La Semarnat invirtió 19 millones 800 mil pesos de 58 millones en la ampliación del laboratorio de reproducción en el campus El Sauzal. Aunque la cifra de decomiso es alta, es un delito poco castigado en el país
Conforme aumenta el precio del dólar contra el peso, el tráfico de especies en peligro de extinción como la totoaba macdonaldi se convierte en una actividad atractiva que ha alcanzado un valor por kilogramo –de buche– de mil 500 a 20 mil dólares en el mercado negro asiático.
La información oficial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en 2016, refiere que junto con la Secretaría de Marina y el Ejército Mexicano se decomisaron alrededor de 280 piezas cotizadas en unos 6 millones de pesos. Esta cifra es mínima en comparación con el producto que sale del país de manera ilegal.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha encontrado una manera de revertir el efecto e invirtió 19 millones 800 mil pesos de 58 millones en la ampliación del laboratorio de reproducción en el edificio de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), campus El Sauzal.
El plan es que a finales del 2017 opere el nuevo laboratorio, el cual triplicará la producción de estos organismos marinos. Los primeros años la producción de totoabas será de entre 200 y 250 mil, mientras que al término de tres o cuatro años se elevará de 800 a un millón de peces.
Se calcula que la obra civil a cargo de la empresa Servicios Estructurales de Ensenada, ENS-O-RF022-2015 tiene un 80 por ciento de avance pero aún falta el equipamiento.
Empresarios del ramo pesquero, aseguran que es irremediable el juego en el que se ha involucrado el gobierno ante el tráfico de la especie, por lo que la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainpesca) pidió que no solo la autoridad tenga el control de la reproducción sino que permita a la iniciativa privada a través de la acuacultura cultive la especie.
Hay constancia de que algunos ejemplares que fueron desarrollados en cautiverio, y que se han liberado en el golfo, han sido capturados por furtivos con la intención de traficar con ellos y lucrar con las propiedades curativas y afrodisíacas que de manera misteriosa se le atribuyen.
Un peldaño más para investigadores
El doctor David Conal True, responsable de la Unidad de Biotecnología en Piscicultura (UBP) de la Facultad de Ciencias Marinas (FCM), y quien encabeza el proyecto de reproducción, prefirió no mirar hacia atrás en relación a quiénes han sido los responsables de la depredación de totoaba.
Al preguntar sobre el comportamiento del mercado asiático, que son los principales consumidores de la especie, respondió “no conozco el mercado”.
Prefiere concentrar su esfuerzo en el futuro de totoaba.
“La ampliación es una manera de poder fortalecer o dar inicio a un programa real de los últimos 20 años, a una escala tal para que sea el inicio de repoblamiento –en vida silvestre– a mediano o largo plazo”, describió.
Dijo estar de acuerdo con que se abra la maricultura para la especie siempre y cuando la evaluación de la población silvestre alcance niveles adecuados con una estrategia de captura más fundamentada. Un porcentaje del producto se destina a la reproducción mientras que el resto a la venta y engorda.
El motivo por el que construyen el laboratorio en las instalaciones de la UABC, y no en San Felipe o Puertecitos, de donde es nativa, es porque ahí han tenido por más de 20 años la infraestructura de reproducción y crianza.
Además de que es mucho más fácil que el personal esté al pendiente de la dinámica e involucrar a los estudiantes en el proceso, contestó con fluidez.
Todo lo anterior, representa un ahorro significativo para la institución.
“Para qué pensar en una la unidad de desarrollo o banco de reproductores cuando realmente ya está establecido aquí”, abundó.
Sus expectativas del nuevo edificio son poder regresar al alto golfo en el término de vida una vez que totoaba sea un recurso de uso sustentable con beneficio a la comunidad.
Para eso, dijo, se necesita que “nos involucremos la comunidad, que nos puede apoyar regulación al igual que el sector gubernamental”.
Hace unos años en Ensenada hubo intentos fallidos de cultivo de macdonaldi, pero por ser una especie endémica del Golfo de California los proyectos no prosperaron.
En La Paz, Baja California Sur, existe la Unidad de Manejo Ambiental (UMA), que ha funcionado de manera ejemplar recibiendo la asesoría, así como compra de alevines por parte de la UABC; los ingresos que se han recibido de la UMA han servido en buena parte para el mantenimiento del laboratorio.
Comercio de totoaba, una posibilidad cercana
El delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alfonso Blancafort Camarena, considera que la estrategia de aprovechamiento es buena sobre todo para erradicar el furtivismo.
Mencionó que México parte de Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), con una categorías de riesgo donde reconocen que se está trabajando la salud a través de la reproducción.
El Gobierno Federal, explicó, está apoyando a la UABC a incrementar la producción de totoabas, cuyo laboratorio carecía de capital, por lo que fue necesario vender producto a una UMA que se encuentra en La Paz.
“Sabemos que en este momento es exitosa etapa de reproducción y que llevan a cabo acciones de repoblamiento, pero lo que no sabemos, qué tan bien le está yendo a la especie una vez que es liberada en el mar, porque no hay estudios que nos arrojen datos exactos”, declaró con desconfianza ante una estadística que casi imposible de precisar.
