Auténtica, la mejor definición.
Quienes conocen a Margarita Zavala, para definirla en una sola palabra, responden con seguridad: auténtica. No importa que en esta época de su vida, en que ha retomado la política como una actividad importante, le estén colgando “milagritos” de familiares o amigos. Todo eso no borrara su interesante trayectoria iniciada oficialmente a la edad de 17 años.
Alguna vez nos comentó Esperanza Brito de Martí (periodista y feminista, ya fallecida) “con motivo de los trabajos previos a la IV Reunión Mundial de la ONU sobre la Mujer en Beijing 1995, conocí a Margarita Zavala y su compromiso con el desarrollo de las mujeres como un factor indispensable para el cambio social de México. Me sorprendió, porque no hablaba como panista, sino como ser humano interesada en la dignidad de hombres y mujeres”.
Los políticos no afines a ella, se han dedicado a presentar una semblanza que nada tiene que ver con su realidad. Asegurar que su vida existe solo como sombra de su esposo y padre de sus hijos. Ignoran ¿o se les olvida? que ella fue una gran estudiante y luego abogada. Asambleísta, Diputada Federal, además de haber sido una digna Primera Dama. Muy distinta a su antecesora. Ella llegó con proyectos sociales propios, como atención especial a niñas, niños y adolescentes migrantes, así como el programa “Vida Nueva” para prevenir y atender las adicciones.
Su ida a Beijing, como parte de la comitiva de México, se la ganó al participar en un Concurso sobre los Derechos Humanos de la Mujer, su ensayo obtuvo el 2º. lugar y el premio fue ese viaje en 1995. En 1990 su tesis profesional fue sobre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tema al que le siguió dedicando todo su interés. Así que como abogada y maestra, tuvo su propia actividad, aún antes de ser la esposa de Felipe Calderón.
Los amnésicos, empeñados en destruir sus logros como política y mujer, ni siquiera le reconocen que ella llegó a la residencia oficial de Los Pinos, para ser la Primera Dama, con trayectoria propia. Y durante 6 años tuvo una conducta digna, respetable y activa en el aspecto del servicio social (que ya había iniciado desde su vida de estudiante). Quizá les moleste que no se cargó de maquillaje, ni gastó en guardarropa de marcas internacionales, ni tuvo influencia (por lo menos visible) en los asuntos de estado.
Nota 1.- Que los políticos hombres se sientan disgustados con la aspiración de Margarita Zavala, es lógico, aunque nada digno ni justo. La misoginia en todo su esplendor, dicen “es mujer, es casada, por lo tanto no tiene pensamientos propios, obedece a las órdenes de su marido”.
Nota 2.- ¿Por qué a los mexicanos les molesta que una mujer, esposa de expresidente, pueda aspirar a la máxima magistratura? Eso no sucedió en Estado Unidos, ni en Argentina. Ojalá los panistas no tengan miedo al debate y organicen uno con todos los pre candidatos que han manifestado sus deseos de competir por la candidatura.
Nota 3.- Una periodista de las muchas que la entrevistaron durante su época de Primera Dama, se preguntaba ¿qué hace a Margarita tan centrada? Y se respondía: me parece que viene de dos fuentes: 1) su experiencia personal en la política, 2) su manera de vivir su religión.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com