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miércoles, octubre 2, 2024
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Evidente impunidad

“El Dante” fue atacado a metros de

la entrada a la PGR, mientras en Los

Cabos, Arturo de la Rosa Escalante

presume la cartelera de las fiestas

tradicionales de San José del Cabo

-zona en disputa de los cárteles con

un saldo de 80 muertes en 2017-.

En La Paz detuvieron a Carlos

Enrique Mejía Barraza “El Lucifer”

Con una operación artera y libre de cuerpos de seguridad, en pleno corazón de la justicia de Baja California Sur, fue herido el narcomenudista Dante Abdel Gallegos Canizales alias “El Dante”, de 28 años de edad,  a solo metros de la entrada de las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR).

Sicarios abordaron y dispararon hasta en cinco ocasiones en contra de la víctima que caminaba junto a dos civiles por la calle Bahía, vialidad que topa con las instalaciones de la PGR y del Centro de Justicia Federal que colinda con el Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz, el Tribunal Superior de Justicia del Estado, la Policía Ministerial y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), y a solo dos cuadras de la Policía Municipal.

El suceso demostró el grado de impunidad con que operan sicarios del crimen organizado con la colaboración de cuerpos policiales y de justicia, tomando las calles de Baja California Sur para llevar la disputa por el control de la plaza, la cual se libra entre tres grandes células del crimen organizado:

Por un lado los exiliados del Cártel de Sinaloa, “Los Dámaso”, de Dámaso López Núñez “El Licenciado”, del cual autoridades no descartan que tenga incursión y presencia en la entidad, usando al destino turístico como refugio de la refriega que se vive en Sinaloa; y por otro, los propios herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera con la célula de “Los Chapitos”; y por supuesto el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG), que se sabe, cuenta con apoyo de ciertas células del Cártel Arellano Félix (CAF).

Siendo Baja California Sur escenario de la batalla campal que libran los diversos grupos de la delincuencia organizada, los ciudadanos han alzado la voz y aclaman el regreso de la paz que se perdió desde el 31 de julio de 2014 y que a la fecha ha dejado más de 600 personas ejecutadas al estilo del crimen organizado.

Carlos Enrique El Lucifer cuenta con un largo historial delictivo, a los 15 años fue detenido con estupefacientes en Culiacan, Sinaloa

En Los Cabos, el alcalde Arturo de la Rosa Escalante presumió la cartelera con que contarán las tradicionales fiestas de San José del Cabo, principal zona en disputa y que ha dejado más de 80 muertes en lo que va de 2017.

“Pura música que le gusta a la gente buchona, que anda matando, es la que trajo este alcalde, así cómo quiere que estemos tranquilos”, dijo un ciudadano a ZETA, tras ver los artistas que acudirán a la fiesta grande.

“De por sí estaba en contra de las fiestas por todo lo que estamos viviendo, y con esta porquería más”, fue un mensaje vertido en redes sociales y que demuestra en gran medida el hartazgo de los ciudadanos ante la inoperancia de las fuerzas del orden en Los Cabos, sobre todo en una zona limitada de San José del Cabo.

“En la lucha que se libra todos los días en las calles, aquí en Los Cabos, San José, no se puede hacer mucho, nos queda muy claro que están policías inmiscuidos en esto, queremos atorar a alguien y ya no están, los operativos donde atoramos a toda esa gente fue de chingazo, sin avisar, solo con autorización de arriba”, lamentó un agente de seguridad.

Mientras hay un debate por cuál será la estrategia de seguridad para atender el caso de las Fiestas de San José, se ha dejado de lado el interés por recuperar la tranquilidad, “no es justo que ellos tengan seguridad en sus casas, gente armada, y nosotros qué”, reprochó uno de los ciudadanos que se acercaron a este Semanario.

Según datos de ZETA y cifras oficiales, enero culminó con 32 personas ejecutadas, febrero con 30 y, hasta el jueves 9 de marzo-, se tiene registro de 16 personas ejecutadas solo en San José del Cabo, donde se presentarán los artistas.

De acuerdo a información publicada por el Ayuntamiento de Los Cabos, se sabe de la presencia de los artistas de talla nacional e internacional como Virlán García el día 14;  Bronco el 15; Banda Los Recoditos y Crecer Germán (este último canceló una presentación en La Paz por una sobredosis con cocaína) el 16; El Coyote y Perdidos de Sinaloa el 17; Pepe Aguilar el día 18 y la presentación estelar de Ramón Ayala el domingo 19 de marzo.

