El locutor Filiberto Álvarez Landeros, fue atacado el sábado pasado, con armas de fuego disparadas por sujetos desconocidos, en Tlaquiltenango, Morelos, cuando volvía en su vehículo a su casa, después de las 22 horas, al salir de la estación de radio La Señal de Jojutla (89.3 FM), en la cual conducía del espacio radiofónico ‘Poemas y Cantares’. Falleció cuando era trasladado al hospital para su atención médica, tras haber recibido al menos 3 impactos de bala.
Pero no no fue hasta ayer martes que las autoridades estatales informaron oficialmente sobre este homicidio. La Fiscalía General (FGE) de Morelos informó que las primeras pesquisas apuntan a que la agresión no está relacionada con la actividad profesional de la víctima, de 65 años de edad, pero que se mantienen abiertas todas las líneas de investigación.
El Gobierno del estado de Morelos subrayó su “absoluto respeto a la libertad de expresión y al ejercicio periodístico”. En este sentido señaló que en los últimos cuatro años “no se han registrado agresiones contra comunicadores”, hasta ahora.
El diario local El Sol de Cuernavaca informó que Filiberto Álvarez iba con acompañado de un escolta, aunque de momento se ignora por qué o desde cuándo. La muerte del locutor es la quinta de un periodista en México en lo que va de año. Los cinco comunicadores han sido asesinados en menos de dos meses. El total de periodistas asesinados en México del año 2000 a la fecha es de 125, cuatro de ellos desde marzo pasado.
Durante el mes pasado fueron asesinados Cecilio Pineda Birto, en el estado de Guerrero; Ricardo Monlui Cabrera, en Veracruz; Miroslava Breach velducea, en el estado de Chihuahua; y Máximo Rodríguez Palacios, en el estado de Baja California Sur.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) señaló que, aunque no hay hipótesis claras sobre las motivaciones del crimen, “tratándose del segundo asesinato contra periodistas en el mes de abril y el quinto en el año, no puede descartarse el móvil profesional”.
Además de los cinco asesinatos, en marzo, en Veracruz, el editor de noticias del periódico La Opinión de Poza Rica, Armando Arrieta Granados, fue herido gravemente por arma de fuego. Ayer, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, señaló en un informe que “la impunidad endémica permite a los grupos criminales, los funcionarios corruptos y los cárteles de la droga silenciar a sus críticos” en México, donde, agregó, han sido asesinados más de 50 periodistas y trabajadores de medios de comunicación desde 2010.