Planeta 50/50
Advertencia: No he recibido un solo comentario de mis anteriores artículos, lo que significa dos cosas; o no les interesa o las mujeres siguen siendo intelectualmente subordinadas aunque ostenten grados académicos, no sé, ustedes díganme. Para abordar de lleno el tema de paridad no puedo dejar de hablar de la desigualdad y discriminación en México hacia las mujeres.
Existe una marcada discriminación que día a día sufren las mujeres; los 6.7 millones que hablan alguna lengua indígena, los más de 5.7 millones que viven con alguna discapacidad, las niñas y niños además de las personas de edad avanzada, entre otros grupos vulnerables, ha dado lugar a una situación de indefensión, de abandono y de incapacidad para exigir sus derechos, satisfacer sus necesidades o para hacer frente a los problemas cotidianos, casa, comida y sustento.
La discriminación, intolerancia y exclusión social que enfrentan estos sectores de la población mexicana constituyen uno de los mayores desafíos que debemos de resolver. De ahí el sentido de urgencia para generar políticas públicas que corrijan las desigualdades, dar poder a quienes no lo tienen y crear una auténtica sociedad de derechos y de igualdad de oportunidades.
Debemos de generar acciones encaminadas a que den como resultado la igualdad sustantiva de género, porque sin la participación plena de las mujeres, quienes somos las que representamos más de la mitad de la población, en todos los ámbitos de la vida nacional, México será una democracia incompleta y con ello estaremos siempre enfrentando fuertes barreras en su desarrollo económico, político y social.
Los retos en esta materia son aún muchos y muy complejos, iniciemos por acordar la paridad en la administración pública, en sus tres niveles de gobierno.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (E.N.O.E.) 2012, “18.4 millones de mujeres formaban parte de la población ocupada en el país; su tasa es de 42.9%, casi dos veces menor a la de los hombres […]” A pesar de que la participación femenina en la economía ha crecido aceleradamente en los últimos 40 años, en su mayoría se siguen desempeñando en puestos de menor jerarquía, en trabajos precarios que carecen de seguridad social, y en actividades propias de los roles asignados a su género, es decir, en el sector de servicios como vendedoras, profesoras, enfermeras y cuidadoras de niños.
Asimismo, en México se observan grandes diferencias de género en cuanto al trabajo remunerado: 49.5% de las mujeres ocupadas ganan menos de dos salarios mínimos en comparación con el 34.7% de los hombres.
Según el Índice de Discriminación Salarial de 2012, las mujeres ganan en promedio 5% a 6% menos que los hombres. Sin embargo, en algunas ocupaciones la brecha de percepciones es mucho mayor.
Cuatro de cada 10 hogares en México tienen jefatura femenina, lo que refleja el aumento de su presencia en la economía y el mercado laboral. Usualmente, estas mujeres desempeñan una doble jornada: además de su empleo se encargan del trabajo doméstico, aunque este último no se contabiliza en las cuentas nacionales. A este factor le llamo economía del cuidado, es decir, el cuidado de los niños, los enfermos y los ancianos generalmente está a cargo de las mujeres, este rol de cuidadora, si bien es cierto es un trabajo de buena voluntad no es remunerado en México como tampoco existen índices de medición no estadísticas para poder tomar acciones y políticas públicas para abordar el tema, estamos muy lejos de una sustantiva paridad en cualquier ámbito, debemos apostarle a la paridad de género en la administración pública, el camino recién ha iniciado…
Estas grandes desigualdades deben de atenderse con verdaderas acciones pues existe una enorme brecha entre lo que establece la letra de nuestro marco jurídico en cuanto a la situación de vulnerabilidad y exclusión que enfrentan las mujeres y la realidad, agenda pendiente…
P.D. Opina, di algo, deja un comentario en mi página, hazme saber que no estoy sola en esto, no creo que no te interese por ti y por tu hija, buscar se dé la paridad en nuestra sociedad.
Mtra. Deyanira Meléndez Hinojosa. Ciudadana de Tiempo Completo. La autora es Doctorante en Derecho Administrativo y Género por la UNAM. Contacto página: deyaniramelendez.net