Iván Reyes Arzate, exdirector de la División Antidrogas de la Policía Federal (PF), quien se entregó a la justicia de Estados Unidos en febrero pasado, le dijo este jueves a un juez federal en Chicago, que no tiene ingresos, esto a pesar de haber recibido un pago de al menos 3 millones de dólares de parte del Cártel de Los Beltrán Leyva, a quien supuestamente le vendió información.
Según la agencia estadounidense AP, el ex comandante de la división antidrogas, de 45 años de edad -a quien en el mundo del crimen lo conocían por los alias de “Ayala” o “La Reina”-, entró a una Corte de Distrito de Illinois con los tobillos encadenados. Allí, el juez aceptó que Reyes era elegible para recibir asistencia legal subsidiada.
Además, según su abogado, el acusado indicó que, al menos por ahora, no va a apelar su detención en espera de juicio. Reyes Alzate fue puesto en custodia en Chicago después de hacer una comparecencia inicial la semana pasada, ante la Magistrada Sheila M. Finnegan.
Está acusado en la Corte Federal de Chicago de conspirar para impedir de forma corrupta, una investigación estadounidense sobre narcóticos. De ser hallado culpable, Reyes Arzate podría purgar un máximo de cinco años de prisión.
Reyes Arzate filtró a los Beltrán Leyva información confidencial que la PF y otras instancias gubernamentales de inteligencia mexicanas compartían con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y con el Departamento de Justicia estadounidenses. En este entonces él era su principal contacto.
Un informe del Departamento de Justicia de estadounidense detalla que Reyes Alzate compartió a miembros del Cártel de los Beltrán Leyva que la DEA había obtenido autorización judicial para interceptar sus llamadas.
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El informe añade que en septiembre de 2016, autoridades estadounidenses conocieron que uno de los narcotraficantes investigados, Ángel Domínguez Ramírez Junior, ex operador de los Beltrán Leyva, tenía en su poder una fotografía de vigilancia del expediente abierto.
A través de conversaciones telefónicas interceptadas, las autoridades supieron que la misma persona que envió la fotografía al narcotraficante, le notificó que era el blanco principal de una investigación federal. Según el informe, elementos del Cártel discutieron por teléfono sobre la obtención de la información filtrada, lo que llevó a uno de los operadores a identificar la fuente como “Iván”.
En la escucha telefónica, el narcotraficante incluso expuso que “Iván” previamente filtró información a otro cártel mexicano:
– “¿Quién es Iván?”, preguntó un líder del cártel, cuyo nombre no se ha revelado.
– “El jefe”, le respondió un subordinado, en aparente referencia a la posición de Reyes como oficial de alto rango en la Policía Federal.
En el informe se precisa que en noviembre pasado, Reyes presuntamente se reunió en persona, en la Ciudad de México, con el capo Ángel Domínguez Ramírez Junior, quien le ofreció reducir la violencia en Tamaulipas.
Ese mismo mes, la Unidad de Asuntos Internos de la PF abrió una investigación en su contra y lo separó de su cargo en la corporación. En enero renunció a la dependencia y en febrero se entregó a la DEA.
Además, según lo informó el diario Reforma, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, uno de los ex líderes de los Beltrán Leyva, declaró en EU que, desde 2008, Reyes Arzate era “un oficial corrupto de la PF que apoyó a los Beltrán” junto con otros tres mandos de la corporación.
Incluso, “El Grande” detalló que en 2009, en un encuentro en Cuernavaca, Reyes Arzate y otros dos agentes informaron a Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, los detalles sobre un informante de la DEA que había facilitado el decomiso de cargamentos de cocaína desde Colombia, lo que llevó al secuestro, tortura y ejecución de dicha persona.
Según recuerda el mismo rotativo, en ese tiempo, Reyes Arzate se encontraba bajo las órdenes directas de Ramón Eduardo Pequeño García, ex jefe de Inteligencia y después titular de la División Antidrogas, en la extinta Secretaría de Seguridad Pública, que encabezó Genaro García Luna.
Iván Reyes Arzate era un agente de élite entrenado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), en Quantico, Virginia. Llegó a la PF finales de 2007, luego de seis años en la Agencia Federal de Investigación (AFI) de la Procuraduría General de la República (PGR).
Antes de ser agente de la PGR, dijo ser dueño de un negocio relacionado con el servicio público de pasajeros y ser ejecutivo de ventas en una institución bancaria, además de sólo contar con bachillerato concluido.
Durante seis años formó parte de la unidad especializada en la investigación, búsqueda y captura de los principales líderes del crimen organizado. Reyes Arzate participó en la detención de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie” y de otros integrantes de las organizaciones criminales de Los Zetas y de El Golfo.