El gobierno mexicano no destina un “presupuesto conveniente” para atender a los migrantes, por lo que no se les puede auxiliar con dignidad, sostuvo el arzobispo metropolitano, Francisco Moreno Barrón.
Previo a la décimo séptima “Marcha por la vida, la paz y los migrantes” el domingo 19 de marzo, el religioso postuló que la Iglesia católica se ha distinguido por ayudar a los repatriados, y recientemente a miles de extranjeros que arribaron a Baja California con la esperanza de ser asilados en Estados Unidos, dijo en referencia a albergues como el Desayunador Salesiano del Padre Chava, la Casa Madre Asunta y la Casa del Migrante, que son operados por religiosos.
Pero hace falta, señaló, que las autoridades desarrollen nuevos espacios de atención, para que “se dé cauce a esta realidad que nos va desbordando”, que pasen “del discurso a los hechos”.
En una oración colectiva efectuada en la malla fronteriza a la altura de la colonia Libertad, pidió: “por el egoísmo en el corazón humano que ha ido levantando muros que pretenden confrontarnos, cuando necesitamos fraternidad para vivir en paz”. El presidente de Estados Unidos, Donald John Trump, solicitó el jueves 16 de marzo a los congresistas de ese país un presupuesto de mil 500 millones de dólares para la planeación y construcción de un muro en la frontera con México.
También propuso más de 300 millones de dólares para contratar y adiestrar a agentes fronterizos y migratorios, así como jueces de tribunales migratorios, quienes ejecutarían la deportación de los indocumentados.
A la marcha asistieron más de 5 mil personas vestidas de blanco, que comenzaron su recorrido en el ex Toreo de Tijuana y lo concluyeron en el Auditorio Municipal, donde el arzobispo ofreció una misa.