Lo que ha quedado claro es que el alcalde cabeño se encuentra más preocupado por llevar una fiesta a los ciudadanos, como dicen algunos, “desviar la atención”, a verdaderamente hacer ataque frontal  contra el crimen organizado.

Casualmente San José del Cabo, siendo la cabecera municipal, es el punto más álgido de la violencia por la que atraviesa Baja California Sur. También es la zona a nivel país donde se tiene registro del aumento de la violencia a comparación del año pasado, de hasta un 800 por ciento, lo que pone en duda si las políticas públicas municipales están rindiendo frutos.

 

PGR, despreocupada

La tarde del martes 7 de marzo, Dante Abdel Gallegos Canizales, junto con su padre y madre, “salía del Centro de Justicia Penal Federal de una audiencia inicial en su contra; fue al terminar la audiencia y al abandonar las instalaciones del Poder Judicial cuando sufrió el atentado, lo estaban cazando”, dijo un  miembro del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública.

El Lucifer fue detenido acompañado de dos jovencitas, ademas portaba un rifle AK47 dos bolsas de marihuna y grandes cantidades de cristal

Según testigos, “El Dante” y su familia se dirigían a su vehículo Sentra, estacionado sobre la calle Bahía en la colonia Emiliano Zapata de La Paz -a escasos metros de las oficinas de la PGR – cuando un comando armado salió de la nada, a bordo de una camioneta y dispararon hasta en cinco ocasiones.

Ante el artero ataque, Dante  se desplomó y sus padres se tiraron al suelo. Se presume había acudido a ratificar una denuncia en su contra por portación de arma de fuego, apenas el sábado 4 de marzo fue detenido en San José del Cabo por posesión de un arma de fuego tipo escuadra calibre 9 milímetros, y había sido citado a declarar la procedencia del arma.

“Era obvio que lo iban a esperar a la entrada o la salida, tal vez vieron con mayor confianza a la hora de salir”, apuntó un agente de investigación.

“Posiblemente fue puesto, aquí hay de tres: por policías federales ministeriales, de la PGR pues, porque son los que investigan; o bien a la hora de salir el citatorio, a veces se da copia a ministeriales, también puede ser la Policía Estatal Preventiva, ya que fueron los que lo detuvieron y en el seguimiento sabían cuándo y a qué hora tendría que acudir a declarar”, puntualizó.

El homicidio se dio en una zona en particular, algunos especialistas en seguridad y reporteros policiacos la consideran “El Corazón de la Seguridad”,  a menos de media cuadra de la PGR, a una de la PGJE, junto a la barda del CERESO y de la torre más cercana del penal, así como a dos cuadras de la Dirección de Seguridad Pública Policía Preventiva y Tránsito Municipal, lo cual deja muy claro que la delincuencia ha podido más que las propias fuerzas del orden.

En el entendido de que hubo impunidad, testigos manifestaron que al momento del suceso “se encontraba una patrulla cerca y a la hora del atentado”, aunque de entrada no afirmaron si fueron municipales, que fueron los primeros mencionados, o si eran estatales, ministeriales o los propios federales ministeriales. Se especula que de esta última corporación salió el pitazo para eliminar contras.

“No nos consta, lamentamos de entrada el suceso, el incidente de cualquier persona, nos parece grave que haya sucedido en las inmediaciones de instalaciones de procuración e impartición de justicia, ya hay una carpeta de investigación en ese sentido. Ese homicidio pudo haber ocurrido en cualquier parte, de hecho quienes atentaron contra la persona lo estaban buscando y pudo ocurrir en cualquier parte”, expresó Ismael Sigala Páez, subsecretario de Seguridad Pública en el Estado.

Lo que preocupa a la población es que mientras los sicarios ejecutan a miembros de células rivales en las puertas de la PGR, la institución está más preocupada por “ejercer y hacer cumplir la Ley, y tener acopio de combustibles así como los tenían, más allá de si tenían una razón justificada o no, no está permitido, mucho menos la comercialización, no podemos permitir que se hagan estas cosas que conllevan riesgos”, expusieron los propios servidores públicos.

