Planeta 50/50 México
Hablemos de paridad de género en la Administración Pública en México.
Es tiempo de iniciar el camino para lograr una verdadera representación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, esto, como meta global para el año 2030. Gobiernos paritarios en sus tres niveles de gobiernos en México, se puede…
¿Y por qué paridad de género dentro de la Administración Pública?
El objetivo es claro y a la vez necesario, la observación de los hechos a lo largo de la historia de nuestro país tiene que ver con la subordinación de la mujer frente al hombre, la construcción social de género, creencias de tipo socio-cultural que prevalecen hoy en día son razón suficiente para abordar el tema, romper los paradigmas, roles y estereotipos.
La paridad tiene como objetivo abonar al progreso y desarrollo económico del País dando oportunidad a ese 51.2% de la población que representamos las mujeres en términos equitativos, logrando paridad de género en los espacios de toma de decisiones.
Paridad, entendamos que el concepto trata de establecer que dos cosas se igualen por algún motivo, es decir que dos cosas exactamente tienen el mismo valor y sentido, pero dos cosas desiguales dejan de serlo a través de una medida paritaria, esto implica siempre que hay dos cosas, entidades o personas, ambas tienen algo en común, pero no son idénticas, no tendría caso hacer paritario algo que ya es igual a otra cosa, para hacer algo paritario hay que introducir una variable para que los dos elementos tengan el mismo valor.
La paridad de género es un término muy utilizado en el ambiente político hoy en día pues la mujer ha tenido tradicionalmente un rol inferior con respecto al hombre. Esta desigualdad se intenta corregir mediante leyes, políticas públicas, reformas a la normatividad que nos rigen actualmente, pues la legislación de la mayoría de los países expresan la idea de igualdad de las personas ante la ley, por lo tanto, si algo no es igual (igualdad de oportunidades) hay que convertirlo en igual. En eso consiste la paridad de género en la actividad política, esto abona al objetivo de garantizar mayor participación de mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, particularmente en la toma de decisiones.
Debemos buscar tener mayor apertura en espacios de participación política para las mujeres, así como en la participación dentro de la Administración Pública en los tres niveles de gobierno. Existe una necesidad de incrementar y acelerar el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones, esto va a significar que mujeres y hombres equivalgan en los cargos dentro de la administración pública en el porcentaje de la población que representamos. Las mujeres debemos tener oportunidad de ser representadas por nuestro propio género. Una verdadera democracia se logrará a través de los gobiernos paritarios.
Sucede que la mujer no es representada.
La insuficiente representación de las mujeres en los espacios dentro de la administración pública en los tres niveles de gobierno es un problema que debe de atenderse pues no es congruente ni proporcional con el porcentaje de mujeres entre la población en México, la administración pública no llega a tener una representación de género así como de igualdad de oportunidades de participación entre hombres y mujeres, dejando incluso a discreción de los gobernantes electos la libre designación de los espacios de toma de decisiones en la administración pública sin una regulación que dé oportunidad de participación a las mujeres en términos equitativos.
Este planteamiento da oportunidad de participación equitativa a las mujeres, así como de la regulación de competencias, capacidades, preparación académica y profesional de los futuros funcionarios públicos, estableciendo y regulando un mínimo aceptable y profesionalizando de esta manera la función pública.
Este debe ser también un tema en el que hay que reflexionar, debe ser motivo de estudio y de análisis por los investigadores; la problemática en la profesionalización de los funcionarios públicos reside no solo en la paridad de género sino la profesionalización de todos para ocupar un cargo público.
Es por esto que resulta inminente que los cambios deben darse en torno a un marco normativo, regulación jurídica, normatividad, leyes, reglamentos, reformas, modificaciones, políticas públicas y todo lo necesario en sentido conducente para lograr la paridad de género dentro de la Administración Pública en México, permeando los tres niveles de gobierno; desde espacios de primer nivel, de la toma de decisiones hasta los de subordinados, lo anterior con fundamento en el principio de discriminación positiva, que tiene como fin dar un trato especial a un grupo tradicionalmente discriminado.
La cuota de género en la reforma política electoral, así como la paridad de género en la Administración Pública, encuentra su fundamento en el principio de discriminación positiva donde se establece una reserva rígida para el grupo que se desea favorecer, en este caso, las mujeres. Es el inicio, tenemos una agenda pendiente.
La autora es doctorante en Derecho Administrativo y Género por la U.N.A.M.