El ataque terrorista contra los fans de la cantante pop Ariana Grande en Manchester, Inglaterra, la llevó a cancelar por el momento su gira “Dangerous Woman”, luego de cumplir con siete de 18 fechas por Europa. El atentado deja un saldo de 22 muertos y 59 heridos, desatando una crisis de inseguridad
No fue su carisma, talento, la lucha por equidad de género, ni las críticas contra Donald Trump lo que provocaron que la cantante estadounidense Ariana Grande, de 23 años de edad, acaparara los titulares de Reino Unido, sino los asistentes a su concierto en Mánchester Arena, quienes fueron víctimas del atentado terrorista de un grupo yihadista (Estado Islámico) el lunes 22 de mayo en la ciudad inglesa, donde 21 mil jóvenes asistieron a la fecha del tour “Dangerous Woman”.
Justo al finalizar el séptimo de 18 recitales por Europa, la intérprete de “Side to Side”, “Into You”, “One Last Time”, “Bang Bang” y “Break Free”, cuyo trabajo musical es avalado por más de 2 billones de plays en Spotify, un explosivo fue detonado a las afueras del recinto, quitando la vida a 22 personas e hiriendo a otras 59; incidente en el que la Policía de Manchester señala a Salman Abedi, un británico de 22 años (hijo de refugiados libios, quien falleció) como responsable del ataque.
“Destrozada. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras”, escribió la actriz y cantante, quien tras el suceso decidió suspender indefinidamente su gira mundial, pues se asegura, no está en condiciones de actuar, mientras que su equipo encabezado por su representante Scooter Braun, se muestra preocupado por la seguridad de la cantante, pero espera pronto reagendar el tour que llegaría a Europa, Asia y Latinoamérica.
El ataque terroristas dejó 22 muertos
Por su parte, Inglaterra ha incrementado sus niveles de seguridad, donde este viernes y sábado continuaría la gira de Ariana en Londres, sin embargo, después del lunes anterior habrá un antes y un después en los espectáculos masivos, y es que de acuerdo a la psicoterapeuta Dalia Santiago, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Unifront, este tipo de eventos contra niños pudiera ser una respuesta al gobierno de Reino Unido y a la cultura que representa la cantante norteamericana.
“Hay que recordar que al Estado Islámico, sobre todo la gente de Alepo (Siria), le han matado a muchos niños, y el gobierno de Inglaterra está implicado en el movimiento de afectación a ISIS, de erradicar esos pueblos, es una situación de genocidio. Por lo tanto, estas personas que llaman terroristas ven que están masacrando a su pueblo, y matando a sus niños con bombas químicas, pues es natural que se desquiten con la misma población vulnerable, los niños, por eso no mataron a militares, sino niños y mujeres, entonces se entiende que ellos lo justifiquen. La seguridad debió ser mínima al tratarse de un concierto para jovencitos”, explicó.
“Por otro lado, Ariana Grande pertenece a una élite que ante el Estado Islámico representa y propaga una falta de respeto sobre el cómo debe ser una mujer, tiene varias variables, es estadounidense y representa lo que en cuanto valores ellos no quieren. Ariana Grande era una niña talentosa, que no vendía porque se veía como niña, y la comercializan con un tono súper sexual, y para ellos representa una industria que está destruyendo los valores de este pueblo. En otros tiempos igual hubiera pasado en un concierto de Britney Spears”, aseguró la especialista a ZETA.
Sobre la afectación en los niños que vivieron el suceso, la psicoterapeuta mencionó la posibilidad de padecer un trastorno psicológico:
“Los niños que estuvieron presentes pueden tener un síndrome de estrés post traumático, porque fue una situación en la que su vida realmente estuvo en peligro y totalmente inesperada, tanto para los padres y sociedad, no estamos preparados. Este síndrome también se puede presentar después de un terremoto, del que tampoco estamos preparados”, citó Santiago.
Entre los síntomas del síndrome de estrés post traumático aparecen: 1) El sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente; 2) Dificultad para dormir o aparición de pesadillas; 3) Sentimiento de soledad; 4) Explosiones de ira y; 5) Sentimientos de preocupación, culpa o tristeza.
“Nadie se espera que al momento de ir a relajarte, a desestresarte en un ambiente sano, suceda algo así. Esto va a tener una repercusión muy grande. Los que estuvieron ahí tendrán un efecto adverso a corto plazo, desde una situación de shock, no poder dormir, problemas de alimentación, angustia, inseguridad, pero si tú no estuviste ahí, los medios de comunicación se van a encargar de que vean la posibilidad de haber estado, puede que esta gente no vaya a conciertos, pero sientan que ir a ciertos lugares será peligroso”.
Sobre los posibles futuros panoramas para los espectáculos públicos explicó: “La afectación general es sobre la idea de inseguridad, dejaremos de pensar en esa válvula de escape de asistir a conciertos, a pensar que corremos peligro, se perderá la inocencia de irse a desestresar, aunque los gobiernos intentarán que no se instale la idea de miedo”.
Por su parte, la cantante Nicky Minaj prometió que su gira pronto llegará a Manchester, y pidió no dejar que el miedo gobierne su mundo, mientras que Ariana Grande, la Artista Revelación de 2012, quien acumula 105 millones de seguidores en Instagram (superando a Beyoncé y Taylor Swift), 45 millones en Twitter y 32 millones en Facebook, ya se encuentra en su casa en Estados Unidos; al mismo tiempo que el mundo de los espectáculos se mantiene en alerta ante los inminentes cambios para establecer un
estado de confianza y seguridad tanto para los protagonistas como para los asistentes que acuden por diversión y entretenimiento a los espectáculos masivos.
