Este viernes 26 de mayo en la colonia Altamira, Tomás Hernández Flores “El Apache” y su pareja Alejandra Macedo fueron baleados en Tijuana y trasladados al hospital con lesiones graves. Un día antes, el jueves 25, Javier Duarte Arzate fue asesinado con arma de fuego en la colonia Mérida de la misma ciudad.
Entre sus antecedentes criminales, las dos víctimas de atentados homicidas, tenían capturas y liberaciones recientes en la ciudad de Tijuana.
Duarte Arzate fue aprehendido diez días antes, el 15 de mayo, por agentes de la policía municipal de Tijuana en posesión de 15 dosis de cristal, mientras vendía la droga en la calle D y 33 Sur de la colonia Pinos Agüeros.
A Hernández Flores, lo detuvo la Policía Estatal Preventiva (PEP) apenas el miércoles 24 de mayo de 2017, fue presentado en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) por posesión de dos armas cortas, una calibre .30 y otra calibre .9 milímetros y fue liberado a pesar de ser reincidente dentro del Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Porque apenas el 10 de abril de 2017, la PEP lo había capturado también por posesión de arma, en esa ocasión por una subametralladora, un revolver, una pistola, cartuchos cargadores y 55 dosis de cristal. Con cargos similares, el 12 de agosto de 2016, la policía municipal de Tijuana lo presentó ante el Ministerio Público por la portación de una subametralladora y un arma corta.
Y el 2 de septiembre de 2016 fue detenido por los municipales y se le inició averiguación previa por robo equiparado. En el viejo sistema el registro delictivo de “El Apache” incluye también dos aprehensiones realizadas por la policía municipal por posesión de armas, una el 28 de mayo y otra del 22 de marzo, ambas del año 2016.