Aplicando la Ley en contra de ciudadanos que trabajan, tal fue el caso de habitantes de La Purísima y San Isidro, donde agentes federales ministeriales catearon domicilios particulares en la Carretera La Purísima-San Isidro, municipio de Comondú, donde se dedicaban a la venta de hidrocarburo de forma ilícita; ahí se aseguraron más de 5 mil litros.

Según investigación realizada por ZETA, “El Dante”  es considerado un narcomenudista de bajo perfil, sus operaciones estuvieron al servicio de “Los Javieres” o “Los Dámaso”, a menudo tenía contacto con agentes ministeriales, hoy ex ministeriales y, se presume, operan para la misma célula.

Con ex policías al servicio del crimen organizado, incluso hay elementos ministeriales y municipales en San José del Cabo que han sido señalados en mantas por su presunta participación con ciertos grupos delincuenciales, sobre todo con las Fuerzas Especiales Dámaso (FED). La  ciudadanía ya no sabe de quién cuidarse, si de la propia autoridad que “está poniendo a los contras” o de los sicarios, que en el afán de eliminar a sus rivales, desafortunadamente han llevado a la muerte a civiles inocentes.

Y es que la credibilidad en algunas esferas de seguridad ha caído porque los ciudadanos consideran que hay corrupción en las autoridades, de tal suerte que el último censo dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), más de 30 mil de cada 100 mil habitantes consideran que existe corrupción entre las autoridades.

Y no está por demás, ya que este suceso tiene justificación, ya que de 2015 a 2016 la percepción de inseguridad creció más del doble; más del 44%  de la población se sentía insegura el año pasado.

El Lucifer Sicario de las Fuerzas Especiales Damaso, detenido el 6 de marzo, se caracterizó presuntamente por la violencia con que trató y ejecutó a sus víctimas

Entre las peticiones para que retorne la seguridad laboral y en las calles en Los Cabos, un grupo de seis mujeres con atuendo islámico irrumpieron en el Cabildo de Los Cabos para exigir que los gobiernos “se comprometan de manera real con la igualdad de género y no quede como un discurso. Nos falta por avanzar para tomar las acciones específicas para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en Los Cabos, México y el mundo. Todos los días tenemos aquí mujeres que viven situaciones de violencia”, señaló una de ellas en un video difundido en redes sociales.

 La caída de Mejía Barraza

De acuerdo a la investigación llevada a cabo por ZETA, Carlos Enrique Mejía Barraza “El Lucifer” fue coronado desde el 17 de junio de 2015 como sucesor de Abel Nahúm Quintero Manjarrez “El Grande” o “El Chuky”,  detenido el 28 de mayo del mismo año tras una balacera suscitada en La Paz, donde Gabriel Antonio Leal Gutiérrez “El 28” perdió la vida.

En un operativo interinstitucional realizado el lunes 6 de marzo en las calles Batalla de Puebla y Eduardo Rodríguez Cota, de la colonia El Zacatal en San José del Cabo , “El Lucifer” cayó junto con dos jovencitas de 18 y 20 años de edad.

“Entre la información con que se cuenta entre las autoridades responsables de investigar y perseguir estos delitos, esta persona ha sido identificada como uno de los presuntos líderes de sicarios de uno de los jefes de plaza allá en el municipio de Los Cabos, particularmente en San José”, expresó el subsecretario de Seguridad Pública, Ismael Sigala Páez.

Aunado a su detención, al presunto jefe de sicarios de “Los Dámaso” se le confiscaron:

* Un rifle de asalto AK-47.

* Dos cargadores.

* 84 cartuchos útiles.

* Dos bolsas de nailon conteniendo marihuana.

* Dos bolsas con 90 gramos de cristal en piedra.

* 24 envoltorios de cristal.

* Una báscula gramera.

* Un vehículo Sentra de color gris.

La detención del “Lucifer” se hizo sin un solo disparo y fue puesto a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).

“Por la conducta que se encuentra, por el hecho delictivo es de competencia federal, nosotros estamos buscando algún expediente que pudiera relacionarse en el fuero común para obviamente fincarle la responsabilidad. Si hay alguna investigación en la Procuraduría General de Justicia del Estado nos tocaría atenderlo”, confirmó Erasmo Palemón Alamilla Villeda, procurador general.

Apenas cumplidas unas horas desde la caída de “El Lucifer”, la ola de violencia se hizo presente y con mayor fuerza; 72 horas después de la detención del lugarteniente, seis personas fueron ejecutadas y dos más resultaron con heridas de gravedad. Incluso la madrugada del jueves 9 de marzo fueron arrojados tres cuerpos maniatados y embolsados en una brecha contigua a unas bodegas de orgánicos del fraccionamiento Costa Dorada.