El proyecto que presentó la institución tiene de 3 a 4 etapas, las cuales no tienen que ver únicamente con reproducir alevines “tan chiquitos”, sino permitir la maricultura en un futuro cercano.
La dependencia tiene contemplado llegar a tener otros laboratorios de reproducción así como de engorda, uno en San Felipe y otro más en Puertecitos, que es la zona natural de la totoaba.
“A mayor cantidad de totoaba debería bajar la presión y menos riesgo por el misterioso poder curativo que tiene esta especie”, dudó el funcionario federal.
La Secretaría de Pesca del Estado ha propuesto que se abra la captura de totoaba con fines deportivos mediante un estudio que arroje las posibilidades, cantidad, pesos y dimensiones de los peces que se pueden sacar.
No obstante, Semarnat considera que mientras tengan en la categoría de extinción no se puede pensar en eso, será la ciencia la que determine si es posible continuar con la actividad como se hacía hace 30 años en Baja California, hasta que se agotó el producto en el golfo de California.
“Porque si no, va a ser complicado y cualquier lucha de conservación va a fracasar”, apuntó.
La siguiente categoría que podría alcanzar la totoaba es la de “aprovechamiento”, donde se determinaría una cuota de captura. Otras especies en este estatus en Baja California son borrego cimarrón y almeja pismo.
Imperio para totoabas, no para “totoaberos”
Abrir la comercialización de totoaba a través de la acuicultura o ranchos de cultivo, es una opción para reducir la venta ilegal.
Juan Morán Sánchez, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola opinó que a pesar del laboratorio de UABC, que tiene tiempo funcionando, es alentador que el Gobierno Federal haya decidido hacer una inversión para pasar al siguiente nivel en materia de reproducción de las unas especies marinas más cotizadas del país.
No obstante, insistió que en que es necesario otro tipo de comercialización para que la especie abandone el estatus que mantiene y así abrir la acuacultura.
Consideró que antes de probar lo que se está haciendo en laboratorios es mejor abrir la acuacultura en altamar con el propósito de erradicar el tráfico de la especie, de lo contrario será como producir materia para los ilegales.
Delito de tráfico quedó impune
El 13 de mayo del 2013 se registró uno de los aseguramientos más importantes dentro del recinto portuario de Ensenada.
Dos contenedores con varios kilogramos de productos marinos, la mayoría en peligro de extinción, entre ellos buche de totoaba, fueron detenidos antes de partir hacia el continente asiático.
Tras varias solicitudes al portal de Transparencia del Gobierno Federal para conocer el estatus de la investigación, a nombre de quien introdujo los contenedores a los patios o empresa que firmó la entrada de las unidades, al final se determinó que no hubo responsables.
A pesar de ser un delito federal, la Procuraduría General de la República (PGR), que en ese momento intervino, se deslindó de responsabilidad, lo mismo la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) y Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Por último la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) respondió que tienen archivados expedientes con número PFPA/A.3/2C.27.3/106-13.
En consecuencia la Dirección de delitos federales contra el ambiente y litigio presentó una denuncia de hechos con AP/119UEIDAPLE/DA/18/2013 la cual está consignada al Juzgado Séptimo con sede en Baja California.
Con respecto al nombre de la empresa, o identificación de la unidad “emplacada”, ya que el ingreso de unidades al recinto es muy estricto y vigilado, respondieron que “Al momento de detectarse el producto pesquero y realizarse su posterior aseguramiento precautorio por parte de esta procuraduría, no fue detenida persona alguna”, firmó Imelda Velázquez Díaz, subdirectora de área.
Las reproducciones a baja escala
Alrededor de 10 mil 100 ejemplares de Totoaba macdonaldi, que nacieron en mayo de 2016, fueron liberadas en el poblado de Puertecitos, Baja California por parte de la UABC.
Ésta, fue la segunda liberación de alevines de totoaba que se realizó en el año, los organismos que fueron puestos en su ambiente natural tenían una edad de cuatro meses y peso aproximado de 50 gramos.
Al respecto la Vicerrectora del Campus Ensenada, Blanca Rosa García Rivera y el director de la Facultad de Ciencias Marinas, Juan Guillermo Vaca Rodríguez informaron que fue la última del 2016, alcanzarán una cifra de 35 mil especies puestas en su ambiente natural para su repoblamiento.
“Reiteramos que la investigación que se desarrolla en la Universidad es pertinente y con un fuerte sentido de responsabilidad social”, afirmó.
Por su parte el director de la FCM, comparó que en el laboratorio actual la capacidad de producción de totoabas es de entre 80 y 100 mil crías; sin embargo, una vez que empiecen a operar las nuevas instalaciones con equipamiento de alta tecnología se podrán producir de manera paulatina hasta un millón de crías al año.
“De esa producción de totoaba, parte importante se tendrá que destinar a la liberación para apoyar el proyecto de repoblamiento, y otra parte, será para apoyar la acuicultura legal esta especie”, dejó claro el investigador.