Consultoría Matrimonial y Familiar
En los últimos tiempos han surgido muchos cambios en la sociedad, y por supuesto en las familias. Según cifras leídas por ahí y en que se han llevado algún tipo de estadísticas, desde 1975 los divorcio se han duplicado provocando un incremento de los hogares con un solo progenitor, situación que antes no era algo socialmente aceptado, por lo cual al correr el tiempo se han ido configurando diversos tipos de familias, como también el divorcio ya es bastante habitual que no se ha escapado en su transformación, por lo que hoy trataré de las familias ensambladas como las más comunes después de las familias nucleares o clásicas como consecuencia directa principalmente por los divorcios.
No debemos de soslayar que la familia es una institución que influye con valores y pautas de conducta que son representadas por los padres, los cuales van conformando un modelo de vida para sus hijos, enseñando normas, costumbres, valores que contribuyan en la madurez y autonomía de sus hijos. Influyendo en todo ello la religión, las buenas costumbres y la moral en cada uno de los integrantes más pequeños, por lo cual los padres son modelos a seguir en lo que dicen y en lo que hacen. La importancia de valores morales como la verdad, el respeto, la disciplina, la autonomía, etc. hace que los hijos puedan enfrentar el mundo que les rodea de manera madura y protagónica, desafortunadamente en muchos casos no es así porque algunos padres no se preocupan por ello.
Más de la mitad de los matrimonios terminan en divorcio, y muchas de estas personas optan por volver a casarse. Esto da paso a la formación de una segunda familia, que consiste en dos familias separadas que se funden en una nueva. Son aquellas familias compuestas por adultos divorciados, viudos y/o separados en los cuales tienen cabida los hijos menores o adolescentes de cada uno de ellos y que incluyen relaciones mucho más complejas que las tradicionales, puesto que lógicamente se presentará aquí la interacción de las personas, cada una de ellas con vidas pasadas diferentes.
Cuando dos personas vuelven a vivir en pareja, se puede afirmar que se estará comenzando a recorrer un camino que muy posiblemente incluirá situaciones difíciles, especialmente en sus inicios. La llegada de un nuevo miembro a la familia ensamblada, podría unir más a la familia, ya que el bebé será algo que todos tendrán en común. Durante los primeros momentos, será muy importante que la disciplina y el orden de la casa serán aplicadas por el adulto que se encuentra presente en el momento, ya que es importante que los hijos sepan que la autoridad continuará partiendo de los adultos, y no del padre o madre que ya no está.
Estas familias reconstituidas son casi tan comunes como la familia nuclear, a pesar de que tienden a tener más problemas, como los períodos de ajuste y los problemas de disciplina entre los hijos de cada una de las parejas. En las familias ensambladas es muy importante que aprendan a trabajar juntos y también a trabajar con sus ex parejas para evitar que quieran intervenir sin razón alguna y más si el divorcio se dio en términos de enojo u odio. Tratarán o tratan de intervenir teniendo como pretexto del trato que les da el nuevo cónyuge de su ex-pareja a sus hijos y/o tratarán de manipular a los hijos en contra del ahora padrastro.
El volverse a casar donde hay hijos de por medio en ambos cónyuges, podrán presentarse también problemas entre los hijos, tratando de tener la mayor atención de su padre/madre progenitora causando problemas entre la propia pareja cuando no hallan a quién darle la razón en determinados momentos. Esta nueva relación hará que toda la familia pase por un proceso integrador, por un compromiso pleno de igualdad para todos, que debe ser decidida antes que se casen y trabajar en ello a diario para que se logre una mayor armonía entre los hijos de ambos y evitar se den abusos, principalmente de padrastros con hijastras.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El autor, reside en Tijuana, B.C.