Según el relato de testigos, una de las personas se encontraban maniatados de pies y manos, el rostro cubierto y presentaba señas de tortura y el tiro de gracia, las otras dos dentro de una lona de color azul; hasta el cierre de esta edición permanecían en calidad de desconocidos.

Autoridades han celebrado la detención del “Lucifer”, aunque verdaderamente el golpe no es tal cual se ha mencionado, ya que es uno de los cabecillas en cuanto a sicarios, sin embargo, fuentes militares confirmaron que su poderío iba en decadencia y su captura no implica que se diluya el frente que pretende el control de Los Cabos.

Un miembro del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública expresó que el detenido “agarró fama nada más, pero no es el bueno. A lo mejor traía logística, pero no se escuchaba en las calles, al principio sí, cuando narcomenudistas eran levantados para alinearlos y que fueran firmes a ‘Los Dámaso’, pero ya no era el ícono que se creía”.

Después vino su detención solitaria, con dos jovencitas y no un grupo armado que supuestamente coordinaba.

“El bueno tiene nombre y aquí lo conocen como ‘El Colores’, éste sí ha sonado, como al principio sonaba ‘El Lucifer’, pero ya desde hace mucho dejó de sonar. Otro de los detenidos y que no han dicho nada es ‘El Diablo’, cayó el sábado con armas largas y no lo han dado a conocer, es compadre del ‘Vera’ (presunto líder de sicarios en San José del Cabo y ex agente ministerial)”, compartió una fuente policial.

 

La fama de “El Lucifer”

Carlos Enrique Mejía Barraza fue conocido en el bajo mundo por la brutalidad con que trataba a sus víctimas, “con solo 20 años, qué grado de conciencia crees que tiene si desde pequeño ha delinquido o se encuentra en el medio”, expresó un experto en carrera policial, ya que se presume, el joven está involucrado en diversos eventos ocurridos en La Paz y Los Cabos.

Según la investigación hecha por ZETA y publicada a principios de junio de 2015 bajo el título “Lucifer: el nuevo sicario de ‘Los Dámaso’”, se vio el ascenso tras la deserción de Melissa Margarita Calderón Ojeda “La China” o “La Meli” y la detención del matón “El Grande”, ocurrida el 28 de mayo de ese año.

Al joven sicario de entonces 18 años se le vio colaborando junto con “El Grande” en el levantón de la madrina de la PGR, Rafael Bañales Osuna “El Capi”, en el mes de mayo. El día del homicidio, un set fotográfico fue encontrado en el teléfono celular de uno de los sicarios de “Los Dámaso” abatido en 2015, con más de 100 imágenes y 50 videos que fueron integrados al expediente PGR/SEIDO/UEIDCS/059/2015. Presuntamente se le ve activo interrogando a víctimas, torturando y ordenando a un grupo de sicarios de entre seis y diez personas, prueba de su actividad delincuencial; incluso la Policía Municipal de Culiacán, Sinaloa, lo detuvo  por posesión de droga desde que era menor de edad. En 2012 por posesión de estupefacientes; en 2014, por adentrarse en domicilios bajó efectos de drogas; y en 2015, por circular en vehículos sin placas y sin licencia de conducir.  Todos estos hechos tuvieron lugar en esa localidad sinaloense.

Otro de los eventos donde se le vincula, es el ocurrido el domingo 6 de noviembre en La Paz, en un negocio conocido como Llantera Marrufo; ahí perdieron la vida dos civiles y un presunto vendedor de droga.

Si bien, no es el principal blanco de las fuerzas federales y estatales para frenar la violencia que se libra en Los Cabos, “El Lucifer” sí es un blanco estratégico con miras a ubicar a màs sicarios y narcomenudistas implicados.

Incluso se busca entre el arma asegurada y el caso de los agentes ministeriales ejecutados el 21 de febrero de 2017 en la colonia San Bernabé, en San José del Cabo, si hay similitudes para esclarecer, o bien imputarle el delito.

“Con muy buen avance, tenemos ya líneas de investigación que nos podría llevar a algún objetivo, no se ha abandonado por ningún motivo. Creemos que va en un 65 por ciento de avance”, expuso el procurador Erasmo Palemón Alamilla Villeda.

