Dentro de los males que sufre nuestro país, uno que se presenta año con año son los procesos electorales. Las elecciones que se llevan a cabo en México son recurrentes y muy onerosas. Al finalizar el proceso electoral del 2017 nos daremos cuenta que en tres años se renovaron más de 20 gubernaturas, un sinfín de alcaldías, así como congresos locales.
Hay varios ejemplos, pero uno de ellos llama la atención, es el caso del estado de Veracruz. Con el propósito de “empatar” el calendario local electoral con el federal van a renovar una vez más la gubernatura en el 2018 cuando apenas en el 2016 lo hicieron. Pero antes en este 2017 van a regresar a las urnas para elegir presidentes municipales. En pocas palabras en 3 años acudirán 3 veces a cambiar a sus autoridades.
Recuerdo a un líder nacional de un partido político quien se quejaba de la dificultad para realizar acuerdos con otros partidos ya que siempre estaban en constante “golpeteo” por los procesos electorales. Es muy difícil sentarse en la mesa para encontrar puntos de coincidencia cuando a su vez en algún estado de la República existen agravios por un asunto electoral.
En este año serán cuatro estados los que vivirán un nuevo proceso electoral: Estado de México, Coahuila y Nayarit tendrán elección para Gobernador, en tanto que Veracruz será de alcaldes. Sumados los padrones electorales tenemos que un 23% del padrón nacional acudirá a las urnas donde están en juego más de 300 cargos de elección popular. Estado de México y Veracruz están dentro de los 5 padrones más robustos del país.
Todos los partidos se juegan mucho en el Estado de México, bastión histórico priista que hoy corre peligro. El nerviosismo se ha apoderado del Gobierno Federal al grado que burdamente todos los días algún funcionario se le ve entregando apoyos. Curiosamente a varios les ganó la prisa por acudir al Estado de México. Lo que parecen desconocer estos miembros del gabinete es que su presencia más allá de sumar es muy probable que reste ya que el gobierno del Presidente Peña Nieto es el peor evaluado de la época moderna. En Coahuila el PRI inexplicablemente puede ganar a pesar del pasado conjunto de los Moreira y en Nayarit todo hace suponer que perderá. Aun así, el PRI es bastante competitivo y puede ganar 2 estados.
El PAN viene con una racha ganadora desde el 2015, su principal problema radica en las aspiraciones presidenciales del dirigente Ricardo Anaya ya que se vuelve una presidencia calculadora que no se desgasta si las cosas no le favorecen de acuerdo a sus intereses unipersonales. El PAN puede ganar el Estado de México, la clave será que su candidata Josefina Vázquez Mota demuestre carácter y verdaderas ganas de triunfar. Su fortaleza radicará en la inteligencia o no de capitalizar el voto anti-PRI. En Coahuila si el PAN no gana esta elección con un PRI tan corrupto entonces es posible que nunca lo haga. En Nayarit la alianza con otros partidos políticos encabezada por el candidato panista Antonio Echevarría se perfilan como ganador.
MORENA crecerá exponencialmente en el Estado de México al grado de tener posibilidades de ganar y seguro mantendrá en Veracruz una importante cantidad de votos como en el 2016, sus candidatos están literalmente colgados de López Obrador. Sin el “Peje” no existen.
El 2017 servirá para analizar a detalle la composición estatal con miras a la elección presidencial, la propaganda inundará las calles, televisores y redes sociales de ciertas entidades. Por lo pronto no hay cura para este mal necesario denominado “eleccionitis aguditis”.
Alejandro Caso Niebla es consultor en políticas públicas, comunicación y campañas; se ha desempeñado como vocero en la Secretaría de Hacienda y Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno Federal, así como Director de medios en la Presidencia de la República. También fungió como Director de Comunicación Social en el Gobierno del Estado de Baja California. @CasoAlejandro. Correo: casonieblaalex@hotmail.com