Si el gobierno de Enrique Peña Nieto no instrumenta acciones para eliminar los impuestos a los hidrocarburos -y de esa manera reducir los precios de la gasolina y otros energéticos-, la tasa de inflación que actualmente se mantiene en 4.7 por ciento a nivel nacional no se va reducir al 3%, como prometió el gobernador del Banco de México (BANXICO), Agustín Carstens Carstens.
Así lo señaló el economista José Luis Contreras Valenzuela, quien manifestó la presencia de “un contrasentido” en lo dicho por BANXICO y las políticas de la Federación, que aumentó el precio de los energéticos en un 20% este año, lo que ha dado un resultado catastrófico para el sector productivo y los hogares del país.
A las imposiciones del Gobierno Federal, el también ex vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) en Tijuana sumó la “incertidumbre financiera” provocada por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las variaciones en el tipo de cambio. En ese sentido, expuso cómo el peso se ha devaluado en un 60% en los últimos 16 meses, lo cual daña gravemente las importaciones de productos de Estados Unidos a México.
Lo más perjudicial para los mexicanos es el aumento en los insumos de la canasta básica. Un ejemplo: México importa el maíz con el que se hace las tortillas; al aumentar el precio de compra a Estados Unidos, el costo de ese alimento fundamental en la dieta es inevitable.
Al costar más el traslado de los insumos, Tijuana registra la tasa de inflación más alta del país, que al momento se ubica en 5.79%.
Según Contreras Valenzuela, el costo de la canasta básica ha aumentado un 12% desde enero -de lo que da cuenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía-, cuando sobrevino el gasolinazo que provocó históricas movilizaciones anti-gobierno en toda la nación.
Para el especialista, el escenario se agrava si se toma en cuenta que “no está en la agenda de gobierno implementar un rumbo para mejorar el poder adquisitivo del salario”, y anotó que si la administración de Peña Nieto tuviera una ruta para mejorar las finanzas de los mexicanos, eliminaría el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), que por sí solo representa más del 20% de lo que cuesta la gasolina.
Sin embargo, en vez de ello, “se están privilegiando las finanzas públicas por encima del poder adquisitivo de la población”; dicho de otro modo, se le da prioridad a lo que recaude el gobierno, que a fortalecer la economía de las familias mexicanas.
Hechos que adquieren mayor sentido si se contraponen a los actos de corrupción de gobernadores y ex gobernadores mexicanos procesados o en investigación, que a decir de Contreras Valenzuela, equivalen a 436 mil millones de pesos. Mientras a los mexicanos se les cobra más, los propios gobernantes hurtan las finanzas sin que haya consecuencias tangibles en la mayoría de los casos, lamentó el empresario local.