El joven de apenas 20 años de edad, nacido en agosto de 1996, ha ganado un lugar entre los sicarios emanados desde el Cártel de Sinaloa, entre el bajo mundo es un pistolero afamado, sobre todo reconocido por vestir uniforme militar, delgado y alto, siempre con un rifle de alto poder y jamás dar una negativa en un “encarguito”; hoy está tras las rejas y se espera una buena integración de expediente, aunado a los archivos recolectados desde mayo de 2015.

 

Se diluye esperanza de paz en Los Cabos

Ha sido muy clara la preocupación para propias autoridades estatales, Los Cabos ha tenido un repunte extraordinario en cuestión de inseguridad, el mayor en su historia, con alrededor de 80 personas ejecutadas en lo que va del año, cifra jamás registrada, pero como se ha mencionado, la población ya no cree en las policías; incluso el alcalde Arturo de la Rosa despidió a 40 agentes municipales por reprobar los Exámenes de Control y Confianza.

De acuerdo a información obtenida por ZETA, hasta finales del mes de febrero 12 agentes municipales solicitaron su renuncia voluntaria por el temor a morir a manos del crimen organizado, ya que la guerra que se libra por el control de Los Cabos costó la vida a dos agentes de la Policía Ministerial.

Sin embargo, salió a relucir a través de las redes sociales el video de una agente municipal que ha decidido abandonar las filas de la corporación por falta de atención de las autoridades municipales, en él se ve al policía Irving Palomares Anguiano dar pie a las especulaciones que  por meses se escuchaban de la administración del panista De la Rosa.

“Más que nada este video es para que la gente sepa que cada día somos más los policías de la Dirección General de Seguridad Pública de Los Cabos que estamos renunciando por las carencias, la falta de preparación, de capacitación que existe en la corporación, no nos dan las herramientas  necesarias para realizar nuestro trabajo, es deprimente saber que no existe el argumento adecuado, y pues la neta da coraje que se invierte tanto dinero en otras cosas, y no le puedan invertir a seguridad pública, lo que de verdad le corresponde. No hay patrullas, no hay armamento, no hay uniformes y se la pasan despidiendo personal, así cómo, quieren cambiar la institución, pero no se están haciendo las cosas bien, uno como policía debe prepararse y capacitarse por su propia cuenta”, expresa el elemento.

De manera extraoficial se tiene conocimiento que en el municipio cabeño, 30 agentes municipales presentaron una renuncia masiva por los hechos violentos que se registran, es decir, se van de Seguridad Pública por temor a ser acribillados por sicarios que cuentan con armamento sofisticado y mil veces superior al de la corporación.

La respuesta del Ayuntamiento de Los Cabos es que la renuncia ha sido denegada de momento, debido a que la institución no cuenta con el personal suficiente para afrontar las fiestas de San José, lo cual los deja mal parados y ante una amenaza inminente que prevalece en las calles.

La interrogante es qué va a suceder si los agentes municipales se niegan a permanecer en la corporación, de ahí que lo más seguro es que la presidencia municipal ya tenga previsto qué hacer en caso que decenas de  policías de esa corporación estén desertando por miedo a morir ejecutados, ya que muchos han recibido amenazas, incluso altos mandos.

Luis Alberto González, secretario general del Ayuntamiento, declaró que  “la seguridad está garantizada para las fiestas tradicionales de San José del Cabo”.

Ante la violencia que se ha desencadenado y que los propios cuerpos de seguridad viven en temor, un ejemplo es el caso de la balacera registrada en la colonia Puerto Nuevo de San José del Cabo, donde sicarios accionaron sus armas en contra de una tienda de abarrotes (“Elizabeth”), un negocio de farmacia y una vivienda.

El ataque, que inició a las diez de la mañana del miércoles 8 de marzo, fue lesionado David Antonio Lozoya, de 24 años de edad y originario de Los Mochis, Sinaloa, además de “El Richard”; mientras, según datos extraoficiales, una de las viviendas tiroteadas perteneces a un agente municipal.

“Cómo nos defendemos los ciudadanos, o de quién”, cuestionan los ciudadanos, ya que los propios policías -ha sido comprobado por las autoridades- están involucrados hasta cierta medida con grupos delincuenciales. El ejemplo más claro es lo ocurrido con “el Dante”, metros adelante de  las oficinas de la PGR.

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