El matador español, figura de la Fiesta Brava a nivel mundial, llegó a Tijuana para deleitar a sus seguidores con su elegante estilo y depurada técnica. Cortó un par de orejas a su segundo astado
Por segunda ocasión en su carrera, la figura mundial de la Tauromaquia, Enrique Ponce, se presentó en Tijuana.
El reconocido torero español llegó a la ciudad para inaugurar la temporada taurina 2017, como parte del cartel que ofreció Promociones BUSA el sábado 8 de abril, teniendo como escenario la Plaza de Toros del Hipódromo.
Ponce alternó con el experimentado Alfredo Ríos “El Conde” y el joven Sergio Flores, quien fue la figura de la pasada temporada en la Monumental Plaza México, donde cortó cuatro orejas en dos actuaciones.
A diferencia de la primera vez que visitó la ciudad en 2009, presentándose en la Plaza Monumental, el matador valenciano salió al ruedo de un pequeño coso taurino que no termina por convencer a los aficionados de la Fiesta Brava, incluso a los propios toreros.
Y es que el escenario, que es portátil, apenas tienen capacidad para tres mil personas y, a comparación del majestuoso ruedo que se ubica a la orilla del mar, no se respira el ambiente de la Tauromaquia.
El primer astado de la tarde de la ganadería “Cerro Viejo” fue “Maestro” de 460 kilogramos, marcado con el número 180 y correspondió a Ponce, quien fue recibido de pie por el público en la tribuna.
El “Maestro de Maestros” no logró conectarse con el toro que salió tardo, por lo que poco pudo lucir con el capote y qué decir con la muleta, que aunque fue efectivo con la espada al despachar rápidamente al animal; la actuación fue seca, yéndose con las manos vacías.
Para el segundo de la tarde, las cosas cambiaron y el diestro tuvo mejor fortuna con el toro marcado con el número 66 de nombre “Tijuano”, de 470 kilos, el cual salió bravo. Ponce aprovechó las condiciones del astado mostrando sus dotes en cada faena tanto con el capote como la muleta, demostrando por qué lo han colocado como una de las máximas figuras de los toros.
Después de lucirse con su fino y elegante toreo, en el último tercio, Ponce fue espectacular con la espada al rematar al animal con una estocada en su sitio, levantando al público de sus lugares que exigía al juez de plaza, Sergio Palomino, la máxima distinción, otorgándole un par de orejas.
Cabe mencionar que el segundo toro alcanzó a derribar al matador, pero sin ocasionar algún inconveniente.
“Me sentí muy contento, he cuajado un toro muy a gusto y muy bien, en el que he podido cortar las dos orejas. Fue muy importante la faena porque el toro tenía un fondo bueno, pero habría que sacárselo y llevarlo bien toreado para matarlo”, declaró a ZETA el diestro español de 45 años, que debutó como novillero el 9 de marzo de 1988 en Castellón. Mientras que la alternativa la tomó el 16 de marzo de 1990 en Valencia.
“La gente fue extraordinaria paladeando el Toreo bueno, cuando he toreado a gusto el segundo toro. La verdad que la gente respondió de una manera muy bonita, me voy muy contento y espero volver”, sentenció Enrique Ponce.
Por su parte, Alfredo Ríos recibió en su primer toro a “20 Años”, de 465 kilos y marcado con el número 67.
“El Conde” estuvo bien con el capote y sus suertes, retando al burel y levantado a los aficionados, pero falló a la hora de matar.
Para su segundo de la tarde, “Rey Midas”, de 485 kilogramos, Ríos volvió a llevar al astado con un buen toreo hasta el último tercio, donde erró con la espada, colocándola hasta el quinto intento.
“El Conde” logró recuperase con el séptimo toro de la tarde, un astado de regalo, donde lució en cada una de sus suertes desde el capote hasta con la muleta, y qué decir con la espada, al matar en el primer intento con una estocada perfecta para llevarse un par de orejas.
Mientras que el joven triunfador de la plaza México, Sergio Flores, sobresalió por su entrega, pundonor y valentía en cada uno de sus toros.
Primero con “Porra Brava” de 480 kilogramos y marcado con el número 175, el cual pudo torear a su antojo con espectaculares faenas a diestra y siniestra. Se fajó en el segundo tercio con las banderillas y culminó su obra con un gran pinchazo de su espada sobre el lomo del animal, para adjudicarse una oreja.
Para si siguiente toro, “Bienvenido” de 490 kilogramos y el número 179, Flores cumplió con el capote, pero falló a la hora de matar, dejando ir la que podría haber significado su segunda oreja de la corrida.
Para el promotor Alberto Bustamante, la presentación de Enrique Ponce cumplió con las expectativas que se habían generado: “A final de cuentas tuvimos una muy buena entrada, es cierto que nos hizo falta gente para llenar la plaza, ya que tuvimos más de dos mil personas. Pero también esa es la realidad de la Fiesta Brava en Tijuana, porque cada vez son menos los que se interesan en las corridas”, confesó el empresario, para ampliar:
“La corrida fue muy buena y se cumplieron las expectativas. Todos los toreros tuvieron una buena actuación y también salieron buenos los toros. Ponce estuvo muy bien, en el segundo toro le salió bravo como pocas veces lo vemos toreando, a gusto, tanto que el toro lo sorprendió”.
Tras la presentación de Ponce, Bustamante adelantó que la próxima corrida está programada para el domingo 13 de agosto con un cartel por anunciar, el cual se realizaría en el mismo escenario, ya que “La Monumental” se encuentra en venta.