Paredes agrietadas, bardas por colapsar, goteras, orificios en los muros y otros daños estructurales, denuncian residentes del fraccionamiento Verona Residencial, en la Delegación San Antonio de los Buenos.
Esas fallas provocan filtraciones de agua en las casas, sin que a la fecha Ruba, constructora encargada del asentamiento, haya resuelto del todo el problema. En las lluvias recientes, hubo hogares inundados.
Susana Domínguez, habitante del fraccionamiento desde hace 16 meses, apuntó que Ruba “ha cumplido a medias” con los reclamos, ya que ha realizado las reparaciones solicitadas con “materiales de baja calidad”, por lo que tienen que repetirse más de una vez. La humedad daña los muebles y aparatos electrónicos, y propicia la aparición de hongos. Según Susana, cuya casa costó más de un millón de pesos, anotó que los patios traseros de algunas viviendas se saturan de agua cuando llueve, porque no cuentan con salidas.
La semana pasada, decenas de habitantes se manifestaron y acordaron una mesa de trabajo con la constructora el próximo sábado 11 de marzo.
El delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Julio Felipe García Muñoz, explicó que durante 2017 se han presentado seis quejas formales en contra de la empresa, todas del fraccionamiento Verona.
La Procuraduría ha convocado a audiencias a la desarrolladora, buscando resolver el conflicto mediante conciliación; una de ellas se realizaré el 31 de marzo, y está adscrita al procedimiento interpuesto por el vecino Jesús Nochebuena. Para que Profeco les recibiera la queja, los afectados tuvieron que acreditar la compra y propiedad de los inmuebles. Nochebuena enfatizó que si la intervención de la Profeco no es suficiente para que Ruba arregle la situación de forma definitiva, los afectados presentarán denuncias formales ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La desarrolladora Ruba contrató a Green Care, una empresa enfocada en procesos de atención a clientes, cuyos representantes dieron la cara por la constructora en la reunión del 11 de marzo, e intentaron llegar a un acuerdo. Carlos Guevara, empleado de esa compañía, señaló que su empresa no está involucrada en el conflicto, por lo que la resolución final corresponde únicamente a la constructora.