerca”, adelantó un agente de inteligencia militar consultado al respecto.
Aunque el subsecretario de Seguridad Pública especula que la reestructuración de sueldos y prestaciones para elementos de seguridad quedará lista antes de que culmine el año, con el fin de homologar cada uno de estos puntos y evitar que quienes juraron proteger a la población se conviertan en cómplices de la delincuencia, a veces fungen como verdugos al entregar ciudadanos a grupos criminales.