Reclusos obtuvieron más de 50 mil dólares de paisanos en Texas, California y otros estados
Autoridades estatales en Jalisco desarticularon una banda de extorsionadores telefónicos que operaba desde el interior del reclusorio preventivo de Guadalajara y convertía en víctimas a mexicanos que radican en los Estados Unidos de América.
La Fiscalía General de Jalisco informó que tras un operativo de revisión realizado la semana anterior en algunos dormitorios del penal para procesados en Puente Grande, municipio de Tonalá, se encontraron indicios de la participación de diversos reclusos en los hechos.
Entre los objetos asegurados a internos se detallan 18 chips o memorias, siete teléfonos móviles, directorios de usuarios de telefonía en los estados de Texas y California y hasta guiones con los monólogos que empleaban en sus conversaciones con los afectados.
El fiscal general, Eduardo Almaguer Ramírez, confirmó lo que desde hace un tiempo era un secreto a voces: los reclusos cometían menos extorsiones telefónicas en la entidad, porque ahora las llamadas se realizan a paisanos en la unión americana. Por lo menos desde hace un par de años.
Almaguer Ramírez afirmó ante los medios de comunicación que los extorsionadores llamaban “haciéndose pasar, primero, como familiares, y posteriormente como ‘abogados internacionales del aeropuerto’. Esas son las frases que regularmente ellos utilizan”.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, los internos del penal de Puente Grande relacionados con los hechos obtuvieron más de 50 mil dólares en semanas recientes, de víctimas que residen principalmente en los estados de Texas y California, así como en Oregon y Georgia. En las celdas se encontraron anotaciones sobre víctimas de Los Ángeles, Dallas y Austin, entre otras ciudades de los Estados Unidos.